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La relación entre Jimin y yo cada vez se vuelve más cercana. Durante la semana estuvimos mensajeandonos sin parar mientras organizabamos nuestra próxima cita.

Agarramos la costumbre de conversar sobre el día, recomendarnos películas y música. Incluso hasta desayunamos juntos varias veces a través de holo-llamadas. Nunca había sido muy fan de la tecnología pero debo aceptar que ver a Jimin sentado a mi lado mientras como mi cereal es algo que disfruto en demasía.

Nunca cambiaría el contacto físico real por un holograma, jamás, pero ahora entiendo un poquito más a todas esas personas que siempre halagan dicho sistema.

Gracias a eso había tenido el honor de conocer como lucía el rubio recién levantado, con sus ojitos hinchados y cabellos despeinados. Aprendí también que Jimin desayuna siempre frutas cortadas en trocitos y que su jugo favorito es el de frambuesa. Que el chico desayuna en pijama y luego cuando su estómago esta felíz y satisfecho se pone en marcha para bañarse y arreglarse antes de salir rumbo a su trabajo.

Yo en cambio tengo la rutina a la inversa. Me levanto y lo primero que hago es tomar una ducha para despabilarme, me visto y peino y recién después de todo eso me preparo mi leche con cereal.

Somos muy diferentes y a la vez tenemos tanto en común. No puedo estar más embelesado con ese rubio de ojos color miel que justo ahora tengo "en frente" mio desayunando con cara de sueño.

— entonces Jungkookie... ¿Ya sabes a dónde vamos a ir este sábado?— me pregunta curioso Jimin.

—ajá— respondo mientras asiento con seguridad — pero no te voy a decir porque quiero sorprenderte y ver la emoción recorrer todo tu cuerpo.

Jimin sonrie mostrando su entusiasmo.

— ya quiero que llegue el día, sé que corro el riesgo de sonar como un pesado o intenso pero de verdad que extraño poder abrazarte y tomarte de la mano, sos el único que me deja ser yo mismo libremente... Bueno vos y Jiji pero ella como que está un poco obligada a aguantarme porque soy su papá— concluye entre risas.

— cuando los conocí en el museo me llamó mucho la atención justamente eso de ustedes, su relación en general pero sobre todo como la besabas y ella parecía cómoda— respondo mientras vuelvo a tomar asiento en la banqueta de la isla de la cocina tras servirme un poco más de leche. Necesito mucha energía para cumplir con las responsabilidades del día.

— cuando Mina me contó su idea de ser mamá y que quería que yo la ayude, una de las pocas condiciones que le puse fue esa, que me dejara criarla a mi manera, a la antigua digamos... Siempre desde que fue una bebé de días yo fui cariñoso con ella, dándole besos en esos cachetitos esponjosos que tiene. Ella creció acostumbrada a mi forma de ser, me parecía algo horrible tener que contenerme con mi propia hija. Ahora que está más grande a veces me dice que soy muy cargoso pero lo hace para pelear, yo sé que le gusta que sea así. Entiendo perfectamente que la crianza de hoy está enfocada en que los bebés y niños sean independientes y no tengan un lazo emocional que los limite en el futuro pero a veces siento que es demasiado estricto— dice mientras su imagen desaparece por unos instantes mientras se mueve buscando  algo en su propia cocina.

Lo escucho atento.

— ¿Nunca tuvieron problema en ponerse de acuerdo en esas cosas? Digo porque por lo que me contaste de Mina ella es más pro distancia social.

— Por suerte nunca, ella y yo nos conocemos desde que íbamos a la primaria y siempre me aceptó y quiso tal cual soy aunque algunas veces la hago pasar vergüenza. Con respecto a Jiji llegamos al acuerdo de que todo está bien mientras ella no exprese que se siente incómoda con mis demostraciones de afecto. Siempre la educamos con la confianza para decir todo lo que piensa y así es como nos manejamos.

Estoy alucinado con su forma de ser. Sin dudas es alguien muy especial, con sus principios muy firmes.

—Una vez en el colegio corrí a abrazar a mi maestra porque me habían elegido como protagonista para la obra de fin de año, siempre me gustó cantar y estaba muy emocionado. Todos mis compañeros se rieron de mi y se burlaron de mi reacción, pero Mina no, ella se sentó a mi lado durante todo el recreo y aunque no me abrazó para consolarme como yo hubiera querido, estuvo ahí dándome su apoyo, hasta me compró dulces para hacerme sentir mejor. Ella es la mejor amiga del mundo y ahora la mejor mamá. Jihyo es una niña muy inteligente y se maneja perfectamente bajo las reglas de la actualidad pero jamás se burlaría de otra persona que piensa diferente y eso me da mucho orgullo— concluye con una sonrisa enorme plasmada en el rostro.

— Me encanta que sea así, para mí saber respetar al otro es esencial. Se nota que es muy inteligente y que te ama con todo su corazón— respondo, y no exagero, ese par desbordan de amor a pesar de esa relación tan rara en dónde discuten constantemente.

— ¿Y vos? ¿Porque sos como sos?— pregunta curioso el rubio.

Suspiro profundamente.

— mi abuelo... Él era la persona más cariñosa del mundo y yo lo amaba. Crecí escuchando sus historias de como todo había cambiado. El siempre decía que extrañaba la vida de antes, su padre, mi tatarabuelo, era un hombre de campo y nunca aceptó las cambios del mundo. Por eso intentó criar a mi abuelo manteniendo algunas costumbres antiguas. Fue el único que siempre me entendió cuando hice preguntas incómodas en casa, y cuando quise dedicarme a investigar otras culturas y países. Supongo que sus vivencias me incentivaron a querer conocer más sobre el pasado, a viajar y experimentar. Aunque si te soy completamente sincero, desde que tengo memoria siempre me sentí fuera de tiempo... Como si una parte de mi perteneciera a otra época. No sé lo digo a mucha gente porque no todos lo entienden, pero sé que vos si lo haces.

Nuestras charlas cada vez se hacen más profundas. Nos sentimos cómodos y comprendidos contando nuestras experiencias.

En tan solo algunas semanas logramos una confianza impresionante e irreal. Como si nos conocieramos de toda la vida, aparte de la obvia atracción física que sentimos por igual.

—¡Ay Dios! ¡Son casi las nueve Jungkookie! ¡Y yo todavía en pijama, seguimos hablando esta noche!— exclama y desaparece por completo al desconectar la llamada.

Me carcajeó tentado, siempre le pasa lo mismo, casi todos nuestros desayunos concluyen de la misma forma, con Jimin corriendo a vestirse para llegar a horario al trabajo.

El tiempo nunca nos alcanza, tendríamos que empezar a cenar juntos también hasta que podamos organizar los horarios para nuestra tercer cita en persona.

Ya tengo todo planeado en mi cabeza. Le voy a dar a Jimin una noche de cine como se merece.

Timeless Love *Kookmin* COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora