Capítulo 54: Peón.

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Hello my friends~

Como es mi no tan bonita costumbre, esta personita viene súper tarde con su actualización, pero recalquemos que lo hago jajajaja.

Este inicio de año para mí ha sido complicado, pero de todo corazón espero que ustedes estén bien. Recuerden que, aunque tarde mil años, no abandonaré esto hasta que finalice.

Espero que el capítulo les guste y les mando mil abrazos desde aquí.

Las amo y hasta la próxima.

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— ¿Está aquí? —Interrogó seriamente Sehun, su vista clavada en el deteriorado bloque de apartamentos.

— Según mis fuentes, deberíamos poder encontrarlo aquí —aseguró Red.

— Echemos un vistazo entonces.

Red asintió, haciendo un ademán a los dos hombres que los acompañaban en caso de ser necesarios, y siguió muy de cerca al chico mientras se abrían pasó en el lamentable edificio.

El apartamento que tenían como destino no era mejor que el resto del lugar. Sin embargo, a excepción de un enorme desorden y tras buscar en cada habitación, el lugar estaba vacío y eso tuvo una expresión de enojo formándose en el rostro del más joven.

— El puto lugar está vacío —masculló entre dientes.

— A mi punto de vista y por como se ve todo aquí, parece haberse ido con prisa —comentó uno de los compañeros de Red.

— Alguien soltó la lengua y le avisó que lo buscamos —escupió Red tan enojado como Sehun.

— ¿Qué hacemos entonces? —Interrogó la misma persona de antes.

— Vayan y revisen cada centímetro del lugar hasta hallar algo que nos llevé a su paradero.

Ambos hombres asintieron a la orden dada por Sehun, desapareciendo en alguna habitación. Sus ojos se clavaron en Red una vez los otros dos hombres desaparecieron.

— Dijiste que nadie abriría la boca —señaló.

— Lo sé —asintió—. Lamento eso, pero es benéfico para nosotros. Ahora sabemos que tenemos en la mira a alguien que puede ponerse en contacto con él y yo tengo formas de obtener esa información —sonrió.

Sehun frunció el ceño no muy conforme e ignoró al hombre, recorriendo el lugar con la mirada, como si eso fuera a darle el paradero de la persona que buscaba.

Su móvil fue tan estridente como un grito en medio de tanto silencio, la melodía familiar y un poco pegajosa era imposible de no reconocer y lo tuvo apurándose a responder.

— Hey, cielo —saludó con dulzura, recibiendo una mirada extrañada de Red.

Umm... hola —saludó vacilante la voz al otro lado y solo así, Sehun supo que algo iba mal—. ¿Cómo estás?

— Bien, un poco ocupado ahora —respondió seriamente—. ¿Cómo estás tú? ¿Todo bien? —Interrogó.

Sí, sí. Todo está bien —dijo apresurado—. Es solo...

— ¿Cariño?

Estamos listos para confrontar a esos dos hombres y... —Una risa temblorosa vino del otro lado y Sehun juraba que su corazón dolía como nunca antes—. Creo que estoy siendo un poquito cobarde, que tonto —rio una vez más.

Only reason.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora