𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)

C A P Í T U L O 18

Terminada la labor la chica se despidió de ambos saliendo de la casa con una notoria sonrisa en el rostro llevando la caja pegada a su pecho, no podía dejar de sonreír el chico lo cual claramente noto su tía la cual no dudo ni un instante en preguntarle.

- Entonces ¿Qué te dijo?- él la miro sorprendido recibiendo una mueca de ella como si todo fuera bastante obvio- Ay por favor mijo, ¿Crees que acaso no note que traía los aretes que habías estado dibujando hace unos días?- le mostro una sonrisa avergonzado de que notara aquellos actos suyos

- Está bien, dijo que si y en verdad eso me hizo muy feliz- se acercó la mujer acariciándole con su mano una de sus mejillas para después alejarse siguiendo atenta a lo que estaba preparando- ¿Puedo preguntarte algo tía?- la mujer asintió mientras amasaba algo- ¿Cómo supiste que el tío Agustín era el indicado para ti?- se escuchó como repentinamente ella dejo de amasar logrando ver como su mirada se había perdido para después soltar un suspiro mostrando una tierna sonrisa

- Cami, cada persona tiene sus propias señales para saber eso- se acercó a él mientras limpiaba sus manos con un trapito recargándose en la encimera- En mi caso fue que a pesar de que a veces tu tío se mete en problemas no dejaba de producirme el mismo sentimiento- la miro con algo de curiosidad

- ¿Cuál?- la mujer le dirigió una sonrisa dulce a pesar de la mueca de confusión que el mostraba

- Tranquilidad- había llevado sus manos a su pecho- Por supuesto que a veces hace ciertas cosas o detalles que aceleran mi corazón pero cuando estoy a su lado...-

- Sientes paz- interrumpió el castaño viendo como ella asentía- Creo que entiendo lo que dices- por supuesto que comprendía lo que le decía su tía, había momentos donde la chica lo ponía ligeramente nervioso pero no podía negar que cuando pasaban tiempo juntos se sentía extremadamente tranquilo e incluso lo había sentido ese mismo día cuando te había abrazado

- He incluso lo vi con tu madre cuando empezó a salir con tu papá, causaba horrendas lluvias o huracanes debido a su carácter pero cuando estaba con Félix los días eran maravillosamente soleados y hermosos, no solo le transmitía tranquilidad sino que también le ayudo a que ella misma se la generara- la mujer se colocó enfrente de él tomando entre sus manos el rostro del chico alzando su mirada- Sé que aun eres joven cariño pero siempre hay señales que nos indican que vamos por un buen camino y si tu sientes- señalo con uno de sus dedos a su propio corazón- Y piensas- señalo a su cien- Que ella es la indicada no dudes en demostrárselo y finalmente decírselo, y por favor siempre ten en cuenta que tu familia te va a apoyar sin importar que y si quieres mi opinión como tu tía que soy- lo miraba tan dulcemente que el chico solo podía sonreírle- Creo que vas por buen camino- el chico le dirigió una sonrisa sutil

- Gracias tía, en verdad necesitaba escucharlo- la mujer le dirigió una última sonrisa antes de alejarse

Aquellas palabras penetraron en la mente del chico dejándolo por un momento pensativo sobre todo lo que sentía pero sin importar todas las vueltas que daba siempre llegaba a la misma conclusión: eras la indicada.

- Toma- lo había sacado de su trance la voz de la mujer quien le tendía de frente un pequeño plato con un par de arepas- Solo no le digas a nadie que te las di- soltó una pequeña risa que hizo sonreír al muchacho

A lo lejos te encontrabas en tu casa específicamente en tu habitación observando más detalladamente el espejo que habías recibido por parte de él, mirabas tu reflejo prestándole suma atención al nuevo par de aretes que sin duda eras más que hermosos, tu corazón se sentía cálido debido a este gesto dulce que había tenido el contigo el cual solo provocaba que confirmara más lo que sentías hacia él. Escuchaste a tu madre hablar desde la entrada anunciando que había llegado por lo cual no dudaste ni un instante en ir a contarle lo que había pasado aquel mismo medio día.

- Son muy hermosos- dijo mientras miraba ambos obsequios- Cada vez me sorprende más pero sin duda en ningún momento deja de ser encantador contigo- te dirigió una mirada curiosa que te confundió- ¿Cuándo piensas decirle que estas enamorada de él?- te asombraste de que lo preguntara con tanta naturalidad dejándote algo avergonzada- Yo lo decía porque creo que él te está dando señales muy obvias de que siente lo mismo por ti y puede que sea vieja pero no estoy ciega mi vida, cada vez que lo vez o regresas de estar con él tu mirada brilla e incluso tú misma me lo has dicho, ¿Qué te detiene cariño?- soltaste un suspiro

- Creo que es el tiempo, solo hemos estado juntos por tres meses ¿No crees que es algo pronto?- viste como tu madre movía su mano indicado que era mitad verdad y mitad falso- No pienses mal por supuesto que quiero decirle y por fin poder sentirme libre con mis sentimientos pero la verdad quisiera esperar un poco más, pasar más tiempo con él y así tal vez esto no se sienta apresurado- tu madre acaricio con su mano tu mejilla lanzándote una mirada como si entendiera todo

- Está bien mi vida, si lo piensas un poco más desde afuera creo que si podría verse un poco apresurado- asentiste- Gracias por decírmelo cariño, me alegra que tengas bien defino lo que sientes y que estés dispuesta a decirlo a su debido tiempo, porque si te soy sincera lo único importante aquí es que estés segura de que él es el correcto para ti y que también te sientas cómoda a su lado- recogió un mechón de tu cabello que había caído sobre tu rostro

- De hecho siento que él me ha dado mucha paz y confianza y simplemente solo aumenta todo lo que siento hacia él, dándome muchas más razones para soltarle toda la verdad- reíste- Sueno como una tonta enamorada- tapaste con una de tus manos tus ojos claramente ruborizada

- Es que lo eres cariño- te dijo tu madre juntando su hombro junto al tuyo claramente haciéndote una pequeña burla por lo que sentías provocando que ambas rieran

Estuviste los siguientes días acudiendo de manera más esporádica a la casita para así poder obtener un poco más de tiempo para poder pensar en qué tipo de regalo darle a los trillizos, finalmente tuviste una buena idea apenas cuatro días antes del día acordado por lo cual no tardaste nada en acudir a cierto lugar para que pudieran realizar los regalos los cuales te dijeron que los obsequios estaría listos el mismo día de la fiesta, mientras tanto también ayudabas a la familia a decidir ciertas cosas sobre el cumpleaños logrando pasar mucho más tiempo con la familia del chico quitando cualquier nervio que sentías.