La boda de Dolores había sido todo lo que la gente necesitaba, todos estaba alegres,una Madrigal mas unía su vida con la de otra persona mientras el futuro incierto de otra estaba con cada día mas cerca.
Todos concordaban con la familia, que, desde que ___ había aceptado sus sentimientos se le veía a Carlos mas feliz, sus ojos eran mas expresivos, aun si no mostraba sonrisa alguna como siempre, su mirada podía decirte como se sentía, el tiempo pasaba lento, ya no era mas tortuoso, con el pasar de los meses me di a la idea, acepte y abrace mi realidad, la realidad de que ella estará conmigo, estará en mi familia y tendría hijos, pero no conmigo, no de la forma en que quería y al verla tan alegre, tan feliz todos los días no pude mas que alegrarme por los dos, poco a poco el amor romántico que le tenia a ___ fue siendo cada vez manos, pero jamas dejo de existir, siempre estuvo ahí, con la esperanza de tenerla en mis brazos.
Había llegado momento en que tenia que terminar de sanar mi herida, dejarla partir y dejar que creciera junto a la persona que amaba.
¿Cuanto había pasado después de la boda Dolores? un par de meses, demasiados para mi pobre corazón, demasiados meces de verla sonrojarse con el tacto de Carlos, demasiados meses de escuchar los susurros llenos de halagos que se daba el uno al otro y escuchar de los demás lo bien que se veían de su tal para cual, pero a su vez demasiado rápido, al menos para mi, era demasiado pronto para poder terminar de procesar el hecho de que estaba junto a ella, caminando por el pueblo, sosteniendo lo que seria su vestido, estábamos a meses de la separación, de la fractura completa de mi amor por ella, de convertirse en la esposa de Carlos.
No, no era cruel el que yo la acompañara, el que la viera en todas las ocasiones con ese vestido de novia mientras le hacia los ajustes, ella no me lo había pedido, yo me había ofrecido, solo para hacerme a la idea de que no seria mas para mi, y quizá imaginarme que ella se estaba probando el vestido para nuestro día especial ese que solo llegaría en mis sueños.
—¿Quieres algo de comer?—. Me pregunto mientras cambiábamos rumbo a su casa con una sonrisa sujetando mi mano con dulzura.
—Si... Gracias —. Su casa, todo seguía igual que cuando era una niña.
por un momento es como si estuviera muriendo y recordara cada segundo de mi vida a su lado, todos los recuerdos felices hasta darme cuenta que la amaba como algo mas, sus padres en el sofá, hablando con los míos, sin prestarnos mucha atención, en realidad, sin prestarnos atención, estaban tan centrados en su conversación sobre los arreglos florales de la boda, si seria al aire libre o techado y sobre la gente, observando el rostro desilusionado de ___ que me miraba con una sonrisa a mi dirección, guiándome con la cabeza a su recamara para dejar el vestido.
Soltando un suspiro lleno de pesadez, la recamara, blanca en su totalidad, sin muchos colores, su ropa colgada en aquel armario, toda llena de bordados de camaleones naranjas y rojos, dos vestidos guardados, el que llevo el día de nuestro don y uno que tenia trozos de la ruana de Carlos, los conejos sobre su cama, el que Carlos le dio una vez en su cumpleaños y el que yo le había dado y que me esforcé en coser para ella.
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Heart's Puppeteers (CXCXT)
FanfictionQue abría pasado si en aquella familia madrigal camilo madrigal hubiese tenido un hermano gemelo, uno del cual se podía distinguir rápidamente por el comportamiento singular, ese comportamiento que era como el agua y el aceite, la singularidad del m...