C A P Í T U L O 13

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Cuando finalmente la mañana del día viernes llego estabas con los ánimos hasta el cielo desde que habías despertando, claramente tus padres notaron tu energía positiva por lo cual intentaron calmarte para que pudieras presentarte a la cena de una forma más relajada, la emoción la sentías por el hecho de que estarías en una situación más íntima con Camilo pero también en tu interior sentías un poco de nervios debido a que te encontrarías por primera vez de frente con la familia Madrigal, mirabas detenidamente tu armario esperando que el vestido perfecto se manifestara de entre todos los que había.

El vestido rojo que habías usado aquella noche sin duda era fantástico en varios aspectos pero sentías que sería algo raro volver a usarlo tan pronto, echaste de nuevo un vistazo a las prendas llamando tu atención un vestido con vuelo color verde limón claro el cual tenía pequeños holanes en las mangas, al final de la falda poseía un bordado en forma de ondas en color blanco lo cual le daba un toque haciéndolo no tan simple.

Decidiste que ese sería el vestido que usarías completándolo con unos aretes en forma de gota en color plateado, te miraste un instante en el espejo analizando tu reflejo viendo si algo podías mejorar por lo cual lentamente subiste tu mirada por todo tu cuerpo deteniéndote en tu muñeca, la pulsera aún seguía desde el primer momento en que el chico te la había puesto y sinceramente no pensabas quitártela y aun que lo hubieras querido aquella combinaba maravillosamente contigo.

Estabas sentada en tu cama esperando que el tiempo pasara más rápido pero tus nervios solo hacían lo contrario, tu mamá entro a tu habitación sentándose a tu lado preguntándote si todo ya estaba listo por lo cual asentiste.

- Sabes que creo que falta- la miraste confundida- Cuando vino Camilo por primera vez a la casa él nos trajo un regalo por así decirlo- te dirigió una mirada esperando que captaras lo que ella estaba pensando

- Ay no... no les llevo nada- te diste con tu mano un golpe en la frente- Ya es tarde para pensar en algo así que... solo me disculpare y después les daré algo ¿Suena bien verdad?- tu madre asintió relajándote un poco

- Todo saldrá bien cariño- acomodo un mechón de tus cabellos que caían sobre tu rostro- Eres una maravillosa persona y ellos claramente lo notaran, así que...- se acercó a tu rostro dándote un pequeño beso en la frente- Calma esa mente tuya y deja que todo fluya- con la sonrisa de tu madre sentías que finalmente todo había mejorado

Habían pasado unos minutos cuando se escuchó el golpeteo de la puerta principal dándote un subidón de adrenalina acompañada de un golpe de nervios en el estómago, tu madre había salido del cuarto antes que tú para poder abrirle al chico así que por unos segundos te quedaste sola en el lugar, colocaste tus manos en tu pecho sintiendo tu corazón acelerado para después tomar una profunda respiración.

- Todo saldrá bien- te dijiste a ti misma antes de salir de la habitación, apenas habías cerrado la puerta de tu cuarto cuando escuchaste su hipnótica risa acompañada de la estruendosa risa de tu padre

Ambos se encontraban charlando en el umbral de la puerta mientras que tu madre solo los observaba, al parecer tu padre había llegado antes que tu mamá para abrirle la puerta al muchacho, te acercaste lentamente captando la atención de todos rápidamente.

- Flaca- se acercó tu padre a ti tomándote delicadamente de la mano- ¿Estas lista?- asentiste con una pequeña sonrisa la cual el correspondió con una sonrisa cálida, tu mamá se hizo a un lado para que el pudiera acercarte a la puerta entregando tu mano al chico el cual la tomo suavemente- Recuerda lo que te dije chico- dijo simulando un tono de dureza

- No lo olvido señor- te volteo a mirar durante un instante- Regresaremos en un par de horas- coloco su mano en tu hombro encaminándote

- Oh no se preocupen por el tiempo, estaremos aquí esperando- te diste la vuelta despidiéndote con la mano de tus padres

Caminaron durante un rato en silencio solo escuchando el ligero viento que movía el pasto y las flores, volteaste un segundo para mirarlo encontrándote con que sus ojos ya te observaban, desviaste la mirada claramente ruborizada provocando que el chico se riera por tu reacción.

- Casi no se nota lo nerviosa que estas- regresaste tu mirada hacia el mostrando una expresión exagerada de molestia la cual el contesto con una sonrisa burlona

- Hablando enserio, me veo mucho más tranquila de lo que me siento- jugueteabas con tus dedos tronándolos uno por uno- Pero sin duda estaría peor si no hubiera pasado lo de ayer- le dirigiste una sonrisa y mirada tímida al joven

- Me hace feliz el haberte ayudado- ambos se dirigieron una mirada dulce para después el chico tocar delicadamente el olán de tu brazo con una de sus manos- Cada día me sorprendes más- lo miraste confundida- Lo que quiero decir es que hoy te ves radiante además de que...- alzo su mano izquierda para que pudieras ver que aun traía su pulsera- Venimos iguales- le mostraste una gran sonrisa

- Te la pusiste porque hoy vendría ¿Cierto?- el negó rotundamente con la cabeza ante tu afirmación para después soltar una pequeña risa

- ¿No la viste ayer?- negaste, desvió su rostro el cual mostraba un sonrojo en sus mejillas- Bueno estabas mal así que era lógico que no la vieras- enfoco su mirada en ti viendo que estabas algo confundida- No me la he quitado desde que tú me la diste- sonreíste ruborizada por el hecho de imaginarte al chico todo este tiempo con ella

- Eso es muy lindo- lograste ver como sus mejillas se enrojecían aún más- Y es mucho más lindo porque yo tampoco me la he quitado- el chico mostro una sonrisa alegre al ver tu muñeca decorada

- Oye, es especial para mi ¿Cómo vas a creer que me la voy a quitar?- estaban tan concentrados en ambos que casi fue una sorpresa toparse de frente a la casita

𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora