La mañana siguiente, el frio, el sol aun no hacia su aparición, la comezón en la piel junto a la humedad de la ropa al dormir en el pasto, en aquel árbol donde nos habíamos conocido, la noche la larga, entre historias infinitas, la decisión de caminar mas allá, hasta ese lugar, frio, eso es lo que podía sentir, mi ruana sobre ella al igual que la de camilo, uno la cubría mientras la otra estaba bajo ella para evitar que el pasto pudiera picar.
Comezón, la piel irritada, esa sensación irritante fue lo que me había despertado, los ronquidos de Camilo junto a ella, aferrándose como si se tratara de un peluche mientras ella dormitaba, cómoda con el calor que mi hermano le proporcionaba, retirándome solo un par de centímetros, era extraño, me sentía como en un mal tercio, donde yo salia sobrando cuando tu amigo sale con su novia.
El quejido de ella, intentando moverse y no poder, Camilo la tenia bien sujeta por la cintura, oliendo el aroma floral de su cabello, era por inercia que el abrazara algo al dormir y que al sentir que eso a lo que se aferraba en sus sueños se movía este lo apretara aun mas, conocía bien esa experiencia, yo llegue a estar en esa situación incomoda mas de una vez. Intentando con cuidado liberarla, con cuidado, observando mas a profundidad ese rostro rojo, siempre se sonrojaba al dormir, era una de esas cosas que me llenaban de extrañeza, que me hacían preguntarme el porque de las cosas y fascinarme, me gustaba verla dormir solo por ese pequeño detalle, me hacia preguntarme por su sueños, que es lo que provocaba ese color en sus mejillas, mas siempre que se le preguntaba ella solo solía decir que lo olvidaba, que no recordaba o se sacaba una historia disparatada que, tiempo después servia para entretener a los niños del pueblo en mi habitación así como a ella.
—Carlos..—. La escuche susurrar entre su sueño al darse la vuelta, estaba realmente dormida, mirándola sentado a su lado.
Mi labio por inercia se apretó, como si con ella pudiera detener la curiosidad, el impulso, sin saber que hacer, me encontraba nervioso, mi corazón de pronto comenzaba a latir tan rápido y tan fuerte que me dolía el pecho y podía sentir como el aire me faltaba, como si hubiera olvidado como respirar solo por un segundo, acariciando su cabello con cuidado de no lastimar, dando paseos pequeños sin tener que tirar de aquellos mechones enmarañados...
El sonido de su voz una vez mas, un poco mas tranquila de donde salia mi nombre una vez mas, aferrándose a mi ruana con una sonrisa de roedor, ¿Que estaría soñando como para reír dormida?.
No me sorprendía que lo hiciera, desde que puedo recordad, de aquella veces en las que dormía con nosotros siempre la escuche hablar dormida, en ocasiones fantaseaba con comida, otras mas con cosas que no podía descifrar, balbuceos, incluso quejidos, mas de una vez la escuche decir el nombre de Camilo mientras se quejaba por alguna travesura, a veces simplemente se reía, pero, esta ocasión, lo que había dicho, simplemente fue un balde de agua fría para mi, no sabia en que sentido tomarlo, no sabia si alegrarme o entristecerme.
Pues mientras seguía mirando al amanecer, acariciando el cabello de la chica que dormía a mi lado, sintiendo mis brazos congelarse y mis dedos entumirse por el frio , cuando por fin creía que mi respiración volvía a la normalidad y la sensación incomoda de mi pecho se comenzaba a calmar, su voz cayo sobre mi, golpeando mi realidad y llevándome de nuevo a un túnel sin fondo, a un subir y bajar de emociones tan grande.
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Heart's Puppeteers (CXCXT)
FanfictionQue abría pasado si en aquella familia madrigal camilo madrigal hubiese tenido un hermano gemelo, uno del cual se podía distinguir rápidamente por el comportamiento singular, ese comportamiento que era como el agua y el aceite, la singularidad del m...