Capítulo 5

6.4K 240 34
                                    

Adriana

-Mamá ¿Estás en casa? -no respondió. Entré a la cocina a por un vaso de agua y subí a ponerme el pijama. Quería esperarla despierta pero estaba muy cansada, me acosté en la cama y apagué la luz.

Llevaba un buen rato intentando dormir y no hubo manera. No sé porque, pero no podía dejar de pensar en Jayden. Desde que me retuvo en la salida del restaurante no había hecho más que hacerme sentir bien. Era tan atento. Desde que lo conocía sólo lo había tratado mal, quizás habría podido ser un poco mas amable con él, pero algo dentro de mí no lo permitía. Es cierto que el día en que chocamos sentí algo en el estomago... Para no sentirlo. Era tan guapo. Alto, atlético, de ojos verdes y su pelo, más oscuro que la noche. Era físicamente perfecto, como si lo hubiesen esculpido los mismos dioses. En un momento de la noche dijo que eso era una cita ¿Sería verdad? No, no lo creo y si así fuera no quería, no pensaba tener nunca una cita, ni por muy bueno que estuviera. ¿Dejaría que fuese mi amigo? tal vez, pero nada más. Salí de mis pensamientos en cuanto vi que se iluminaba la pantalla de mi móvil y lo cogí. Era un mensaje de Olivia preguntando si estaba bien y si podía llamarme. Marqué su número y me respondió enseguida.

-Adri ¿Cómo estás? Siento mucho lo que ha pasado... -Lamentó.

-No es tu culpa Oli. Estoy bien -contesté intentando sonar convincente.

-Sophie se ha pasado. Hemos hablado con ella y le hemos dejado claro que eso no estaba bien, que tenía que cambiar.

-No quiero hablar de eso. Siento haberos dejado a Mia y a ti plantadas.

-No te preocupes. ¡Oye! vi como Jay te siguió fuera y no volvió a entrar ¿Os fuisteis juntos?

-Sí, se ofreció a acompañarme a casa. -No le di más detalles.

-¿Y? ¿Ha pasado algo entre vosotros?.

- No ¿Qué dices? -le dije super alterada por esa ocurrencia-. Antes de que se me olvide -cambié enseguida de tema. A medias claro porque lo que iba a decirle era sobre la misma persona- nos ha invitado a un concierto la semana que viene. ¿Te vienes? Si tu no vas yo tampoco.

-Sí me lo dices así no puedo negarme. -Se rechifló-. Mañana me paso por tu casa, descansa.-Colgó.

La semana pasó volando a diferencia de la anterior. Quedaba con las chicas siempre y cuando Sophie no estuviera. Mi madre seguía teniendo mucho trabajo y cada vez la veía menos, pero me prometía que sus días libres los dedicaríamos a hacer cosas de chicas. No había vuelto a saber nada de Jay. A lo mejor se había arrepentido de querer ser mi amigo. Tampoco es que me importara, cuanto más lejos lo tuviera de mi, mejor. El teléfono empezó a sonar sacándome de mis conclusiones, lo cogí para ver quien era y, número desconocido.

-¿Si? -respondí.

-Peleona, ¿Me has echado de menos? -¿Jay?

-¿Peleona?, ¿De dónde has sacado mi número?

-Soy algo así como un hacker -mamá, seguro ella se lo había dado...- Llamaba para recordarte lo del concierto. Ya he hablado con tu madre y me ha dicho que mientras te cuide no hay problema. Paso a por vosotras a las nueve.

-¿Y si he cambiado de idea y no quiero ir? -Respondí

-Entonces tendré que llevarte a la fuerza. Pero eso no va a pasar, mi suegra dice que estás como loca por ir. -Para que enemigos teniendo a mi madre...

-¿Tu suegra? Creo que te has equivocado de persona.

-Ya veremos. Luego nos vemos peleona. -Fui a preguntarle porque estaba llamándome de esa manera pero enseguida colgó.

¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora