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El tiempo estaba sobre nosotros, el reloj marcando ese Tic Tac que se volvía demasiado irritante, o al menos un poco, mientras ayudaba a Julieta a terminar con las labores de la cocina

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El tiempo estaba sobre nosotros, el reloj marcando ese Tic Tac que se volvía demasiado irritante, o al menos un poco, mientras ayudaba a Julieta a terminar con las labores de la cocina.

Hornear, por primera vez no le pedirían el pan al señor Juan, pidiéndome que a mi que lo realizara, escuchando la anécdota mas absurda que Camilo tenia para esa semana.

Desde hacia un año el tenia una anécdota que contar a ella, a nosotros, siempre en relaciona con algo que, o había provocado el, o había visto mientras se hacia pasar por alguien mas.

—Entonces... —Hablo intentando calmar su risa estruendosa —El botón salio salio volando dándole en la cara al burro, debiste de ver su cara cuando no sabia si ir tras el burro, recoger la mercancía que se estaba comiendo o sujetarse el pantalón, se le vieron los calzones, simplemente fue gracioso.

No para de reír, transformándose en aquel hombre gordo que se quejaba que por culpa del tío Bruno había engordado, cuando el único culpable ahí era el, ¿Como no quería engordar si se la pasaba tragando?

El rostro de ella, mejillas rojas, el rostro tan tenso de tanto tener que reír, haciendo todo lo posible por no tener que aventarle el agua que estaba tomando.

—Cállate ya—. Pedí desesperado, con esa ya era la tercera vez que escuchaba la misma anécdota, la tercera vez que miraba como se transformaba en aquel hombre pero tres veces mas gordo. —Toma, comete esto—. Pedí entregando un plato lleno de arepas solo para el, uno que anteriormente ya había hecho, junto a un par mas en forma de conejo para ella.

—Tu.. ¿Hiciste arepiconejos?—. Pregunto extrañada ____ mirándome con una sonrisa burlesca, mirando detenidamente con esos ojos profundos, con un cierto... no sabia como describirlo, simplemente era algo extraño en su manera en al que tenia al mirarme, observando como es que me sonrojaba, como no podía responder por el nudo que tenia en la garganta. —¿Solo para mi?...

No sabia que pensar, no sabia como tomar ese tono, si era de alguna forma algo burlesco, si era... un tipo de coqueteo, si.. no lo sabia, tampoco quería llenarme la mente de ilusiones falsa.

No sabia si responder, si seguir con ese juego que ella tenia para mi, ese juego que, siempre tenia, o al menos eso es lo que Mirabel decía, y que yo, no tenia mucho de darme cuenta.

—Carlos...—. Esa era Julieta, pidiendo con mi nombre que me pusiera a trabajar, que no me pusiera a procrastinar.

—Ya se, ya se...—. Las miradas bagas que le daba, observando con detenimiento como el cabello que ahora llevaba suelto le caía por la frente, como es que su melena se comenzaba a enmarañar, justo en las puntas e iba en ascenso con forme ese rio de chocolate bajaba mas y mas, justo como cuando la conocí, con ese cabello enmarañado listo para ser peinado, con las marcas de la trenza que momentos atrás le había hecho Camilo cuando ella nos estaba ayudando.

Heart's Puppeteers (CXCXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora