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Jimin y yo caminamos por el centro de la cuidad durante un largo rato buscando la marca de helados que a él más le gustan, pasamos por varias expendedoras pero ninguna era su preferida así que simplemente decidimos seguir dando vueltas hasta encontrarla.

— Debo parecer un caprichoso pero de verdad son los mejores Jungkookie, cuando los pruebes me vas a dar la razón— me dice mientras me arrastra por todo el centro.

Si supiera que en este momento en lo que menos estoy pensando es en el bendito helado.

Desde que la pequeña mencionó el tema del beso, y de la ansiedad de Jimin por recibir uno mío, no puedo dejar de imaginar cómo será cuando por fin tome el valor para dárselo.

No puedo evitar observar sus hermosos y rellenos labios mientras hace piquito enojado por no encontrar la máquina que desea.

Es tan jodidamente tierno y a la vez sensual. No sé cómo lo logra pero es tan natural en él.

Estoy embobado, mucho, y no me avergüenza admitirlo.

—¡Allá!— grita entusiasmado y me toma de la mano para hacerme correr a su lado.

Estamos con el tiempo algo justo ya, y si seguimos dando vueltas el corte nos agarrará desprevenidos y nos quedaremos sin nuestro postre.

Finalmente llegamos a la máquina y Jimin consigue su tan preciado helado de Limón y fresas. Su habilidad para servirse el cono de manera perfecta me asombra.

Le pido que me haga el mío también, de chocolate, por que si lo hago yo mismo probablemente termine con una mezcla indefinida de helado chorreante.

Nos disponemos a caminar hacia un pequeño parque que tenemos medianamente cerca mientras comenzamos a probar nuestro postre.

—mmm... A esto yo le llamo felicidad— dice   y no puedo contradecirlo.

Creo que nunca antes me sentí tan a gusto con una persona como lo hago con él.

Nos sentamos en una banca a charlar mientras degustamos el fresco sabor de nuestros conos.

—¿Puedo probar el tuyo?— me pregunta— si te da asco no hay problema Jungkookie simplemente decí que no— concluye entre risas apenadas.

Entiendo su miedo al preguntar, nadie en su sano juicio compartiría un helado de cono, básicamente porque es compartir saliva de manera indirecta.

No hace falta aclarar que eso no es algo que me preocupe hacer con Jimin... De hecho estoy buscando el momento para hacerlo de la manera más directa posible.

Sonrío internamente por mis pensamientos impuros.

—No me molesta Jiminnie— respondo y acerco mi helado a su rostro.

El apoya una de sus manos sobre las mías y haciendo uso de su hermosa boca prueba el chocolate de la punta.

Mis ojos están clavados en sus tentadores y rellenos labios... Dios quiero besarlo tan mal.

Se aleja y limpia el resto de helado con su lengua y yo estoy apunto del colapso. Que me mire fijamente a los ojos mientras hace todo aquello no ayuda a que mis latidos se calmen.

—Está muy rico— comenta y yo todavía no he podido recuperar el habla así que solo asiento como un bobo a sus palabras.

— Busqué tu blog y casi paso toda la noche despierto leyéndolo. Es alucinante, todos esos lugares que conociste y como relatas cada sensación. Sos increíble Jungkook—

Hace algunos días le comenté a Jimin sobre Golden Memories, mi blog personal dónde comparto cada experiencia a detalle y posteo fotos y videos de los lugares y personas que más me han marcado. No pensé que lo buscaría, y ahora recordando cada cosa que escribí allí un poco de pena me embarga.

Timeless Love *Kookmin* COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora