Timeless Love *Kookmin* COMPLETA

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—Hola Jungkookie— dice al abrir la puerta y me hace señas para que ingrese — escaneate porque sino Mina me asesina— me susurra entre risas.

Dejo mi calzado a un lado y lo hago, en cuanto la luz marca verde Jimin me salta encima como si hubiera estado conteniendose.

Lo recibo en mis brazos con alegría.

—hola Jiminnie— digo y sin pensarlo mucho le doy un beso en la mejilla.

Al levantar la vista puedo verlas observandonos, Mina y Jihyo están atónitas en el arco que conecta la entrada de la casa con el living.

Jimin me toma de la mano y me arrastra hacía allí.

—Hola Jungkook, me alegra que hayas aceptado la invitación— dice Mina mientras me saluda con una reverencia.

—Señor Jungkook bienvenido a nuestra casa— agrega la pequeña Jiji.

Son extremadamente educadas y atentas.

— Gracias por recibirme, Jimin habla mucho de ustedes y estoy ansioso por conocerlas un poco más— digo y siento como su mano se aprieta a la mía, él está tan nervioso y entusiasmado como yo.

Pasamos al comedor y tal como me advirtió Jimin, la cena ya está lista y todo está perfectamente dispuesto para que nos sentemos a disfrutarla.

Mina y Jihyo se sientan juntas y Jimin toma el lugar a mi lado.

Comenzamos a cenar y la charla por suerte fluye sin problemas.

—¿Entonces hablas muchos idiomas?—

—Si, hablo inglés y japonés de manera fluida, francés y español con algo de dificultad pero puedo mantener conversaciones sin problema.

—¡Wow!— exclama la pequeña.

— no sabes que romántico suena hablando en frances— agrega Jimin y no puedo evitar sentir un calor subir hacia mis orejas.

Hace algunos días por holo-llamada me pidió que le diga algo en francés y yo lo hice obviamente.

ton sourire bouge mon monde

Sonrió aún sin saber que era lo que le dije y cuando se lo traduje su sonrojo fue maravilloso.

Tu sonrisa mueve mi mundo

Aprendería todos los idiomas del planeta si con eso logro hacerlo sonreír de esa forma cada día durante el resto de mi vida.

—Jungkook estuvo en Nueva Zelanda hace poco y se tiró de cabeza en bungee jumping ¿Podés creerlo?— Jimin contaba antusiamado. Le había mostrado videos y fotos de mi último viaje en alguna de nuestras llamadas mañaneras.

Los ojitos de Jihyo se abrían sorprendidos e incrédulos, sabía perfectamente su postura ante todo ese estilo de deporte porque ella misma me lo dijo la primer vez que nos conocimos.

— sos muy valiente, no cualquiera se arriesga de esa manera. Habiendo otras formas de experimentar esas cosas— comenta Mina.

— siempre tuve curiosidad y unas ganas incontenibles por los deportes extremos y aunque intenté con las realidades virtuales no se compara con la adrenalina de sentir el viento chocar con tu rostro, o la sensación de estar colgando literalmente de un hilo sobre un río o entre las montañas— digo y observo a Jimin que me escucha atento.

— Yo quisiera hacerlo alguna vez— dice y suspira.

— acá en Korea no hay pero si en China, todavía no he ido pero me encantaría y si vos querés podemos ir juntos— propongo con entusiasmo.

Jimin sonríe pero no es la hermosa y enorme sonrisa a la que me tiene acostumbrado. Su mirada cae en Jihyo y la niña baja la mirada hacia su plato.

— Me encantaría Jungkookie pero no creo que pueda por el momento, el trabajo y las responsabilidades... Ya sabes— dice y puedo notar fácilmente que él y Mina se comunican con la mirada.

— Bueno ya vamos a encontrar el tiempo, es una experiencia única— respondo e intento cambiar de tema.

Creo entender cuál es la razón por la que Jimin nunca viajó o explotó su curiosidad del mundo.

— Si es algo importante para vos de alguna forma vamos a encontrar la manera de organizarnos, la felicidad de papá es la nuestra tambien ¿No Jiji? — dice Mina mientras le dedica una mirada dulce y comprensiva a la pequeña.

Jimin abre sus ojos sorprendido por la acotación de la chica, al parecer el apoyo en el tema lo tomó desprevenido.

La niña asiente con su cabeza mientras mira a Jimin haciéndolo agrandar su sonrisa de manera espléndida.

Tomo su mano que está apoyada sobre la mesa y nuestros dedos se entrelazan.

(...)

Más tarde cuando terminamos de cenar, Mina se levanta y empieza a limpiar la mesa, Jimin se suma y ambos me retan cuando intento ayudar.

Jihyo y yo quedamos solos esperando a que vuelvan.

— yo quiero mucho a tu papá y nunca lo llevaría a un lugar peligroso— le digo con la esperanza de hacerla sentir más segura.

— ya lo sé... Mi mami me explicó. Y aunque me dé miedo tengo que respetar y apoyar a papá en todas sus locuras— responde y luego de unos segundos de silencio continúa.

— mi papá también lo quiere mucho, habla de usted toooodos los días— dice de manera exagerada, luego se arrodilla en su silla y acercándose más a mi por encima de la mesa me susurra— está esperando que le de un beso ¿Porque no le dio uno todavía?.

Me deja mudo y no llego a responderle porque Jimin y Mina regresan de la cocina.

Jihyo se acomoda en su lugar rápidamente y me sonríe pícara.

Sabe perfectamente que me está dando información confidencial.

—Jimin me dice que no van a comer postre con nosotras— dice Mina.

Cierto, el helado, Jimin y yo solos, el beso... Digo ¡el helado!

— Lo invite a tomar un helado, la próxima vez prometo traer algo rico para los cuatro— digo con mi mejor cara de cachorrito abandonado.

Ella sonríe y me dice que no hay problema.

—Vayan que si llega la hora del corte no van a encontrar heladería disponible— agrega.

Jimin corre a agarrar un abrigo y me arrastra con él hacía la salida.

Saludo con una reverencia a las dos señoritas que nos miran con amor y salimos rumbo a una mini cita improvisada.

¿Debería hacer algo con la reciente información que me dió la pequeña?