C A P Í T U L O 9

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Intentaste dirigir la mirada hacia donde provenían las voces pero Camilo, quien aún sujetaba tu mano te termino sacando de la muchedumbre, al principio su rostro mostraba alegría pero rápidamente este cambio cuando observo el tuyo.

- Hey- aun mantenías tu rostro fijo en la gente por lo cual el chico con su mano libre dirigió tu rostro para que lo pudieras mirar- ¿Está todo bien?- su tono de voz denotaba su preocupación, por un instante volviste a mirar hacia atrás y pensaste por un momento si debías contarle sobre lo que habías escuchado, no querías arruinarle la noche al joven por una simple conversación de alguien más por lo cual sería mejor por el momento no decir nada

- Si, solo estaba distraída- notaste como al principio dudo sobre si decir algo más para después simplemente darte una sonrisa cálida, soltó tu mano y tu rostro para después hacerte un gesto con su mano pidiendo que lo siguieras

- En ese caso, vamos a buscar algo para comer, que seguirte el ritmo me ha dejado totalmente muerto- simulo con su dedo un corte en su cuello logrando sacarte una sonrisa genuina pero lo que habías escuchado aun resonaba en tu cabeza penetrando profundamente en tu mente

Al final del día te habías despedido del chico como las anteriores veces pero esta vez había algo diferente en el ambiente, te sentías contenta por haber bailado con él y que milagrosamente no hubiera sido un desastre pero a la vez te sentías insegura, aquellas chicas que están hablando sobre ti habían tocado una membrana sensible en ti, no eras lo suficientemente buena para un madrigal, en específico para Camilo, ahora el reflejo del espejo refleja todas aquellas cosas que no te agradaban de ti haciéndote sentir aun peor, con el vestido aun puesto te hiciste bolita en tu cama abrazando a una almohada intentando no llorar. El toquido de la puerta te obligo a recomponerte sentándote en la cama y que así pudieras permitir la entrada.

- Lo siento por llegar tarde cariño pero la señora Claudia nos pidió ayuda y...- apenas te había mirado tu madre cuando supo que algo andaba mal, se acercó a ti sentándose a tu lado- ¿Sucedió algo?- intentaste decirle que no pero el nudo en la garganta te lo impedía

- Estábamos Camilo y yo bailando y todo se sintió perfecto por un momento pero...- bajaste la mirada y tu respiración se notó un poco más acelerada- Me pareció escuchar que unas niñas decían que solo estaba conmigo por lastima- hacías un gran esfuerzo al mantener tus lágrimas en tus ojos

- Oh corazón- te abrazo fuertemente- Ellas no saben de lo que hablan y tu más que nadie debe saber que Camilo no es esa clase de muchacho- comenzó a acariciar tu cabello intentando relajarte- Todo está bien preciosa, solo no les hagas caso y veras como el tiempo les dirá lo equivocadas que estaban- se separó de ti para después limpiar con su mano las pequeñas lagrimas que te habían salido- ¿Estarás bien?- asentiste esperando no preocuparla más- En ese caso creo que ya puedo preguntar, ¿Las flores que están en la mesa son de él?- asentiste nuevamente mostrándole una pequeña sonrisa- Son muy bonitas y de tu color favorito- te golpeo levemente con su hombro provocando que te avergonzaras un poco

Cuando finalmente tu madre se retiró no tardaste tanto para que de nuevo tu mente se inundara de pensamientos horribles, decidiste refugiarte en el sueño y así tal vez te sentirías mejor al día de mañana.

...

El sol había salido y los Madrigal se estaban preparando para desayunar, cuando el joven bajo de su habitación rápidamente todos pudieron notar su ánimo aún más grande de lo habitual teniendo todo el tiempo una tonta sonrisa enamorada en el rostro, cuando finalmente se sentó a la mesa todos tenían puestas sus miradas sobre él.

