Teníamos dieciséis años, nuestro cumpleaños se acercaba con rapidez, encontrándose ya a la vuelta de la esquina, todos se encontraban alegres y entusiasmados con una fiesta, en general, les gustaba mucho la idea de tener a la gente reunida en casa festejando, les gustaba la energía de los invitados, los bailes y la música.
—Así que pensé que podíamos hacer un atraco, como cuando éramos niños—. Recuerdo que ella dijo con alegría.
Un atraco, un asaltó a la cocina como cuando éramos pequeños, me gustaba la idea, solo que, no sería lo mismo, yo podía ser un niño, el niño que yo quisiera a decir verdad, pero ella no, su estatura la delataría rápidamente.
—Bien, creo que no, no necesitas decirlo lo se por tu forma de mirarme—. Siguió hablando, recorriendo el bosque a mi lado, mientras Carlos se encontraba con el señor Juan, yo tenía que aprovechar cada segundo que tuviera con ella —Bien, será tu día especial, ¿Que quieres de regalo?—. Me preguntó tomando mi mano como siempre hacia desde que éramos niños al preguntarme que es lo que deseaba de regalo, dándome el tiempo para poder pensar tranquilamente mi respuesta.
—una cita—. Respondí mirándola a los ojos —Pero, quiero que sea en San Valentín, se que aún falta, pero quiero estar contigo ese día, y un beso al final del día.
Pena, nervios, ¿Y si me rechazaba? Estaba siendo demasiado osado de mi parte pedirle algo como eso, una cita y un beso, pero, lo deseaba más que a nada, anhelaba con toda el ama que ella estuviera conmigo ese día, poder besar sus labios una vez más, demostrar con el cuánto la amaba y la necesitaba conmigo, para mí.
—¿Una cita en San Valentín?—. Pregunto pensándolo un par de segundos —De acuerdo, tendremos una cita, y será fantástica.
Su todo alegre, esa mirada hermosa y encantada, esperando ansioso, día y noche a la llegada de ese día tan especial, estaba seguro que lo amaría, estaba seguro de que después de esto tenia asegurado su corazón bañado e oro.
El que mi hermano supiera sobre nuestra cita, justo como la primera vez pareció no importarle, pues, según el, tenia un día demasiado agitado, tenia que preparar mucho en la panadería, y les faltarían manos, así que no tendría porque sentirme amenazado por su presencia, y tampoco tendría que cuidar mi comportamiento con ella, por el caso de que este nos llegara mirar.
El día soleado, un arcoíris en el cielo que daba a demostrar que mamá estaba contenta, y como no estarlo, si había sido recibida con el gran detalle de las flores y la música, con los halagos y caricias reconfortantes que mi padre le daba, llenándola del amor inmenso que este le tenia, y no podía mentir, yo aspiraba a tener algo como ellos, yo aspiraba a que mi futuro con __ fuera igual que el de mis padres, que el de Dolores y Mariano que, entre susurros gentiles y palabras al aire de Mariano la hicieran sonrojar, que me miraran de la misma forma que ellas lo hacían con sus amados.
—¿Y bien?—. Pregunto Dolores asomándose a la habitación, mirándome, mirando la forma patética en la cual me veía al espejo inspeccionando que todo estuviera bien, estaba mas que nervioso, esta seria, mi primera cita oficial con ella, la primera cita llena de amor que tendría a su lado.
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Heart's Puppeteers (CXCXT)
FanfictionQue abría pasado si en aquella familia madrigal camilo madrigal hubiese tenido un hermano gemelo, uno del cual se podía distinguir rápidamente por el comportamiento singular, ese comportamiento que era como el agua y el aceite, la singularidad del m...