No me ha costado mucho convencer a mi tía para poder ir con los chicos al callejón Diagon. El hecho de ir con tres magos y tras mi supervivencia en Londres, le da más tranquilidad. Esta vez mi tía usa el mismo método de transporte que Dumbledore, teletransportación. Al final conseguiré acostumbrarme a este maldito vértigo, está claro.
Me acompaña hasta la tienda de los Weasley por una calle casi desierta. El ambiente es tétrico y lúgubre hasta que entro en la tienda de los gemelos, la cual es todo lo contrario. Todo son luces y color, incluso la música escocesa que se escucha es muy alegre. Puedo ver fuegos artificiales dentro de la tienda que me sacan una sonrisa al recordar la estampida de la bruja de Dolores Umbridge por Hogwarts.
Está lleno de peña, la mayoría menores de veinte años buscando, observando y probando los artículos que venden. Puedo ver a un chico subiendo una pared, utilizando vete a saber que producto.
- ¡Sophi! – escucho la voz de Harry mientras me abraza por la espalda.
- ¡Harry! – le digo al girarme y en cuanto me tiene de frente me besa suavemente en los labios.
- ¡Ven! – me dice cogiéndome de la mano y tirando de mí.
Empezamos a curiosear por los estantes, riéndonos de algunos de los artículos chiflados que se exponen.
- ¡Pasen y vean! – grita George desde lo alto de una escalera de caracol.
- ¡Pasen y vean! – grita Fred a su lado. - ¡Delicias desmalladoras! -
- Nueces nariz-sangre – continua George.
- Y justo a tiempo para el año escolar - vocifera Fred.
- Pastillas vomitivas – termina la frase George, sincronizados como siempre.
Bajan las escaleras y se acercan a un crio de primero con ganas de vomitar.
- En el caldero, bonito – le dicen los dos a la vez.
Me acerco junto a Harry a una estantería con unas piedras negras como el carbón pero que brillan como si en cada una de ellas hubiera un cielo estrellado.
- Polvo de oscuridad instantánea – lee Harry en el letrero.
- Una inversión útil si necesitas una huida rápida – nos dicen Fred a nuestra espalda.
- Me llevo una – les digo a los gemelos cogiendo una velozmente del estante.
- Te será muy útil la próxima vez que te enfrentes sola a tres mortífagos – me susurra George en el oído, entre Harry y yo.
Giro rápidamente la cabeza para mirarlos con la boca abierta.
- Las noticias vuelan, pequeña – me dice Fred guiñándome un ojo.
- No volarían tanto si no escucharais las conversaciones de los adultos a escondidas – les recrimino algo enfadada.
Ambos gemelos sonríen y se encogen de hombros, dándome la razón.
- No te enfades, rubia - me suplica Fred sin borrar su sonrisa.
- A esta invitamos nosotros – me dice George guiñándome un ojo.
- No, gracias os lo pagaré – les digo a los dos un poco molesta mientras saco el dinero del bolsillo.
- ¡No, rubia! ¡Insistimos! – me dice George apartando mi mano con los galeones.
- ¡Vale!... Pues ¡Gracias! – les agradezco y ellos sonríen satisfechos.
- ¿Cuándo ha pasado eso? ¿Tu sola? ¿Contra tres mortífagos? – me asalta a preguntas Harry bajito para que solo yo lo oiga, aunque los otros dos tienen la oreja pegada.
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A través del Multiverso (Draco)
Fanfiction¿Qué pasaría si pudieras viajar por el multiverso y entrar en diferentes mundos donde una película o una serie guiara tu vida? ¿Y si además pudieras cambiar acontecimientos de las mismas? Eso es justo lo que le pasa a Sophi, nuestra protagonista. ...