Chapter Tweny Six

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LA INCOMODIDAD ERA PALPABLE, solo se podía escuchar el sonido de los cubiertos sonar contra la mesa. Mamá me observaba fijamente, y yo la observaba a ella. Ninguna emitía un solo sonido, pues no sabíamos cómo iniciar la conversación.

Sabía por la cara que ella presentaba, que hoy no fue su mejor día. Tal vez le había pasado algo en las videoconferencias que tenía programadas para el día de hoy, o tal vez, realizó mal algún informe; pero sea cual sea el problema, no la tenía muy contenta.
Su expresión era muy fácil de leer. Su rostro tenía una mueca, sus mejillas estaban levemente sonrojadas, esa vena de la frente parecía que en cualquier momento estallaría. Todo eso indicaba que no se encontraba de buen humor.

Cosa que no me daba ánimos para comentarle sobre el problema de hoy.

Suspiré profundamente, llevando un pedazo de carne a mi boca. Dejé el tenedor encima del plato, para posteriormente, sacar mi celular del bolsillo trasero de mi pantalón. Me llegó un mensaje antes de empezar a comer, y necesitaba responderle a esa persona.

— Sin celulares en la mesa. — por primera vez desde que llegué, mamá formuló una oración que tuviera más de tres palabras.

— Tengo que responderle a Jackson. — le enseñé la pantalla del teléfono, donde se podía divisar el número del chico Foster.

— Sabes que no me gusta que uses el celular mientras comes, Holly. — su tono de voz me sorprendió un poco. Percibí en seguida la molestia. — son las reglas.

— Pero mamá, debo responderle. — supliqué.

— No me interesa. — le restó importancia. — la hora de la comida se respeta.

— Lo sé, pero... — no pude terminar de hablar, ella me interrumpió.

— No está a discusión, Lucrecia. — finalizó.

Bufé, cruzándome de brazos.

— Sigue comiendo. — ordenó. — y entrégame ese aparato. Te lo devolveré una vez que el almuerzo termine.

Sin más opciones, le extendí el móvil. Ella lo tomó, asintiendo.

Volvió su concentración a la carne, al igual que yo. Solo que de vez en cuando, la veía. Trataba de asegurarme, de hallar el momento indicado. Aunque, aparentemente esté llegó más rápido de lo que pensé, pues mamá se percató de que la observaba.

— ¿Hay algo en mi cara?. — preguntó, secamente.

Tragué saliva, nerviosa.

— No, aunque si noto que te ves extremadamente linda. — dicho esto, me maldecí en mis adentros. Ese comentario fue muy exagerado. — ¿fuiste a la peluquería hoy?.

Ella me miró con los ojos entrecerrados.

— ¿Qué pasó?. — cuestionó, ignorando mi pregunta.

— ¿Eh?. — me hice la desentendida. — ¿a qué te refieres?.

— ¿Qué hiciste?. — interrogó, de nuevo.

— Nada... — mordí mi labio inferior. — nada que tenga que ver con daños hacia otra persona u objeto.

Mamá soltó un suspiro, donde era notoria si tranquilidad.

— Muy bien, entonces, ¿qué es lo que deseas?, no es normal que digas halagos así de repente. — yo también me tranquilicé un poco, ya que su tono de voz cambió.

Pensé un poco antes de formular la oración. Le iba a contar, solo que... no se lo diría directamente, le daría una pista.

— A decir verdad, me gustaría conservar mis posters. — sonreí, con inocencia.

𝐓𝐑𝐔𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ Anthony LaRusso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora