A través del Multiverso (Draco)

Capítulo 15: Navidad Slughorn

Han llegado las vacaciones navideñas y la cena de Slughorn es la fiesta más importante que se da este año en Hogwarts. Hermione se ha vestido y se ha marchado pronto ya que su cita, Cormac, la espera con impaciencia y quiere restregárselo a Ron lo máximo posible. Yo me arreglo con más calma. He quedado con Neville y Harry a las nueve en la sala común para después pasar a recoger a Luna he ir los cuatro juntos como amigos.

En esta ocasión he optado por un sencillo vestido color burdeos con escote en V y tirantes gruesos que se ajusta a la cintura con una especie de cinturón ancho de la misma tela y falda de vuelo más corto por delante que por detrás. El cabello me lo he recogido por los lados con una horquilla del mismo color del vestido, dejando el cabello suelto por la espalda y algunos rizos sueltos a ambos lados de mi cara. Sobre maquillaje... arreglada pero natural. Complementa el conjunto unos zapatos de cuña, como podéis imaginar, a juego.

- ¡Hala! ¡Estás impresionante! - me dice Harry en cuanto me ve.

- Gracias, que halagador - le respondo con un poco de vergüenza. - Tú estás muy elegante - le digo abriendo su abrigo de capa y mirando su traje negro con chaleco y su corbata del mismo color de mi vestido.

- ¡Vaya!... Estás... estás... ¡Vaya! - es lo único que le entiendo a Neville.

- Gracias, Neville - le digo sonriendo. - Estás muy guapo con traje - le digo giñándole un ojo y lo veo sonrojarse. - Venga, vayamos por Luna - les recuerdo a ambos mientras me coloco la capa azul marino que tengo para estas ocasiones.

Salimos de la sala, siendo Neville todo un caballero dejándome pasar delante, y nos dirigimos a la sala de Ravenclaw. No tenemos que esperar a la rubia ya que cuando llegamos, ella ya está esperándonos en la puerta.

- ¡Que guapa estas Luna! ¡Me mola tu vestido! - la alabo en cuanto la veo.

Viste un estrambótico vestido plateado que en ella se ve perfecto. Lleva volantes en los tirantes, en el escote, en la cintura y en la falda corta. A diferencia de mí, luce unas medias negras y complementa el atuendo unos zapatos también plateados. El pelo lo lleva recogido en una cola no muy alta adornada con una pieza plateada a juego con sus largos pendientes.

- ¿No llevas abrigo? - le pregunto a la chica extrañada ya que moverse por Hogwarts en invierno es como pasearse por el Polo Norte.

- No me hace falta... siempre tengo calor - me explica sonriente.

Sin más dilación nos dirigimos a la séptima planta subiendo las escaleras.

- Nunca había estado en esta parte del castillo... al menos despierta. - nos dice la rubia mirando curiosa el pasillo ahora adornado con farolillos en el techo. - Soy sonámbula, ¿sabéis?... Por eso me acuesto con zapatillas - nos explica otro de sus curiosos hábitos mientras recorremos en penumbra el corredor.

Miro por detrás de los chicos para localizar a Draco que sé que estará sentado, escondido tras las columnas de esta planta, a la espera de entrar de nuevo en la Sala de los Menesteres. Lo veo leyendo un libro y él, al levantar la cabeza, me ve. Se tensa todo su cuerpo al pensar que lo voy a delatar pero se relaja cuando pasamos de largo y lo ignoro. Sé que hoy conseguirá que el armario funcione, lo que me deja cada vez menos tiempo para pensar que hacer con el tema de Dumbledore.

Llamamos a la puerta y un chico vestido de blanco, que parece más un oficial de la marina que un camarero, nos hace pasar.

- ¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos! - nos saluda el profesor Slughorn al vernos. - Disfrutad de la velada - nos anima sonriente y se marcha.

Nos disponemos a eso mismo, a disfrutar de la velada, comenzando con una copa que nos ofrece uno de los camareros. Entre copa y copa y algunos canapés comestibles, saludamos a otros invitados, incluidas Hermione en su precioso vestido color salmón y Ginny en el suyo de color verde botella. A la castaña se la ve agobiada junto al presuntuoso de Cormac y a la pelirroja bastante sola ya que su pareja pulula por toda la fiesta sin prestarle mucha atención a la chica.