𝐓𝐑𝐔𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ Anthony LaRusso

Chapter Five

— ¡YA LLEGÓ POR QUIEN LLORABAN!. — mamá y yo reímos, viendo cómo Caroline entraba a la casa con unas bolsas en las manos. Ella nos sonrió, y se dirigió a la cocina para dejarlas en la encimera.

Que Caroline entrara a nuestra casa como si fuera la de ella ya era normal para todos. Desde que nos conocimos había sido así. Incluso, para que le fuera más fácil, le dimos una copia de las llaves. Así que está residencia era de mamá, mía, y de CJ.

— ¿No deberías estar en el colegio?. — le pregunté interrogante.

— Me dieron un permiso para faltar a clases. — respondió ella, comenzando a abrir las bolsas.

— ¿En serio?.

— Bueno... puede que yo me haya dado ese permiso. Me tomé el día libre. — compartí miradas con mi madre. Las dos estábamos sorprendidas.

— Caroline, cariño, eso no está bien. Debes volver a la escuela. — la regañó mi madre.

— Maritza, con todo respeto, tú te tomas varios días libres solo para ir de compras o ver películas. Si a ti no te pasa nada, a mi tampoco. — ese fue un buen argumento.

Mi progenitora la miró mal, agarró una de las muchas frituras que CJ trajo, y salió de la cocina rumbo a su habitación.

Yo reí, al verla irse. Lo que mi mejor amiga dijo la tuvo que dejar indignada, aunque siendo sincera, era la verdad. Cuando mamá no quería trabajar, inventaba una excusa e iba de compras.

No estaba bien, pero solo porque alguien se lo dijera, no iba a cambiar. Era su esencia.

— ¿Cómo te sientes?. — preguntó CJ.

Aún seguía enferma, no obstante, ya estaba bastante mejor. Seguía respirando con algo de dificultad, y tenía fiebre, solo que menos que ayer.

Según papá, puede que dentro de dos días este como nueva.

— Está gripe hará que me muera. — dramaticé.

Caroline me miró mal, yo reí otra vez.

— Hablo enserio, Holland. — la castaña frente a mi, se cruzó de brazos.

— Bueno, me siento mejor que el día anterior. — abrí el tarro de nutella que dejó cerca mío, para posteriormente dirigirme a la sala. CJ me acompañó.

— Me alegra. — tomó asiento junto a mi. — ¿crees que mañana puedas ir a la escuela?.

— Claro. — la miré emocionada. Amaba ir a la escuela, era mejor que quedarse aquí todo el día encerrada tomando medicamentos. — ¿de qué me he perdido?.

Ella enmudeció, y se llevó a la boca un poco del helado de vainilla que trajo consigo. Ahí mi semblante cambió. Algo malo pasó, sino, Caroline no hubiera hecho ese gesto.

La conozco desde los 5 años, he aprendido a diferenciar muchas de sus muecas, gestos, etc. El más común, es cuando alguien le pregunta algo y ella se queda callada; eso es sinónimo de que sucedieron cosas malas.

— ¿Qué hiciste ahora, Caroline Andrea Johansson?. — dejé la nutella en la mesa que teníamos frente al sofá, mirándola fijamente.

Ella no me veía, seguía comiendo del helado.

— Caroline, ¿qué pasó?. — pregunté preocupada. Tenía miedo de que algo malo le haya ocurrido a Kenny.