𝐓𝐑𝐔𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ Anthony LaRusso

Chapter Tweny Eigh

INHALABA, EXHALABA, INHALABA, EXHALABA. Jackson me observaba hacer todo este proceso, confundido.

— ¿Dije algo malo?. — preguntó, asustado.

Llevé una rebanada de pizza a mi boca, tratando de calmarme. Negué, mientras mordisqueaba.

— No. — respondió, una vez que tragué. — la chica que mencionaste, es mi mejor amiga. Hoy no fue un buen día para mi, por ende, esperaba que ella pasara la tarde conmigo para consolarme. Me había dicho que no podía, porque tenía algo que hacer. Así que me impacto descubrir que me mintió. — le expliqué, resumidamente.

Muchos pensarán que estaba exagerando.

Y no, no lo hacía. Sentía que al sacar un mala calificación en esa maldita exposición de francés, decepcioné a mamá. Ella me lo confirmó. Además, en clase pasé una enorme vergüenza frente a mis compañeros, de la cual, ellos se rieron.

Mi jornada escolar no fue la más buena, y parece que algo siempre se encargaba de recordármelo.

— Lo siento, Holly. — se acercó a mi, para tomar mi mano libre. Empezó a acariciarla, provocando que yo diera un leve salto. Sus manos estaban un poco frías. — si quieres desahogarte, aquí estoy. Con gusto te puedo escuchar.

Sus palabras me conmovieron, fue inevitable no sonreír. Jackson era como el mejor amigo hombre que tanto había necesitado durante mucho tiempo.

CJ me entendía, sin embargo, en algunas oportunidades era algo irritante. Jackson, en cambio, era más calmado. Me brindaba tranquilidad.

Cosa que era increíble, teniendo en cuenta que llevaba menos de una semana conociéndolo.

— ¿Qué te parece acompañarme en mi entrenamiento?. — pregunté, nerviosa. El chico se había quedado mirándome fijamente.

— ¿Entrenamiento?.

— Si, estaba practicando Karate antes de que tú llegaras. Tommy era mi compañero. — señalé al perrito, el cual, desde aquí se podía ver. Rodé los ojos, al divisar que se durmió en el sofá. — no obstante, teniendo en cuenta que está en los brazos de Morfeo, necesitaré otro ayudante.

— ¿Te das cuenta de que no sé mucho acerca de eso?. — cuestionó, divertido. Me encogí de hombros.

— Yo no tengo idea de cómo tomar una foto sin que salga borrosa gracias a mi mal pulso, y aún así, acepté ir contigo a una sesión de ello. — me paré, él imitó mi acción. Juntos nos encaminamos a la sala. — no necesito que seas un experto, Jack. Solo quiero a alguien con quien divertirme un rato. — al notar que estaba nervioso, añadí algo más. —prometo que no te golpearé muy duro.

— Holly, no llevo puesta la ropa adecuada. — divagó. Formé un puchero. Foster me miró con los ojos entrecerrados. Luego de unos segundos asintió. — bien, conste que si sufro una hemorragia, es culpa tuya.

Reí.

— Exagerado, apenas soy principiante.

— Con más razón. — le pegué un pequeño golpe en el hombro. — ¡auch!.

— Oh vamos, te lo mereces. — exclamé.

— Dejemos los golpes para cuando empecemos.

— ¿No te lo había dicho?. — llevé una mano a mi mentón, haciendo una pose pensativa. — esto comenzó cuando pusiste tu trasero en el salón. — rápidamente, le dí una patada en las costillas.

El chico soltó un chillido.

— ¡Estas loca!.

•••

— DEJA DE QUEJARTE, FOSTER. — lo miré, burlona. — mi hermanito siendo un bebé, es menos quejumbroso que tú.

Jackson me ignoró, estaba concentrando en esquivar mis movimientos. De vez en cuando lanzaba una patada o algo así, por suerte, yo era más rápida.

— Pareces una mula, pateas igual de fuerte que ellas. — dijo cómo pudo, dando una vuelta. — y te lo dice alguien que fue pateado por ese animal.

De mis labios salió una gran carcajada, lo observé incrédula, deteniéndome un momento.

— ¿Enserio?.

— Si, de hecho, los puños que me has dado, me dolieron igual que en aquel entonces.

Él también paró, en ese instante, caí en cuenta qué tal, en un intento de que saliera perfecto, me excedí. Cabe recalcar que todavía seguía enojada, así que era probable que mis golpes hubieran sido más fuertes de lo usual.

— Lo siento, Jack, creo que fui algo violenta. — me acerqué a él. Con mis manos agarré su cara, quería inspeccionar que en caso tal de que le haya dado algún porrazo, no estuviera tan hinchado. — ¿te duelen mucho?.

— Que pregunta tan estúpida, Holland, es obvio que sí. — suspiró. — aunque, si te soy sincero, no me duelen tanto como a ti te dolerá esto.

En un abrir y cerrar de ojos, Jackson me agarró de las muñecas. Me empujó, haciendo que cayera al suelo.

Mi espalda impactó contra el piso, chillé. El castaño, casi rubio, levantó su puño con la intención de golpearme. Yo fui más rápida, estiré mi pie. Imité su acción, lo empujé.

Cuando cayó, me paré, y me tiré sobre él.

— Justo en el páncreas. — reí.

— Berrinchudo.

— Bipolar.

No contraataqué, tenía razón.

Lentamente me fui girando, hasta posicionarme a su lado. Ambos soltamos un suspiro, al poder descansar.

— Espero que lo hayas disfrutado, porque será la última vez que te ayude en algo parecido. De ahora en adelante, seré espectador.

Mordí el interior de mi mejilla, Jackson era dueño de un humor raro, pero gracioso.

— Necesitaba distraerme. — corté el monólogo de anciano gruñón, que iba a decir. — gracias, Foster.

— Para eso están los... amigos, Salvatore. — se volteó a verme.

Noté que se le dificultó pronunciar la palabra "amigos". Aunque no le presté tanta atención a ese detalle, lo más probable es que estuviera cansado.

— Oye, me preguntaba. — habló, cambiando de tema. — si a ti te gustaría...

No pudo terminar esa oración, ya que una voz se escuchó a nuestras espaldas.

— ¿Qué hacen?.