Adriana
Necesitaba darme una ducha, me metí en el cuarto de baño y cerré. Escuché como después de dar unas cuantas vueltas por la habitación se marchó, encendí el grifo de la ducha y cuando me fui a quitar la ropa tocaron a la puerta.
-No te vas a meter conmigo si es eso lo que quieres -dije en alto mientras apagaba el grifo, abrí la puerta y no fueron sus ojos con los que me encontré-. ¿Qué quieres mamá?.
-Cariño quiero que hablemos.
-Si es sobre Jay no tenemos nada de que hablar.
-No, es sobre ti. Quiero contarte todo lo que pasó en España, no hemos tenido tiempo de conversar sobre eso.
-Me dijiste que lo han soltado. No hay nada más que deba saber. No va a venir a buscarme, no sabe donde estamos y dudo que se acuerde de mi.
-Ven conmigo un momento por favor.
-Esta bien -bajé con ella y me llevó al despacho del padre de Jayden-. No voy a hablar de nada estando él delante. -Solté al verlo.
-No somos enemigos Adriana, al contrario.
-Permíteme que lo dude.
-Adri por favor. ¿Puedes comportarte como una adulta? -me irritó oírlo de mi madre.
-¿Y no es eso lo que llevo haciendo desde hace tres años?
- Hija...
-No. ¿Qué te roben tu adolescencia no es ser una adulta? Porque yo creo que sí.
-Déjala Lola, es normal que se sienta así.
-Usted que sabrá -le contesté a Thomas.
-¡Adriana! -me advirtió.
-¿Por qué tenemos que hablar estando él presente?.
-Porque os tenemos que contar algo importante y no sabemos como lo vais a tomar. -Dijo mi madre.
-¿Estáis juntos? -pregunté.
-No por dios -escuché decir a su padre.
-¿Qué tiene mi madre de malo para que lo digas así? -Dije vacilante con las manos sobre mis caderas.
-Tu madre es una excelente mujer, sin embargo no es eso de lo que va a tratar nuestra conversación.
-¿De qué entonces? -insistí.
-¿Se lo has contado ya? -me preguntó y por un momento no entendí que podía saber él que quisiera que contase.
-Espera... -hice una pausa al caer en lo que se refería-. ¿Se lo has contado? -miré a mi madre.
-Hija. - intentó calmarme.
-¿Por qué? -pregunté furiosa.
-¿Puedes esperar a que estemos los cuatro? Está todo relacionado.
-¿Mi violación tiene que ver con que nos queráis separar? -grité sin darme cuenta.
Hubo silencio de unos segundos, la puerta se abrió dando un golpe al mueble de atrás y Jay se paró en medio de los tres.
-¿Qué está pasando? -preguntó mirando a su padre.
-Hijo, menos mal que estás aquí. Ya podemos sentarnos a hablar. -Le respondió indiferente.
-¿Hablar? -río sarcásticamente-. ¿Acaba de decir que la violaron y tu quieres hablar? -Me miró.
-¿Lo has... -dejé de hablar y miré a mi madre-. Esto es lo que querías ¿no?. ¿Qué lo supiera para que me tuviera asco y me dejara? -Me limpié una lagrima con rabia.
ESTÁS LEYENDO
¿Puedo besarte?
Teen FictionPrimer libro de la bilogía 💋Pídemelo 💋 Adriana de 17 años, vivió una de las peores "experiencias" que se pueden sufrir en la vida. Por ello su madre decide trasladarse con ella a California. Aquí conocerá a Jay, amable, cariñoso y muy atractivo. P...