Capítulo 43

3.8K 160 57
                                    

Adriana

Necesitaba darme una ducha, me metí en el cuarto de baño y cerré. Escuché como después de dar unas cuantas vueltas por la habitación se marchó, encendí el grifo de la ducha y cuando me fui a quitar la ropa tocaron a la puerta.

-No te vas a meter conmigo si es eso lo que quieres -dije en alto mientras apagaba el grifo, abrí la puerta y no fueron sus ojos con los que me encontré-. ¿Qué quieres mamá?.

-Cariño quiero que hablemos.

-Si es sobre Jay no tenemos nada de que hablar.

-No, es sobre ti. Quiero contarte todo lo que pasó en España, no hemos tenido tiempo de conversar sobre eso.

-Me dijiste que lo han soltado. No hay nada más que deba saber. No va a venir a buscarme, no sabe donde estamos y dudo que se acuerde de mi.

-Ven conmigo un momento por favor.

-Esta bien -bajé con ella y me llevó al despacho del padre de Jayden-. No voy a hablar de nada estando él delante. -Solté al verlo.

-No somos enemigos Adriana, al contrario.

-Permíteme que lo dude.

-Adri por favor. ¿Puedes comportarte como una adulta? -me irritó oírlo de mi madre.

-¿Y no es eso lo que llevo haciendo desde hace tres años?

- Hija...

-No. ¿Qué te roben tu adolescencia no es ser una adulta? Porque yo creo que sí.

-Déjala Lola, es normal que se sienta así.

-Usted que sabrá -le contesté a Thomas.

-¡Adriana! -me advirtió.

-¿Por qué tenemos que hablar estando él presente?.

-Porque os tenemos que contar algo importante y no sabemos como lo vais a tomar. -Dijo mi madre.

-¿Estáis juntos? -pregunté.

-No por dios -escuché decir a su padre.

-¿Qué tiene mi madre de malo para que lo digas así? -Dije vacilante con las manos sobre mis caderas.

-Tu madre es una excelente mujer, sin embargo no es eso de lo que va a tratar nuestra conversación.

-¿De qué entonces? -insistí.

-¿Se lo has contado ya? -me preguntó y por un momento no entendí que podía saber él que quisiera que contase.

-Espera... -hice una pausa al caer en lo que se refería-. ¿Se lo has contado? -miré a mi madre.

-Hija. - intentó calmarme.

-¿Por qué? -pregunté furiosa.

-¿Puedes esperar a que estemos los cuatro? Está todo relacionado.

-¿Mi violación tiene que ver con que nos queráis separar? -grité sin darme cuenta.

Hubo silencio de unos segundos, la puerta se abrió dando un golpe al mueble de atrás y Jay se paró en medio de los tres.

-¿Qué está pasando? -preguntó mirando a su padre.

-Hijo, menos mal que estás aquí. Ya podemos sentarnos a hablar. -Le respondió indiferente.

-¿Hablar? -río sarcásticamente-. ¿Acaba de decir que la violaron y tu quieres hablar? -Me miró.

-¿Lo has... -dejé de hablar y miré a mi madre-. Esto es lo que querías ¿no?. ¿Qué lo supiera para que me tuviera asco y me dejara? -Me limpié una lagrima con rabia.

¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora