C A P Í T U L O 28

754 71 9
                                    


Se encontraba de pie entre toda la gente mirándote con un profundo odio en sus ojos logrando de algún modo que te pusieras algo tensa.

- Lo estás haciendo bien no tienes de que preocuparte- hablo el chico en respuesta a cómo te habías puesto sin saber en realidad porque había sido

- Claro que lo hago bien- rio el al escucharte- Pero no es por eso que me preocupe- escuchaste como el emitió un sonido de confusión- Ella está aquí- sentiste como él se incorporó para después relajarse un poco

- ¿Quieres que haga algo?- negaste con la cabeza a pesar de que él no te podía ver, no dejarías que ella te hiciera sentir mal por lo que sentías así que simplemente sonreíste en dirección a ella para después mover lentamente tu mano acariciando la espalda del chico

- No, al contrario quiero que vea que ya no me importa lo que ella diga, que vea en si mi felicidad- sentiste como el chico te sujeto con fuerza indicando sin palabras que se sentía orgulloso por lo que habías dicho

La música había cesado durante un segundo para después comenzar a sonar otra melodía, el joven se había incorporado con la intención de que siguieran bailando pero al ver que lo mirabas fijo se mostró confundido, tomaste sus manos conduciéndolo lejos del centro riendo en el proceso debido a la confusión que mostraba.

- ¿No quieres bailar más?- moviste la cabeza negando mientras reías, se encontraban al pie de las escaleras que daban hacia las habitaciones de los Madrigal por lo cual subiste un escalón jalándolo ligeramente

- Podemos hacerlo después porque ahora quiero darte algo- soltaste una de sus manos para con la otra jalarlo obligándolo a que subiera las escaleras contigo

Subieron sin darte cuenta de lo que sucedía abajo en la pista, aquella chica molesta había logrado ver como ustedes se alejaban por lo cual se acercó con apuro hacia las escaleras en un intento de crear de nueva cuenta un show pero antes de que si quiera pudiera colocar un pie en esta un par de tallos con pequeñas espinas se colocaron enfrente de ella formando una cruz impidiendo su camino, soltó un gruñido de frustración.

- Deberías regresar con todos los demás- hablo Isabela con un tono serio teniendo detrás de ella a Dolores quien la miraba con los ojos extremadamente abiertos, la chica intento calmar su molestia alejándose indignada provocando unas cuantas risas de parte de las nietas mayores

- No puedo creer que ella siga insistiendo- comento Dolores mientras veía como la mencionada se retiraba de la casita murmurando para sí misma

- Siempre habrá personas molestas en el mundo- movió su mano haciendo que los tallos se hicieran pequeños al punto en que parecían simple yerba, giro su mirada hacia su prima- Me quedare aquí un rato viendo que nadie los interrumpa si quieres puedes ir con Mariano- la chica asintió alejándose

...

Le pediste al chico que esperara afuera del cuarto de Mirabel donde tú habías entrado tomando su regalo entre tus manos, tomaste una profunda respiración para después salir de la habitación escondiendo el obsequio detrás de ti a pesar de la mirada curiosa de él, el ruido y la cantidad de gente que había te intimidaba un poco lo cual él pudo notar.

- ¿Quieres ir a un lugar tranquilo?- te pregunto por lo cual asentiste con un pequeña sonrisa nerviosa en el rostro- Ven- había comenzado a caminar por lo cual lo seguiste dándote cuenta que te había llevado hacia su cuarto

Sostenía su puerta esperando que pasaras pero tu tenías aun algunas dudas sobre si aquello era correcto pero sin duda preferías entrar y así tener un poco más de privacidad con él, escuchaste como la puerta se cerraba detrás de ti pero aquello ni siquiera había sido relevante para ti al ver como era su habitación, no había ningún rincón del lugar que no estuviera tapizado con un espejo o con una tela rojiza y ni hablar del escenario de madera que se encontraba a lo lejos, todos los espejos a tu alrededor te devolvían tu imagen ya sea de forma normal o de maneras distorsionadas debido a ellos, sentiste como él te tomaba de la mano sacándote de aquel trance por lo cual lo miraste viendo como el soltó una risa por tu expresión, jalo de tu mano conduciéndote hacia su cama la cual estaba decorada con un techo y cortinas de la misma tela roja amarrada con un listón amarillo a los doseles de la misma, delicadamente ambos se sentaron en ella teniendo aun escondido detrás de ti el regalo.

- Pensé que te gustaba mirarte al espejo- hablo con pequeñas risas claramente burlándose por la expresión que habías hecho al entrar

- Si pero nunca pensé tener una vista completa de mi- reíste tamborileando el obsequio con tus dedos

Bajaste tu mirada tomando una profunda respiración para después lentamente extenderle el regalo, alzaste la mirada logrando ver como el chico se mostraba sorprendido y alegre al mismo tiempo tomándolo con delicadeza, dirigió su mirada hacia ti como si esperara tu aprobación para poder abrirlo así que le asentiste viendo como este comenzaba a desatar el nudo del listón verde para después quitar el papel color café, miro durante un largo tiempo el lienzo que tenía en sus manos analizando seguramente cada detalle de él, te sentías un poco nerviosa debido a que el no había dicho ninguna palabra: desde que habías confirmado cuando era el cumpleaños del chico te habías puesto manos a la obra en hacerle un bonito retrato donde su rostro estaría de frente siendo acompañado con flores anaranjadas y amarillas en la parte del fondo, desbordaste todo tu amor hacia el en aquella pintura por lo cual en verdad esperabas que a él le gustara.

- Es demasiado hermoso...- hablo en un tono bajo- T/n... eres extremadamente talentosa- tomo tu rostro con una de sus manos obligándote a que vieras su cara de felicidad provocando que rieras un poco- ¿Así es como me vez?- intentaste desviar la mirada pero el sonrojo que tenías claramente él lo pudo notar dirigiéndote una sonrisa de orgullo

- P-pensé que tu regalo debía ser algo muy especial y no se me ocurrió otra idea más que pintarte y en si coloque las flores porque son muy lindas, además de que siento que de algún modo... las podrás relacionar conmigo- ahora que decías en voz alta tus pensamientos sentías que sonaban algo patéticos y tontos logrando que te avergonzaras aún más, se estiro el joven un poco dejando la pintura sobre el buro que se encontraba al lado de su cama

- Ven aquí linda- te había abrazado con la intención de cayeran hacia la cama provocando que soltaras una risa nerviosa por lo repentino que había sido

Sentiste como sus brazos te apretaban con fuerzas al mismo tiempo que restregaba su mejilla en la tuya riendo suavemente para después simplemente quedarse abrazados, tenías tu cabeza recargada en su pecho escuchando su tranquilo corazón sintiendo como el acariciaba dulcemente tu brazo, había bajado su mano tomando levemente tu falda soltando lo que parecía ser un sonido de sorpresa.

- Pinceles, hasta en esos detalles pensó Mirabel- soltó un suspiro dejando de sostener tu falda apegándose más a ti hundiendo su rostro en tu cabello- ¿Ahora si me crees que ellos te quieren?- susurraste un si en su oído

Estuvieron así unos cuantos minutos sintiendo ambos sus respiraciones hasta que repentinamente el chico se alejó un poco, recargo todo su cuerpo en su codo alzándose ligeramente dejando de abrazarte para así poder tomar con su mano tu rostro, te miraba de manera dulce hipnotizándote con aquellos ojos verdes acercándose poco a poco a ti, estiro su mano llegando a tomar sutilmente tu cuello moviendo ligeramente tu rostro brindándote de manera inesperada un beso en la mejilla.

𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora