Capitulo ST 17

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Capítulo 17

Holly:

Quitándole el control a Louis de las manos, intente cambiar la pelea que estábamos viendo. Odiaba ver esa cosa. Los dos hombres pegándose por ninguna razón, deformándose la cara completamente. Uno de los oponentes ya tenía la nariz torcida bañada en ese líquido carmesí, el otro tenía una gran abertura en su ceja izquierda. La sangre me daba nausea, eso no era para mí. Me preguntó si de tanto golpe los boxeadores no quedaran como imbéciles. Supongo que tiene que ser de esa manera.

Louis me tomó de la cintura haciéndome cosquillas para que le devolviera el control remoto, el si estaba disfrutando del baño de sangre. Me removí como loca en el sillón de la sala familiar gritando que me dejara. Louis no paraba de apretar mis puntos más débiles provocando esos movimientos desesperados. Al momento de arrebatarme el aparato de las manos, colocó una vez más la pelea. Sus manos aun buscaban el lateral de mi cadera presionando junto en el punto.

— ¡Basta ya! —le grite tomando sus manos.

— ¿Ya? ¿Tan pronto? Vamos Hol, un beso y te dejo que cambies de canal.

Poniendo mi boca en posición para besarlo me quede esperando a que Louis recibiera mi adorable beso. En lugar de acercarse y aceptarlo, Louis comenzó a reír ignorando mis labios. Alejándose de mí, tomó de nuevo el control remoto concentrándose en la pelea. Lo bueno y lo malo de la tecnología, era que podía dar el comando de voz y lograr que se cambiara de canal. Louis ignoro mi beso y yo iba a joderle el final. Justo en la última ronda, a unos segundos del final le grite al comando. La pantalla cambio directo al canal infantil.

— ¡Mierda nooooo! ¡Holly Marie cámbialo! —Louis se puso de pie observando la televisión. Movía las manos desesperadamente intentando regresar a la pelea. No pude evitar soltar una carcajada tomándome el estómago. Logró regresar a la pelea justo a tiempo para ver el último golpe del hombre con la nariz torcida.

— ¡Gano Fenderich! —levantando el puño como loco, celebro la victoria del tal Fenderich. Cuando se dejó caer a mi lado reposando su mano en mi hombro, me acercó a él plantándome un beso en la frente.

Nunca en mi vida pensé ver a Louis de esta manera, tan libre y tranquilo con una mujer. No sabía si era de esta manera con todas, pero me hacía sentir especial, única, autentica. Viéndolo con esa mirada que nunca le di a nadie, me acerque para darle el beso que hasta hace unos minutos había rechazado. Junior acepto mis labios atrayendo mi cara para marcar lo mucho que significaba para él.

—Holly, Holly, Holly ¿Qué diablos estás haciendo conmigo?

—Te estoy conquistando con mis encantos —guiñándole un ojo de manera coqueta.

Buscando en el repertorio de películas, escogimos una de acción. Una que trataba de un secuestro de una bebe y su padre en la lucha de recuperar a su hija. Para ser sincera, no me interesaba la película, para nada. Cuando todo pareció volverse tedioso, me dispuse a besar el cuello de Louis, necesitaba tentarlo para atraerlo a mis exigentes deseos. No tardó mucho en reaccionar. Tomándome de la cintura, me coloco ahorcajadas en su regazo. Comenzamos a besarnos, mezclando nuestras lenguas. Su beso se intensificaba reclamando o mejor dicho exigiendo que los míos lo siguieran.

Bajé mi mano hasta encontrar su erección, jugando con ella a través de los vaqueros decidí sacarla para animarla mejor. Bajando su cremallera levanté mi mirada para observar como su respiración se comenzaba a acelerar. Quitándole el primer botón de los vaqueros, luego el siguiente, lo necesitaba y él a mí. La pulsación se me acelero de una manera tan increíble que no podía creerlo. Louis nunca aparto la mirada de la mía, siempre fija, una mezcla entre azul y gris. Tan perfecto. Introduciendo mi mano en su ropa interior blanca, llegue a su erección, lista como esperaba.

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