Ayúdame, cariño, ahora me siento solo
Ayúdame, cariño, ahora tengo miedo
Ah, ayúdame, cariño, ahora me siento mayor
Y lo sé, el tiempo, no espera
Ayúdame, cariño, ahora me siento cansado
Ayúdame, cariño, ahora me siento bajo
Pero, cariño, sólo quiero dejar entrar el sol
Deja que el día venga y se vaya
Despierto con Let the Sun In de Wallows, en mi cabeza. Despierto repitiendo cada una de sus estrofas mientras cierro los ojos con fuerza, mientras me hecho la cobija hasta la cabeza y me hago un ovillo sobre la cama, siendo sostenido por cada una de las almohadas al mismo instante en que las uñas de mis dedos se hunden en mis palmas, calmando los latidos incesantes de mi corazón.
Me quedo ahí, quieto y encogido. Con las rodillas golpeteando mi pecho mientras intento que el aire entra a mis pulmones, que no se salte ni un punto del proceso en que me encuentro enfrascado. Cierro con fuerza los dedos, sintiendo cómo la carne débil de mis manos se abre, dándole paso a los hilos de sangre que no quiero ver. Entonces, cuando siento que la mañana puede acabar peor, tres golpes en la puerta me aíslan de mi ataque de ansiedad.
Respiro.
—Buenos días, cariño.
La voz de mamá es opaca, casi irreal. Me descubro de la cobija, miro hacia el techo y regulo cada latido replicante de mi corazón.
—Buenos días, mamá.
Y ahí acaba. La escucho irse por el pasillo, quizá satisfecha, quizá feliz. La escucho mientras enrollo la esquina de la cobija entre mis dedos y la estrujo hasta que no cabe ni un centímetro más en las palmas de mis manos. Y yo me quedo aquí, con la mirada puesta en el techo, con la luz transparentando las cortinas, y una canción que no me sale de la mente desde que salí del apartamento de Ezra y me monté en el auto de papá sin poder soltar palabra alguna.
Porque llevo queriendo que esa canción se vuelve en mi lema, y yo pueda reunir nuevamente mi valentía para tocar la puerta de aquel apartamento, detenerme frente a Ezra, y decirle que desde que decidió que todo esto acabara mi vida se siente más lenta, demasiado vacía y superficial.
Y solo quiero encontrar
Oh, solo quiero encontrar
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Una última Canción ✅
Teen FictionPara August, su trabajo en Gypsy Bar, se define en borrachos malhumorados y bebidas baratas. A pesar de ello, no piensa renunciar cuando, cada noche, tras cerrarse las puertas, se sube al escenario para encontrar su momento de paz, donde tanto el so...