C A P Í T U L O 14

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No era la primera vez que estabas ahí pero sin duda había algo en ese momento que te hacía sentir abrumada, inconscientemente diste un paso hacia atrás en un intento de mantener el equilibrio sintiendo como tu corazón latía rápidamente, el chico pudo notar aquello por lo cual se apresuró a tomar tu antebrazo.

- No planeas salir corriendo ¿Verdad?- reíste un poco nerviosa ante aquella idea

- Solo estoy nerviosa- lentamente el joven fue soltando tu brazo para después tenderte el suyo indicando que lo tomaras lo cual hiciste

- Sé que aun te sientes mal por lo que paso pero recuerda que no estás sola- coloco su otra mano encima de la tuya acariciándola suavemente calmando tu corazón- ¿Estas lista?- asentiste

Apenas habías asentido cuando la puerta de la casita se abrió iluminando tú vista con una tenue iluminación cálida producida por las farolas que había adentro, Camilo te miro dirigiéndote una sonrisa antes de entrar calmándote aún más, la casita se veía igual que la anterior vez que habías estado pero esta vez se notaba la tranquilidad en esta, se escuchaban a lo lejos algunas voces por lo que el chico te condujo hacia ellas entrando a lo que parecía ser la cocina que compartía espacio con un comedor, miraste a tu alrededor notando que la mesa ya estaba puesta.

- Má- escuchaste hablar al joven haciendo que voltearas de inmediato viendo como Pepa, la Madrigal que controla el clima se acercaba a ustedes- Ella es t/n, la chica de la que les he estado hablado- miraste por un instante al chico sintiéndote algo avergonzada por lo que había dicho

- Oh es un placer el que estés esta noche con nosotros- el chico te había soltado permitiendo que la mujer pudiera estrechar tu mano de manera muy amistosa

- Hemos escuchado muchas cosas buenas de ti chica- apareció detrás de ella Félix el esposo de la mujer llevando en sus manos dos pequeños recipientes

- ¡Pá!- exclamó el joven claramente avergonzado para después carraspear en un intento de ocultarlo- Ven, te llevare a conocer a los demás- caminaste detrás de él hacia el otro extremo del lugar conociendo a la familia de Julieta junto con Bruno quien estaba ayudando a su hermana a terminar de realizar la cena

- ¿Dónde está la abuela?- pregunto el chico a su madre cuándo habían regresado al comedor

- Dice que en un momento baja- apareció Dolores acompañada de su esposo Mariano los cuales te saludaron con una sonrisa- Eres tan bonita como tu voz- pronuncio la joven cuando se acercó lo suficiente a ti avergonzándote un poco

Le dirigiste una sonrisa a ella en forma de agradecimiento para después escuchar cómo una ave se acercaba al lugar, por el umbral entro un tucán el cual se reposo en la silla que estaba enfrente de ti observándote intensa y profundamente, dio unas vueltas a tu alrededor mientras soltaba unos cuantos graznidos para después salir volando por donde había entrado, pasaron unos cuantos segundos cuando el más pequeño de la Familia, Antonio, entro al lugar acompañado del tucán que habías visto.

- Tenías razón, tiene unos bonitos ojos- el niño se acercó a ti extendiéndote su mano- Un placer conocerla señorita- con una pequeña risa tomaste su mano diciéndole que le agradecías por el cumplido, apenas te habías incorporado cuando Camilo quito el cabello que caía sobre tu oreja poniéndolo detrás de esta

- Parece que a todos les caes bien- susurro a tu oído el chico dándote un pequeño escalofrió por el hecho de sentir su aliento tan cerca de ti

- Aún falta alguien- apenas habías terminado de susurrarle aquello cuando la abuela de la familia se presentó en el umbral del lugar

Camino primero hacia la cocina preguntando si algo faltaba recibiendo una respuesta negativa de parte de Mirabel, regreso su mirada hacia ti y el chico acercándose primeramente hacia el sonriéndole de forma cálida.

- Abuela, ella es t/n, t/n ella es mi abuela Alma- extendiste tu mano mostrándole una pequeña sonrisa en tu rostro esperando que tu nerviosismo no se manifestara en tu rostro delatándote

- Es una alegría que hoy estés con nosotros linda- tomo tu mano entre las suyas estrechándola con cariño para después soltarte- Por favor- llamo con una de sus manos a los demás miembros de la familia- Sentémonos todos para comenzar esta bella cena- se alejó la mujer de ustedes provocando que los demás le siguieran el ritmo

𝑼𝒏𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒂𝒍𝒆𝒐𝒏 (Camilo x T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora