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15 años

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15 años

De los siete a los quince años no paso mucho, casi nada relevante, solamente la amistad que ambos teníamos con ella se había vuelto mas fuertes, castigos, regaños, corazones rotos a causa de animales, tanto el conejo que le había regalado a los siete años así como el perro que la acompañaba en sus días de juegos habían fallecidos.

En ese momento, su corazón estaba muy roto, todo el tiempo lloraba, era de esperarse, eran sus amigos, ella solía decir de niña que el conejo era yo mientras el perro era Carlos.

Lo que ambos lamentábamos era que, en ese momento no teníamos mucho tiempo para estar con ella, las responsabilidades que teníamos eran muy grandes, yo ayudaba en el pueblo como podía, ayudaba con los niños y en algunas labores, siempre haciendo reír a los demás, menos a quien en verdad lo estaba necesitando, mi amiga, y Carlos... que podía decir de el, era el entretenimiento del pueblo, cada día su cuarto se llenaba, dos veces al día, e la noche y en las tardes interpretando las historias mas fantásticas que existían, no era de esperarse que al termino del día ambos nos encontrábamos demasiado agotados, sin contar que, el también solía ir con el señor Juan, el padre de ella, a trabajar, o algo por el estilo, cuando ___ cumplió trece años su padre sufría de dolores al hacer el alimento, dolores que simplemente, por mas que comiera la comida de la tía Julieta o se acababan, venían y volvían, era algo que iba en aumento.

Así que, ante eso el solía ir, a preparar el pan, ver como se sujetaba el cabello era gracioso, esa cara de pocos amigos, en el chico que no le gustaba ensuciarse, terminando con polvo de harina en la ropa y la cara, simplemente no podía con ella, se levantaba desde temprano, comiendo tanto como podía, se retiraba con el señor Juan y regresaba poco después de la hora de la comida, llevándose un plato con comida hasta su habitación, donde se preparaba para hacer sus espectáculos, contar sus relatos y bajar para cenar, ese era el único momento en donde verdaderamente lo veíamos, cosa que no podía importarle menos a la abuela, mientras cumpliéramos con nuestro deber ella no decía nada, aunque eso no quitaba la idea de que estuviera estresada y un poco ideática por el hecho de que Antonio estaba por cumplir cinco años, lo que significada un nuevo don.

Porque, como olvide mencionar, teníamos un nuevo hermano, o algo por el estilo, tiene cuatro años, su nombre Antonio, el niño mas adorable que jamas tuvo la familia, tranquilo, de noble corazón, un niño sumamente gentil y el cual era el niño de los ojos de ___. Siempre tenia un pastelillo para el, siempre tenia una sonrisa para el, el era, en mi opinión nuestro rival, estaba robando toda su atención, tanto era así que ella decía que cuando Antonio creciera se casarían, cosa que a Antonio le causaba mucha gracia diciendo que era demasiado pequeño para casarse, yo a su edad le hacia fuchi a las niñas, incluso ahora lo hacia.

Para el día del don de Antonio y cumpleaños numero cinco todo estaba "Bien" el sol estaba brillando, el cielo era el mas azul de todos todo gracias a mi mami, ese había comenzado bastante extraño, empezando por la presencia de Carlos, quien estaba en la cocina mirando a mi tía Julieta cocinar, tan aburrido que solo de verlo podías sentir lo mismo.

Heart's Puppeteers (CXCXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora