¿Puedo besarte?

Capítulo 48

Adriana

Nuestra clase quedaba en la parte superior del centro y para llegar a las escaleras teníamos que cruzar el pasillo central. A mitad de camino nos encontramos con Mia y Sophie quienes vinieron corriendo para lo que creía que sería a darnos un abrazo, pero no...

-Como me temía, hay apuestas hechas sobre vuestra relación. -Dijo Sophie directamente.

-¿Apuestas? -pregunté y asintió.

-Sí, una es sobre si vendrá o no a buscarte y la otra es que has sido un amor de verano y para el invierno habrá vuelto con...

-No hagas caso de lo que digan -me dijo Mia- no hace falta que lo diga porque ya sabes como es la gente.

-Que agradables son todos por aquí... -dije irónicamente.

Era cierto que desde que había puesto un pie en aquel sitio la gente no había dejado de mirarme, sobre todo las chicas, unas lo hacían con una sonrisa y otras con cara de querer asesinarme. Yo hice lo que pude para no sentirme incómoda, busque la mirada de mis amigas con la esperanza de que entendieran lo que quería y hablaran de cualquier tontería para hacer un poco el paripé y que el resto creyera que no me daba cuenta de nada.

Las clases comenzaron y a los profesores no se les ocurrió otra cosa mejor que presentarme frente a mis compañeros. En el recreo fue un caos, algunas chicas vinieron a preguntarme por Jay y otras a decirme cuanto tiempo nos daban... Los chicos por el contrario me ignoraban completamente aunque otros creo que no se acercaban a mi por miedo, me miraban de reojo y cuando les devolvía el gesto volvían a lo que estaban o se hacían los locos.

-¿Tu eres Adriana? -me preguntó una chica con la sonrisa de oreja a oreja

-Sí - le sonreí.

-¿Qué tal con él?

-Con... -me interrumpió.

-Sí.

-Bien, gracias.

-Veo que te gusta meterte en las relaciones ajenas -siguió con su sonrisa pero comenzó a hablar fríamente.

-No te entiendo...

-Claro que sí.

-Steph lárgate de aquí -le pidió Sophie y la ignoró.

-Eres una perra barata que se interpone en las vidas de los demás. -Esas palabras no me sentaron bien.

-Yo... -Estuve a punto de agachar la cabeza pero Oli me dio la mano y la apretujó para impedirlo.

-¿Qué ganas diciendo cosas sin saber? -preguntó Mia.

-Quedarme a gusto. Vamos... ¿No pensáis lo mismo que yo?. Llegó esta niñata aquí y lo primero que hizo fue meterse en la cama con él.

-Eso no es cierto...

-Jajaja, no sirve de nada que vayas de santita conmigo.

-Lárgate, no quieras que te lo vuelva a repetir. -Insistió Sophie irritada.

-¿O qué? Vas de reina de este centro escolar y sólo eres una segundona, ni tu ni nadie le vais a quitar el trono a Tiff, jamás. -¿Así que era por eso? ¿Una adoradora de Tiffany que quería defender su paso por allí?-. Tienes razón mejor me marcho, no quiero seguir perdiendo el tiempo con escoria como vosotras. -Dio media vuelta y se alejó.

-Adri -hablaron las tres.

-Estoy bien... -Mentí.

-Que no te afecte nada de esto, tu sabes como fueron las cosas de verdad. -Intentó tranquilizarme Oli.