Timeless Love *Kookmin* COMPLETA

21

Salí de la oficina todavía un poco alterado por la noticia que me dió Tae.

Busqué información sobre el tal Kim y todo lo que había dicho mi amigo era cierto. El hombre es un escritor muy reconocido y respetado, tiene muchos libros publicados y hasta ha ganado premios por ellos. La enfermedad que tiene afecta los músculos de su cuerpo tanto de las piernas como de los brazos y es por ese motivo que ha tenido que abandonar sus viajes.

Sus obras se enfocan en el estudio del ser humano y su entorno, en la interacción entre personas y el lugar en el que viven y como todo esto influye en las decisiones tomadas y en el estilo de vida de cada individuo. Es muy interesante y de verdad me da mucha curiosidad hablar con él y escuchar sus experiencias y lo que tiene en mente para mí.

Si esta oportunidad hubiera llegado a mi hace tan solo unos meses atrás no hubiera dudado un segundo en tomar el primer avión a Italia para encontrarme con él y comenzar la aventura.

Pero ahora todo es diferente, por más ilusión que me dé la posibilidad de viajar sin límites por lugares nuevos, no puedo evitar pensar en que esto podría llegar a ser un final para mí relación con Jimin.

En un mundo ideal lo invitaría a viajar conmigo, pero no es tan fácil. Primero porque no sé todavía cuáles son las condiciones del contrato que Kim Seung Jae quiere ofrecerme y si incluir a mi novio en el presupuesto sería una opción.

Segundo porque conozco perfectamente la situación de Jimin y Jihyo, lo cercanos que son y lo difícil que sería para él alejarse de su hija.

Temo también que al contarle la oportunidad que estoy teniendo Jimin se aleje solo para no interferir en mi decisión de irme o no.

Él sabe cuánto deseé poder hacer un viaje de estas características, y es capaz de obligarme a ir sin importar nada más.

Tengo miedo, mucho miedo.

(...)

Cociné lo mejor que pude, intentando relajar mi mente por un rato.

Jimin llegó y fue directo a ducharse, para cenar más fresco, los últimos días han sido muy calurosos.

Observo la mesa dispuesta, con la comida humeante y nuestras copas listas para compartir una noche más juntos.

Siento unos brazos que me rodean por la cintura, su cuerpo se apoya por completo detrás del mío. Se siente tan cálido y perfecto.

— Todo se ve muy rico— dice mientras asoma su cabeza por sobre mi hombro. Jimin es un poco más bajito que yo, estoy seguro que está en puntitas de pie.

Es tan tierno.

Giro para quedar frente a él y besarlo. Necesito saborear esa boca urgentemente porque  pensar en que quizás no pueda hacerlo en un futuro no tan lejano me ha dejado devastado.

Él corresponde mi beso y pone sus manos en mi nuca, ladea su cabeza para profundizar muestro choque de lenguas.

Definitivamente no podría vivir sin esto, no podría hacerlo nunca más.

Jimin afianza el agarre en mi cuello y da un pequeño saltito para enredar sus piernas en mi cintura.
El beso se nos va a salir de control en cualquier momento.

Lo apreto contra mi, necesito sostenerlo lo más cerca posible porque no entra en mi cabeza una nueva realidad en dónde Jimin no esté entre mis brazos cada día.

— La comida se va a enfriar amor— dice en el segundo que nos separamos para respirar.

— no importa— respondo necesitado.