- Veo que te fue bien ayer Camilo- rompió el silencio la abuela por lo cual el chico asintió- Me alegra el corazón ver a uno de mis nietos así de contento pero creo que hablo por toda la familia- había alzado la mano señalándolos por lo cual el joven vio como todos asentían- Al momento de decir que quisiéramos conocer a aquella chica tan maravillosa- el chico le dirigió una mirada sorprendida a su abuela

- El pueblo no deja de hablar sobre ella- comento Dolores recibiendo la atención de todos- Después de que los vieron bailar han estado cuestionándose sobre que son ustedes en realidad- se llevó una cuchara de comida a la boca

- Incluso algunas personas se nos acercaron a Dolores y a mí para preguntar- agrego Mariano, el esposo de la chica

- No veo porque debería darles explicaciones a ellos- dijo el joven antes de darle un sorbo a su tinto

- Entiendo tu pensar pero nosotros somos tu familia y por lo que hemos visto aquella niña es especial para ti- miro a todos los familiares los cuales le mostraban una sonrisa cálida por lo cual el tomo una profunda respiración

- Está bien, pensaba esperar un poco más de tiempo pero le diré hoy si desea venir a la casita por estos días- estaba a punto de comer un poco hasta que la voz de su madre le interrumpió

- Oh, ¿Qué tal el viernes?, la invitamos a cenar al igual que hizo contigo- el arcoíris se manifestó rápidamente en su cabeza por lo cual el chico no pudo evitar sonreírle debido al entusiasmo que presentaba su mamá

Todos en la familia estuvieron de acuerdo con la sugerencia de Pepa por lo cual el chico se alisto para poder ir a comentarte la idea pero lamentablemente no esperaba lo que iba a pasar, estabas tan bajoneada por lo que habías escuchado la noche anterior que te habías mantenido la mayor parte del día encerrada en tu habitación hasta que llego tu padre.

- Flaca, esta afuera Camilo- tu madre le había puesto al tanto de lo que había pasado por lo cual no le sorprendió verte de ese modo- Si no te sientes bien yo le diré que pase otro día- negaste con la cabeza para después salir hacia la puerta de tu hogar

- ¡Hey!- se detuvo cuando pudo observarte mejor- ¿Estas bien?- asentiste ligeramente

- Oh si, solo estoy un poco cansada- intentaste mostrarle una sonrisa para que así tus palabras sonaran más reales- ¿Sucede algo?- se mostró dudoso de lo que decías pero aun así continuo

- Algo así... quería saber si el viernes ¿Quisieras venir a cenar con mi familia?- aquella proposición te tomo por sorpresa, querías aceptar pero el constante recordatorio en tu mente sobre las palabras de las chicas te hizo dudar, si no eras lo suficientemente buena para el mucho menos lo serias para su familia

- Eh...- te ruborizaste por tus pensamientos- Tendría que decirle a mi madre- le dijiste en forma de excusa

- Oh si claro, no lo había pensado antes- se acarició la nuca con la mano algo avergonzado- Entonces si quieres paso mañana aunque sinceramente no creo que tu madre me diga que no- su risa calmo un poco tu mente haciendo incluso que sonrieras verdaderamente

- Está bien, te veo mañana – ambos se despidieron

Te habías regresado a tu habitación por lo cual tu mamá te siguió preguntándote el por qué había llegado el chico, le platicaste lo que te había propuesto por lo cual lograste ver como su rostro se iluminaba de alegría.

- Claro que puedes ir pero si tú no te sientes cómoda no te obligare a hacerlo- te encontrabas en sus brazos sintiéndote un poco más segura

- Yo si quiero ir pero en verdad...- tomaste una profunda inhalación- Solo necesito relajarme y pensar las cosas mejor- te había dejado de abrazar para que así la pudieras ver de frente

- Si eso es lo que necesitas puedes contar con mi ayuda- te dirigía una pequeña sonrisa

𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora