C A P Í T U L O 6

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Habían pasado un par de días y tanto Camilo como tú habían decidido no verse durante ese tiempo con el simple propósito de aclarar sus sentimientos, pero siendo realistas al chico le había costado un poco mantenerse alejado de ti ya que deseaba saber más de ti pero por el bien de su corazón y mente se mantuvo firme en su decisión.

Solo 5 días habían pasado desde la última vez que se habían visto y finalmente te armaste de valor para poder volver a verlo, tomaste las cosas necesarias para la idea que había estado rondando en tu cabeza desde hace unos días, sin duda pondrías en práctica lo que tu madre te había dicho y aconsejado aquella noche, te despediste de ella diciendo que irías a visitar al chico recibiendo una respuesta afirmativa de ella.

Debido a lo que llevabas te sentías algo cansada cuando llegaste a la casita, dejaste las cositas recargadas en la pared y tomando una profunda respiración tocaste la puerta, esperabas que alguien de los Madrigal te abriera la puerta pero fue una grata sorpresa cuando fue el mismo chico quien lo hizo.

- ¡T/n!- el chico se mostraba sorprendido y alegre con el simple hecho de verte- ¿Qué te trae por aquí?- se recargo en el marco mostrándose relajado

- Bueno quería ver si quieres acompañarme a la plaza a hacer unos cuantos retratos- querías ver como el joven se comportaba en tu aspecto más creativo por lo cual esta sería la oportunidad perfecta

- Por supuesto, ¿Pasaremos por tu casa por tus cosas o...?- una loza del piso le pego suavemente en la pierna para después señalarle de alguna manera hacia los tres bancos que habías traído- ¡¿Cargaste esto tu sola?!- asentiste algo avergonzada- Vaya, me halaga mucho que estabas tan confiada de que te daría un sí a tal punto que ya estabas lista- rio un poco para después caminar hacia tus cosas, se transformó en Luisa cargando finalmente los tres bancos

Intentaste tomar uno de los que cargaba pero se negó a tu ayuda argumentando que ahora era su turno de llevar las cosas, apenas llegando a la plaza se destransformo colocando dos de los bancos enfrente de ti provocando que soltaras una risita que lo confundió.

- ¿Acaso crees que soy una mala persona?- te habías señalado el pecho con la mano mientras caminabas hacia los dos bancos

- Oye yo solo pensé que me quedaría parado viéndote- coloco sus manos en su cintura inclinándose un poco hacia ti como si la verdadera culpable fueras tu

- Pues no, tu castigo es quedarte a mi lado sentado mientras dibujo- colocaste el asiento al lado del tuyo para después indicarle con la mano que se sentara

Estuvieron unos cuantos minutos simplemente charlando hasta que una pequeña niña vino pidiendo que la dibujaran a ella junto con su peluche favorito, aceptaste por lo cual comenzaste a garabatear en tu libreta al principio sintiéndote como todas las veces anteriores hasta que sentiste un peso en tu hombro, desviaste la mirada pudiendo notar como el chico había recargando su mandíbula en ti, sus ojos estaban fijos en la hoja que sostenías pero lentamente subió su mirada hacia tus ojos mostrándote una suave sonrisa.

Regresaste tu mirada y atención al dibujo a pesar del calor que había subido a tu rostro, pasado un par de minutos el boceto estaba terminado por lo cual arrancaste la hoja del cuaderno para así poder entregársela a la niña, la expresión de alegría en su rostro iluminaba tu corazón, se acercó a ti para lo que suponías era poder darte un abrazo pero te sorprendió cuando tomo bruscamente tu rostro entre sus manos pequeñas acercando tu oído a sus labios.

- ¿Estas saliendo con un Madrigal?- su pregunta te ruborizo profundamente pero tuviste el raciocinio como para negarle con la cabeza, la niña soltó una risita al ver tu rostro para después salir corriendo hacia su madre

- ¿Qué te dijo?- se encontraba señalando con su mano por donde se había ido la pequeña corriendo

- Nada importante, cosas de niños- reíste disimulando tu vergüenza y sonrojo

Tiempo después te encontrabas dibujando a una señora con unas bonitas trenzas sobre sus hombros, a pesar de lo concentrada que estabas dibujándolas sentías la tranquila respiración del chico sobre ti, intentaste seguir concentrada en el boceto marcando los rasgos de los ojos cuando su voz te distrajo.

- Sabes...- se había separado de ti estirando sus brazos por encima de su cabeza para después volver a recargarse en tu hombro- No estoy de acuerdo con lo que dijiste- le mostraste una mueca de confusión a lo cual el simplemente sonrió más- Estar a tu lado no es un castigo- de algún modo aquellas palabras acompañadas de su sonrisa lograron dejarte en blanco

Solo mirabas sus ojos sintiendo como un pequeño calor se apoderaba de tus mejillas y para cuando finalmente reaccionaste rápidamente desviaste la mirada hacia el papel, escuchaste como el chico se alejó de ti riendo por como habías actuando sintiéndote aún más avergonzada, seguiste dibujando a pesar de las palabras sarcásticas del chico sobre que eras tan cerrada con lo que sentías, finalmente te disculpaste con la mujer por el tiempo de espera pero ella negó diciendo que no era necesario ya que le había encantado el resultado.

- ¿A ella si le permites un halago?- su codo recargado en una de sus piernas estaba sirviendo de apoyo a la palma de su mano la cual sostenía su mandíbula

- También te los permito a ti- dijiste acomodando algunas de tus cosas para después pararte del banco

- Si pero con ella no te avergüenzas, simplemente no le veo la diferencia- se había puesto delante de ti como si quisiera que siempre le dirigieras la mirada, recogiste tu pequeño bolso del suelo antes de volverlo a mirar

- Velo de esta manera, es como si yo de la nada te dijera que tus ojos verdes son hermosamente hipnóticos- tomaste con un brazo tu banco viendo por el rabillo del ojo como el chico se quedaba en blanco y cuando finalmente reacciono le costó un poco hablar

- ¿A-a que te refieres con eso?- alzaste los hombros haciéndote la desatendida mientras caminabas- ¡Oye! no me puedes dejar así- reíste

- Mejor trae lo que falta y tal vez así me apiade de ti- el chico te hizo caso llevando los dos bancos que faltaban

𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora