Capítulo 31

4.7K 172 4
                                    

Adriana

Me estaba haciendo sentir cosas que jamás había sentido, experimenté sensaciones nuevas y me gustó la forma en que sus manos se fueron adaptando a mi cuerpo. Disfrutaba con todo lo que estaba haciendo y quería más, parecía que algo dentro de mí le enviaba señales a las que respondía sin problema y sabía perfectamente donde tocar. Sentía que en cualquier momento me iba a deshacer si seguía así, pero lo arruiné todo y nuestro primer momento más íntimo se fue a la mierda. No había sido adrede, quería que siguiera pero mi menté se encargó de no permitirlo.

Estuve a punto de contarle la razón por la que le había pedido parar, costaba hacerlo pero necesitaba que me entendiera, o quería creer que lo haría... Si se lo contaba tal vez podía llegar a darle asco, hacer que saliera corriendo y no estaba preparada mentalmente para ello. No sé si fue el destino o que, pero las llamadas insistentes del móvil de Jayden me dieron tiempo para pensar bien en si quería sacar lo que escondía en lo más profundo de mí. Le pedí que lo cogiera porque quizás era algo importante y me lanzó una mirada amenazante después de avisarme que en cuanto llegara me haría hablar. Cogió la llamada algo cabreado y se apartó un poco, miré mi móvil mientras esperaba a que regresara y cuando lo desbloqueé me encontré con unas cuantas llamadas perdidas de mi madre. No me había dado cuenta de que lo tenía en silencio y por ese mismo motivo no lo oí sonar, marqué enseguida a su contacto y no tardó en contestar.

-Cariño ¿Estás bien? -sonó preocupada.

-Sí mamá ¿y Matthew? , ¿ha pasado algo? -pregunté asustada.

-Tengo que irme unos días a España...

-¿Por qué?

-No te preocupes cariño, tengo que ir a firmar unos papeles. -No le creí.

-¿Puedo ir contigo?

-No, es mejor que te quedes aquí... -Dijo nerviosa.

-¿Seguro que no pasa nada?

-De verdad cariño ¿dónde estáis? ¿lo estás pasando bien? -intentó sonar alegre cambiando de tema y le seguí el rollo.

-Me ha traído a un sitio precioso...

-¿Estás bien?

-Sí...

-Has pensado en... -dejó de hablar-. Deberías decírselo Adri.

-Lo he intentado pero...-suspiré-. Sólo espero que cuando termine de hablar por teléfono se haya olvidado por hoy...

-Sabes como es él, no se olvida fácilmente de las cosas.

-Lo sé, me gustaría poder contárselo, pero es muy difícil. Bueno y tú ¿cómo lo estás pasando?.

-Muy bien, el restaurante era increíble. Cuando vuelva te lo contaré todo y tu a mí también eh.

-¿No te veré antes de que te vayas?

-No hija, lo siento, es tarde y no quiero que cojáis el coche hasta aquí. Sé que te dejo en buenas manos.

-Puedo cuidar de mí misma...

-Créeme que lo sé , sólo lo hago para estar más tranquila. -Ya...

-¿Verás a Julia?

-Sí, he cogido el mismo vuelo de vuelta que ella así que en una semana estaremos aquí. Recuerda que viene por tu cumpleaños. -Se me había olvidado por completo que quedaban menos de dos semanas para cumplir los 18.

¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora