Timeless Love *Kookmin* COMPLETA

Epílogo

Jimin está nervioso y es fácil notarlo. Camina de acá para allá, acomoda los almohadones de nuestro sillón una y otra vez ansioso.

Lo comprendo porque también me siento así. Es la primera vez que Jiji y Mina vienen a visitarnos en nuestro nuevo hogar y deseamos que les guste tanto como a nosotros.

Es una comunidad mucho más grande que la anterior, somos aproximadamente cincuenta familias. De las cuales la mayoría son personas de nuestra edad e incluso más jóvenes también. Para nuestra fortuna mucha más gente está empezando a optar por esta clase de lugares.

Las viviendas por aqui son del estilo cabaña, pero más amplias y con más comodidades, sin escáneres ni pantallas táctiles por doquier, solo una casa y el calor cálido de nuestra pequeña familia.

Fue un gran hallazgo para nosotros, la anterior comunidad también era muy hermosa pero demasiado alejada de Mina y Jiji para que pudieran visitarnos con asiduidad y desde la llegada de Seungmin era lo que todos deseábamos, poder reunirnos y compartir los momentos importantes.

— amor esos almohadones van a descoserse si los seguís esponjando asi— digo y Jimin me mira avergonzado.

— lo siento, estoy muy nervioso— responde, se acerca y se acurruca sobre mi pecho, lo rodeo con mis brazos en un cálido ajuste mientras miramos expectantes por la ventana hacia la entrada de nuestro hogar.

A lo lejos divisamos una camioneta por el camino de tierra.

Jimin se sale del abrazo para correr hacia afuera.

El vehículo frena y Mina baja primero, luego detrás de ella lo hace Jiji.

La miro desde la puerta de nuestra casa, ella me sonríe y me saluda con la mano en alto. Se para en el cerco de madera que separa el patio del camino y antes de corresponder al saludo de su papá pregunta:

—¿Dónde está babitas?—

Jimin se carcajea al escuchar nuevamente el peculiar apodo que decidió ponele a su hermanito menor.

—¡Seungmin llegó Jiji!— grito hacia las escaleras y ni un minuto después puedo escuchar las pisadas aceleradas de mi hijo bajando.

Pasa casi volando por adelante mío, ignorándome obviamente para correr y saltar a los brazos abiertos de su hermana que lo espera parada en la entrada.

—¡Mi Jiji viniste!— lo escucho gritar mientras la llena de besos y ella se los devuelve con la misma intensidad.

Jimin los observa emocionado.

Desde su nacimiento Seungmin se convirtió en el malcriado de Jihyo.

—Hola pá— dice ella al pasar a su lado con su hermano colgado del cuello.

Mina entra detrás haciéndome una reverencia.

— ¿Hola pá? ¿Nada más? ¿Y mi abrazo? ¿Y mis besos?— refunfuña Jimin mientras entra a la casa.

Lo alcanzo y lo acomodo nuevamente entre mis brazos.

— sabes que todos los mimos se lo lleva Seungminnie... Deberías estar acostumbrado— le digo después de darle un beso suave en el hombro.

Él suspira.

— la casa es hermosa Jimin, los felicito— dice Mina luego de observar un poco nuestro hogar— Jiji estaba muy ansiosa por venir, sabe que en cuanto entre en la universidad va a tener menos tiempo disponible y no podía irse sin venir a ver a su babitas— ríe viéndolos jugar desparramados sobre el sillón.

Jiji está a nada de cumplir sus 18 pero cuando se junta con Seungmin parece que los dos tienen cuatro años.

Tomamos asiento en el living y Jimin sirve el café que estuvo preparando con tanto esmero, mientras los observo charlar no puedo evitar la nostalgia.