Un beso, uno de amor, lleno de cariño infinito, un beso con alguien que no era yo, las palabras llenas de devoción.
—Siempre fuiste tú....
Esas palabras resonaban en mi mente tan pronto como habían aparecido, regresando en silencio a aquel lugar donde me habían dejado dormido.
¿Acaso no fui lo suficientemente para ella?¿Que es eso que me faltaba para ser amado como lo era Carlos? ¿Era acaso por mi falta de madurez? ¿Por no saber cocinar?
Esas eran cosas que simplemente no comprendía, creí que fui lo suficientemente, creí que podía hacerla feliz, creí por un momento que... Ella me escogería que sería yo a quien amaría.
Con la vista perdida a ningún punto, solamente sentado, como si estuviera soñando vivo, y claro que lo hacía, estaba soñando vivo, estaba soñando con que esas palabras fueran solo para mí, que ese "Siempre fuiste tú" tenía mi nombre, tenía mi caricia, tenía el sabor a vainilla de sus labios en los míos.
—Camilo...—. Escuche la voz de ella acercarse junto a sus pasos —¿Estás bien?.
Un sueño, si todo era un sueño, todo era un absurdo y doloroso sueño ¿No es así? Porque, si era un sueño, no me dolería en el alma tener que fingir que todo está bien, que no hay pena alguna, que mi historia de amor estaba dando su declive frente a la mujer que ame siempre, que no me dolía tener que ver esas sonrisas amorosas y gentiles en el futuro a mi hermano y que en el fondo deseaba que fueran para mí.
—Si—. Respondí levantándome con una sonrisa, sacudiendo la ropa, intentando no cortar el contacto visual.
El rastro sutil de su acto en los labios ajenos, apenas un pequeño pigmento, casi impresentable, apenas un pequeño y sutil rubor en las mejillas de el, y un brillo inigualable lleno de jubiló en los ojos de quién era mi amada.
—Recién despierta y aún tengo sueño—. Agregué rascando mi cabeza como siempre lo hacía al despertar.
—Camilo...—. Susurro de nuevo ella acariciando mis mejillas, con pena, con tristeza.
—¿Estás bien? ¿Te ocurre algo? ¿Te sientes mal?—. Pregunté cómo siempre fue, como siempre hacía, examinando su rostro, buscando alguna herida aún si supiera que jamás sufrió un daño físico.
—Si estoy bien... Quisiera hablar contigo...
No necesitaba preguntar el porque, ya lo sabía, lo sabía mejor que nadie, pero, mi corazón aún no estaba listo para mi despedida, mi corazón aún no estaba listo para la derrota, aún no estaba listo para ser solamente su amigo.
No quería, me rehusaba a escuchar esas palabras dolorosas, aún no estaba listo para escuchar de su propia voz como es que siempre estuvo enamorada que Carlos.
No podía molestarme, no podía enojarme, no tenía el derecho de molestarme por haberme hecho esperar, por ilusionarme con poder tener una oportunidad cuando ella en un inicio no quiso, cuando fuimos nosotros quienes insistimos sabiendo el resultado final.
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Heart's Puppeteers (CXCXT)
FanfictionQue abría pasado si en aquella familia madrigal camilo madrigal hubiese tenido un hermano gemelo, uno del cual se podía distinguir rápidamente por el comportamiento singular, ese comportamiento que era como el agua y el aceite, la singularidad del m...