Jayden
Los minutos se hicieron horas en aquella habitación de hospital sin noticias de ella, aprovechaba para preguntar por su evolución cuando venía algún enfermero a hacerme las curas pero no soltaban prenda, hasta que cambió el turno de la tarde y apareció Matthew.
-Me he enterado hace poco de lo que ha pasado. ¿Cómo estás?.
-¿Tu que crees? -le pregunté irónicamente.
-Lola está preocupada por tí y me ha pedido que venga. No quiere separarse de su lado... -Asentí entendiendo que era normal.
-¿Cómo está ella? -Le pregunté con la poca paciencia que me quedaba.
-No tengo muy buenas noticias...
-Sin rodeos.
-Han podido sacarle el hierro de dentro, la infección que le ha producido se ha ido esparciendo por su sistema provocándole el coma. Ha tenido tres paradas cardíacas desde que ha salido de quirófano y dicen que si sigue así su corazón no aguantará mucho más... Ahora mismo no responde a ningún estimulo y estas horas son cruciales para saber si volverá a despertar o por el contrario...
-¿Por el contrario qué? -pregunté alterado y temiendo lo peor.
-Hay una probabilidad del ochenta por ciento de que no vuelva a despertar -paró a ver mi reacción y siguió- sin embargo, todo esto depende de la infección, si llegan a frenarla ese porcentaje bajará.
-No puede ser. -Me paseé por la habitación sin saber que hacer para cambiar aquello y estuve a punto de partir el cristal de la ventana.
-Cálmate, no es bueno que te pongas así... -Intentó apartarme de allí.
-Llévame a verla. -Dije enseguida girándome hacia él.
-¿Qué? -Me miró como si lo que le hubiese pedido fuera una locura-. No puedo hacer eso, si lo hago nos meteremos en problemas, los dos. -Aclaró.
-Diré que ha sido mi culpa.
-No es tan sencillo.
-Por favor, necesito verla aunque sean dos minutos... Me tienen aquí casi desde que llegué y si no fuera por tí no sabría nada de ella. -Lo pensó un poco y suspiró.
-¿Qué haremos con los de seguridad? Están en la puerta.
-Diles que tienes que hacerme unas pruebas.
-Lo querrán comprobar... Si no te hubieses comportado como un neandertal antes, ahora podrías verla sin tanto problema... -Ignoré completamente esas palabras.
-Pff... Pues llévame de noche ¿estarás?
-Trabajo doce horas ¿Por qué esta noche?
-Porque han puesto unos vagos a vigilar mi puerta. Les oí decir que de madrugada estaría tan hasta arriba de morfina que podrían irse al coche a dormir.
-Menudos profesionales...
-¿Entonces? ¿Me llevas?.
-Te llevaré.
-Gracias -le di una palmada en la espalda agradecido.
-No tan rápido -levantó un dedo advirtiendo- Hay una condición.
-¿Qué quieres? -Chasqueé la lengua.
-Cuando la hayas visto volverás aquí y te pondrán la medicación que te han pautado. Si no reposas no mejorarán tus lesiones. -Asentí aunque los dos sabíamos que no lo permitiría.
Esperé impaciente durante horas, la puerta se abrió unas cuantas veces y en ninguna de esas apareció la persona que vendría a llevarme a verla. Seguí esperando un poco más y a las tres de la mañana cuando creía que ya no iba a presentarse, entró.
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¿Puedo besarte?
Ficção AdolescentePrimer libro de la bilogía 💋Pídemelo 💋 Adriana de 17 años, vivió una de las peores "experiencias" que se pueden sufrir en la vida. Por ello su madre decide trasladarse con ella a California. Aquí conocerá a Jay, amable, cariñoso y muy atractivo. P...