Capítulo 8

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Adriana

Pasó una media hora hasta que volví y los vi. Tiffany restregándose contra Jay y él dejándose hacer. Me dio tanta rabia que cuando llegaron unos amigos de ellos y me ofrecieron una lata de cerveza ni lo pensé, la abrí y empecé a tomar sin descanso.

-¿No habías dicho que no te gustaba?- se burló Sophie.

-He cambiado de idea.-le guiñé un ojo.

-Si lo que quieres es emborracharte aquí traigo la solución -dijo un chico al que no había visto nunca.- Por cierto, soy Ethan.-Me tendió la mano y me pasó una botella.

-¿Everclear?, tiene nombre a producto de limpieza.

-Jajaja, esto es 95% de puro alcohol, ten cuidado no vayas a dar un gran...- destapé el tapón y le di un buen trago,-...sorbo. Vaya si que eres valiente.

-¿Puedo tomar un poco más?- era muy fuerte y asqueroso, no sabía cómo me iba a sentar pero necesitaba una distracción.

-Claro, toda tuya.- fui a dar otro sorbo cuando alguien por detrás llegó y me le arrancó de las manos.

-¿Se puede saber que estás haciendo?, ¿quién te la ha dado?.-Señalé y le dije...

-Mi nuevo amigo.

-¿Estás loco?, es sólo una niña.-me dolió que se refiriera a mí de esa manera.

-Relájate tío, hemos venido a disfrutar.-aproveché para quitarle la botella y tensó los brazos.

-Dámela - me pidió.

-No, -di un sorbo.

-Adriana, dámela.

No,-volví a beber.

-Por favor, dámela.-no respondí, en cambio me volví a llevar la botella a la boca y me la bebí de un tirón. Todos comenzaron a aplaudir, todos menos él-¿Por qué lo has hecho?

-Porque puedo, ¿vamos a por más? - les dije a los demás, pasé por su lado rozándolo y salimos de allí. Trasegué hasta el punto en el que la cabeza empezó a dar vueltas, noté como el cuerpo comenzó a pesarme, di unos pasos y dejé de ver.

- Despierta, despierta por favor.- alguien me agarraba la cara con las manos y me soplaba.-Maldita sea despierta.- abrí los ojos y me dio un dolor fuerte de cabeza.- Adriana, gracias a dios.

-¿Qué ha pasado? ¿dónde estoy?-intenté incorporarme pero me lo impidió.

-No hagas esfuerzos. Te desmayaste y te traje a casa.-no recordaba nada..

-¿Qué hora es?

-Casi las tres de la mañana, llevas inconsciente por lo menos dos horas, no quise llevarte al hospital para que tu madre no te echara la bronca.-Abrí los ojos como platos. Mamá me iba a matar al no saber nada de mi a esas horas.-No te preocupes he hablado con ella, le he dicho que no tenías batería y que dormirías en casa de Olivia para no despertarla al llegar.

-Gracias...

-¿Por qué lo has hecho?- me preguntó medio preocupado medio enfadado.

-¿Desmayarme?, no sé la gente no decide cuando hacerlo.

-Adri... hablo enserio.

-Necesitaba dejar de pensar.

-¿En qué?- volví a incorporarme y esta vez me dejó.

-Quiero irme, ¿puedes llamar a Oli y preguntarle si puedo dormir con ella?

-Siempre cambias de tema cuando te pregunto algo. No voy a dejar que te vayas, hoy duermes en mi cuarto y yo dormiré en el de invitados.-se levantó de la cama, se metió por una puerta que supuse era el baño y al segundo volvió con un vaso de agua y una aspirina.-Tómatela te sentará bien.- Me dio un beso en la frente, me deseó las buenas noches y salió. Cerré los ojos y empecé a recordar algunas cosas de lo ocurrido: Oía voces de fondo pidiendo ayuda y sentía como alguien de un aroma familiar me alzaba. Escuché como pedía que despertara pero mis párpados pesaban demasiado como para obedecer. No sé cuanto tiempo luché contra eso hasta despertar. Me habían pedido que tuviera cuidado porque nunca había bebido y no hice caso. Aquella imagen, verlos tan pegados me cegó y no me dejó pensar con claridad. Odiaba sentir esas cosas pero no podía evitarlo. En algún momento entre mis pensamientos, me quedé dormida y comenzaron las pesadillas.

Para, no me toques, por favor, dime que quieres... Quiero jugar contigo decía aquel hombre, llevas demasiada ropa vamos a quitarla. No por favor, déjame ir. Fue posando sus sucias manos por mi cuerpo y de un tirón rompió mi camisa. Para, lo golpeaba pero seguía, para. Me dio un puñetazo en la cara y caí al suelo. Si te resistes será peor para ti bonita, esto fuera. Me sujetó con fuerza y recorrió mi piel con su lengua, me arrebató los pantalones, arrancó mis bragas y me penetró. Basta, no, porque haces esto, déjame ir, socorro. Gritaba sin parar pero nadie me escuchaba, cierra la boca zorrita y me golpeó de nuevo para hacerme callar.

-Adriana,-Jayden me despertó.-Estás sudando y gritabas en sueños. ¿Qué pasa?- lo miré asustada y me abracé a el.

-¿Puedes dormir conmigo?- le pedí

-¿Estás segura?-asentí. Le hice un hueco en la cama y se acostó a mi lado.-Ven aquí- me tendió el brazo y me pegué a el.

-No me dejes sola... Trazó círculos por mi espalda, sentí su respiración en mi nuca y eso me tranquilizó.

-Nunca lo haré, ¿quieres hablar de lo que ha pasado?

-Estoy muy cansada quiero dormir.

Esta bien, buenas noches peleona.

-Buenas noches Jay.




































¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora