Capítulo 50

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Jayden

Quedaban dos horas para ir a casa de Adriana y me sentía algo nervioso. No era por ir allí ni mucho menos pero temía por como podía llegar a terminar la noche teniendo a mi padre y a mi novia juntos en la misma habitación sabiendo como había terminado todo la última vez que habían compartido el mismo espacio.

-Papá. -Anuncié mi presencia en su despacho.

-Dime hijo.

-¿Podemos hablar un momento?

-Claro -movió la mano para que le contara.

-Bueno más bien quiero pedirte un favor.

-¿De que se trata?

-No presiones a Adriana esta noche. No sé de que queréis hablar con nosotros, pero no la hagas sentir mal.

-Esa no es mi intención en absoluto.

-Bien. -Di media vuelta para ir a mi cuarto a cambiarme.

-Hijo. -Volvió a hablar antes de que me fuera-. ¿Harías lo que fuera por ella?

-Lo que fuera.

-Incluso ¿Matar?.

-¿A qué viene esa pregunta papá?.

-Es un decir. Sólo quiero saber que estarías dispuesto a hacer por ella.

-Mataría por ella si le hicieran daño. -No dijo nada más, se quedó mirándome fijamente y asintió dando por finalizada nuestra conversación.

Sabía perfectamente que haría lo imposible por ella pero parecía que no se lo creía mucho o quizás quería saber de que era capaz si alguien intentaba separarnos...

Me vestí con una camisa blanca y unos vaqueros pitillo, me puse un poco de cera por el pelo y bajé al coche. No esperé a mí padre ya que cada uno iba a ir con el suyo porque mi intención era llevarme a Adriana después de la cena y él no tendría como volver. Cuando llegamos esperaba que me recibiera ella pero al abrir su madre supe que seguía en su habitación y probablemente con cero ganas de bajar, subí a buscarla para verla un rato a solas y pedirle o mejor dicho convencerle de que bajara y toqué su puerta antes de entrar.

-¿Puedo pasar? -pregunté y abrí colándome en su cuarto.

-Ya estás dentro...

-Es verdad -dije acercándome a ella para sentarme a su lado-. ¿Te pasa algo?.

-¿Podemos quedarnos aquí? -me preguntó intuyendo mi respuesta.

-No hay nada que quisiera más que quedarme contigo en la cama -moví exageradamente las cejas.

-¿Enserio? -preguntó sentándose sobre mí y besándome provocativamente.

-¿Qué haces? -le pregunté sabiendo perfectamente sus intenciones.

-Besar a mi novio.

-No, estás haciendo otra cosa y por muy bien que se te de, hoy, no lo vas a conseguir. -Me hizo pucheros-. Están nuestros padres abajo.

-¿Y?

-¿Quieres que nos oigan?

-Podríamos ir a otro sitio. -Me sugirió.

-Adri... -intenté que parara-. Tenemos que bajar a cenar.

-No quiero bajar...

-Mira, cenamos y si se ponen muy pesados nos vamos ¿vale?. Ya verás que no será para tanto.

-Se te da fatal eso de convencer... -dijo bajándose de mis piernas.

-Yo creo que se me da bastante bien. ¿Tienes la maleta lista para mañana?

¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora