Only reason.

Capítulo 59: Cuenta regresiva.

Hello my deers.

Sí, como pueden darse cuenta, sigo existiendo y pretendo continuar hasta el final jajaja

Sinceramente, admito que durante mi ausencia no pase por mi mejor momento. No me sentía con los mejores ánimos, pero ya he regresado y me estoy esforzando, lo prometo.

Además, falta poco y eso me motiva muchísimo más, por lo que daré lo mejor para llegar pronto al final.

Sin más que agregar, espero que les guste la actualización y aprovecho para recordarles que les agradezco mucho todo su apoyo.

Mil abrazos y mil besos donde quiera que estén.

Bye Bye

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— ¿Las dos personas que amas? —Murmuró.

— Uno de ellos es mi primo, Luhan —respondió sin resistencia alguna—. El jodido engendro no solo lo engañó, sino que tomó lo más puro que él podría ofrecerle como si fuera un simple juguete.

— ¿A qué te refieres?

— A su corazón, ese niño ha sido la única persona al que él había estado dispuesto a entregárselo y descubrir, que aquella persona simplemente lo estaba usando, fue devastador. Lo peor es que nosotros, su familia, dejamos que algo así pasara —sonrió con tristeza.

Entendía entonces, comprendía la tristeza que el mayor no podía ocultar en su mirada y ese repentino deseo de ayudarlo. No se trataba de él, sino de venganza.

— Por años, él solo ha actuado como una mera herramienta, sacrificando todo por mí y JunMyeon. Para protegernos, Kai ha hecho cosas horribles, más que dispuesto a hundirse solo si algo llegaba a pasar. ¿Y qué hemos hecho nosotros? —Sonrió amargamente—. Dejar que ese demonio destruyera lo único que él realmente protegía de sí mismo, lo único que realmente llamaba suyo.

» Le debo esto, tengo que hacerlo pagar por herir a la persona que me ha protegido aun sobre sí mismo.

— Ahora tengo más claro lo que Kai hyung está haciendo, incluso me quedan claras algunas más, pero... ¿Por qué Minseok tendría algo que ver con esto? Por qué él es la otra persona a la que te refieres, ¿no es así?

— ¿Quién más podría ser? —Sonrió.

— Entonces...

— Minseok es un chico muy reservado, nunca me dice nada que pueda preocuparme —comenzó, haciendo callar al menor—. Sin embargo, cuando nos encontramos con ese hijo de perra por casualidad y él parecía tan aterrorizado de verlo, supe que algo no iba bien —explicó.

— ¿Él le hizo algo a Minseok?

— Durante tres años de secundaria, se dedicó a torturarlo y humillarlo. Minseok era el sacó de boxeo de todos por órdenes de ese pequeño hijo de perra. ¿La razón? Eso se debió a que tuvo la valentía de decirle que no quería salir con él —relató, cada palabra cargada de rabia.

La piel de Luhan se erizó, incapaz de imaginar lo que un chico tan amable y alegre como lo era Minseok debió haber soportado.

— Minseok no podía defenderse, no cuando era un simple chico becado en una escuela que recibía a manos llenas el dinero de los padres de ese bastardo. Lo soportó solo y en completo silencio, esforzándose todavía para graduarse del lugar con las mejores notas y así compensar lo que Byun hacía por él, al recomendarlo a esa prestigiosa escuela.