Chapter Tweny Seven

3.3K 264 47
                                    

LAS NUBES EMPEZABAN A JUNTARSE, obstruyendo los rayos del sol. La suave brisa que anteriormente hacía que las ramas de los árboles se movieran, fue reemplazada. Ahora era mucho más fuerte.

El pronóstico del clima dictaba que iba a llover. Cosa de la que me enteré hace poco, llevándome una gran decepción. Tenía planes, los cuales involucraban a Jackson Foster y el Karate.

Habíamos quedado en reunirnos en el parque Balboa para ir al Dojo. Yo quería mostrarle un poco acerca de mi pasatiempo, y él quería conocerme más. Era la oportunidad perfecta. Sin embargo, gracias al mal tiempo, el Sensei Lawrence canceló la clase.

Miguel me escribió (logré conseguir su número por medio de Devon), que la clase sería mañana. Pero, qué si quería, podía practicar en mi casa.

Lo pensé mucho. No estaba con los mejores ánimos, no obstante, debía hacerlo. Ya había aplazado mucho las sesiones de entrenamiento. Dentro de poco sería el torneo, tenía que estar lista.
Además, era algo con lo que me distraería. Al mamá quedarse con mis libros, no tenía otro modo de divertirme por las tardes. CJ no se encontraba aquí, estaba ocupada.

A decir verdad, la extrañaba. Mi ánimo no era el usual, Caroline era la única que me alegraba en estas situaciones. Necesitaba su apoyo, tanto el de ella, cómo el de Devon. Lastimosamente, esta última desapareció. Casi no habíamos hablando.

Ni siquiera iba al Dojo, por lo que me comentó Miguel. Eso me pareció extraño, aunque no podía corroborar lo que dijo porque yo tampoco había asistido. Desde que entré, llegué a presentarme allá dos veces.

— ¡Tommy, no!. — el golpe provocado por mi mascota, me devolvió a la realidad.

Corrí rápidamente a la ventana para acomodar la pequeña figura de Harry Potter que Tommy arrojó al piso. Tal parece, que algo atrajo la atención del beagle ya que comenzó a gruñir.

— ¿A qué carajos le ladras?. — susurré, cómo si el perro me entendiera.

Mi ceño se frunció, porque lo único que podíamos divisar era a las personas del vecindario saliendo de sus autos. Todos llegaban del trabajo y se dirigían a sus casas.

Lo sabía por la ropa tan elegante que portaban, además, usaban sus maletines para protegerse un poco de la lluvia.

— Tommy, no hay nada. Ven, mejor acompáñame a practicar. — lo cargué, mientras tomaba mi celular.

Una vez hecho esto, nos dirigimos al primer piso.

— ¿Sabes, Tommy?, todo sería mejor si mi único deber en esta vida, fuera leer u escuchar música de Taylor Swift. — le dije, pasando un mechón de cabello tras mi oreja. Pude ver a mamá dejando de prestarle atención a su computador, sonreí, eso fue una indirecta que captó.

— ¿Sabes, Tommy?, todo sería mejor si mi hija no fuera tan irresponsable. — me imitó, la miré mal.

— Si de irresponsables estamos hablando, tú ocupas el primer lugar en la lista. — fui a la sala. Ubiqué a Tom en el sillón.

— ¿Ah, si?. — preguntó, sonriendo de manera falsa.

— Si, ¿o acaso olvidas las innumerables veces que has faltado al trabajo solo porque te da pereza?. — cuestioné, tratando de sonar inocente.

Mamá se quedó callada, supe que gané.

— La cena de esta noche, será pastel de carne. — comentó, cerrando su computador. — iré a terminar este informe en mi habitación.

Asentí.

Mordí mi labio inferior. Sentía que exageré, pero en verdad estaba molesta. Mamá hizo un escándalo solo por una simple nota, que podía subir haciendo un trabajo.

— Dios, dame paciencia. — murmuré. Me giré a ver a Tommy. — muy bien, lindo, ¿qué te parece si empezamos?.

Tom se movió en su lugar. Reí, tomándome eso como un "si".

Coloqué música, y me dispuse a comenzar con el ejercicio.


•••



— ¿JACKSON?. — pregunté extrañada, viendo al hermano mellizo de Melissa parado frente a mi puerta, con un impermeable rojo y lo que parecía ser la caja de una pizza. — ¿qué haces aquí?.

— ¿Puedo pasar?. — fue todo lo que dijo.

Me hice a un lado, permitiéndole entrar. Le quité la caja de las manos, sonriéndole.

— Sube. — señalé las escaleras. — tengo un poco de ropa de mi primo en mi cuarto. Póntela, no quiero que te resfríes. Yo llevaré esto a la cocina.

— ¿Cuál es tu recámara?.

— La primera del pasillo. — dicho esto, me retiré.

Fui a la cocina, para posteriormente dejar la pizza en la encimera. Esperé unos minutos a que llegara Jackson, luego de un rato, el chico apareció.

— Gracias. — susurró, sentándose.

— No hay de qué. — le sonreí, con amabilidad. — ahora podrías explicarme, ¿qué hacías afuera en medio de una tormenta?.

— Quería verte. El que lloviera no era un impedimento. — sus mejillas se tornaron rojas.

Aquello me dió ternura, el único chico que siempre había tenido gestos así conmigo era Anthony. Me alegraba saber que otro amigo me apreciaba.

— Además, hoy fueron a casa las dos mejores amigas de Melissa. Tengo entendido que iban a hacer una pijamada. Así que quedarme allí, no era una opción— rió. — cuando ella esta con sus amigas es insoportable.

Asentí, algo confundida.

Melissa, a pesar de que es muy popular, solo tenía una mejor amiga. El resto de chicas, son su séquito.

— Te comprendo, ella y Georgina Brown pueden ser irritantes. — dije, intentando parecer casual.

— Si. — volvió a reír. Yo reí con él, su risa era graciosa. — y no olvides a esa tal Johansson.

En ese momento me detuve, ¿había oído bien?.

— ¿Johansson?. — pregunté.

— Si, una tal... Coraline. — respondió indiferente. — quizás la conoces, va a tu escuela.

— Lo siento, Jack, pero en West Valley no hay ninguna "Coraline". — le corregí, esperanzada.

No quería creer que mi CJ, estuviera en la casa de los Foster. No tenía nada de malo que ella sea amiga de otras chicas, sin embargo, no quería que lo fuera de Melissa. Tenía mis razones.

— Es que no se llama así, tiene un nombre parecido. — chasqueó su lengua, en intento de recordar. — creo que es Cassandra.

— Hay una Cassandra Miller, no una Cassandra Johansson.

— Su nombre empieza por C. Le dicen CJ. — señaló.

Suspiré, apretando mis ojos.

— ¿No te referirás a Caroline Johansson, cierto?.

— ¡Si, a ella!. — exclamó feliz. — ese es su nombre, Caroline, Caroline Johansson.

¡Mierda!.

𝐓𝐑𝐔𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ Anthony LaRusso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora