SIEMPRE TÚ ©

Capitulo ST 40

Capítulo 40:

Holly:

"Respira, respira" me dije una y otra vez, estaba nerviosa a pesar que la boda ya había pasado. ¿Quién diablos se casa a mi edad? De seguro más de alguno a de pensar que estoy embarazada o algo por el estilo, pero no, no soy tan tonta de quedar a esta edad. Es como jugar con cosas peligrosas, no estoy para cambiar pañales, dar papillas y andar con bebes llorando por todos lados. Esto lo hacía porque mi decisión no cambiaría aunque fuera de aquí en cinco años. Louis y yo nos dimos cuenta que no podíamos estar separados.

Viéndome al espejo, vi a la chica que veía en cada pasarela, en cada desfile, completamente maquillada, transformada, hermosa. Muchas veces esta no era yo, solo maquillaje y ya, en un pasado, Adam me hubiera exigido todo el tiempo estar de este modo, ya que me vería más bonita. Louis no era así, el me prefería limpia, con mis ojeras cuando las tenía y mis malditos granitos cuando salían. Esto era vida, no la que llevaba antes de que mi vida se transformara en una buena aventura.

Deje de ser conformista, deje de ser todo lo que pensaba ser en un futuro con tal de ser la persona ideal, deje que me pegaran por pensar que estar con él era lo mejor del mundo. Realmente no sabía lo que estaba pensando en el pasado, deje que muchas cosas me destrozaran, cosas que pensé que me hacían bien. Ahora me doy cuenta que no es así.

Deje que Beth me aplicara labial, me compusiera un poco el cabello y me digiera lo linda que me veía. Era una buena amiga, una que siempre estaría allí para mí.

-¿Quién es esa? -preguntó Beth cuando Renny se metió en uno de los baños. Me acerque a ella para que no pudiera escucharnos.

-Una mortal por la que mi hermano está loco -hice una mueca -. No duraran mucho, ella lo odia y no es de la élite y Rees, es todo élite.

-¡Una mortal! -dijo más recio de lo que debía, le tape la boca conteniendo una carcajada. ¡Dios! Esta mujer no podía callarse.

Esperamos unos minutos más viendo como Renny salía con su vestido negro enseñado sus tatuajes como si fuera hermoso tenerlos, no lo eran, para nada. Uno se veía sucio y desalineado. Beth no pudo evitar hacer una cara de asco antes de observar como se lavaba las manos y salía sin decir absolutamente nada. Es más, ahora que lo pienso, no me dijo absolutamente nada ¡Ni siquiera me felicito! Que descaro.

-Rees no puede estar con alguien como ella, solo... mírala -señalo la puerta donde acababa de salir -. Tiene tatuajes, mala actitud y es ¡Mortal!

-Tienes que admitir que es algo linda -respondí tomándome mi vestido para salir del baño, este aspecto princesa era toda una poesía.

-Él debería de estar con alguien como yo, una chica hermosa, de la élite Delta al igual que tú, una preciosidad y con buenos gustos en ropa y moda -camino a la par mía tomando la cola de mi vestido para que no lo pisara.

-Ya se le pasara, lo conozco muy bien.

Salimos a la fría noche llena de calentadores, caminamos parando con cada persona que se nos acercaba a felicitarme, veinte minutos después, encontré a mi... esposo ¡Dios esto suena tan extraño de decir! Nunca pensé estar casada a los dieciocho años, jamás en la vida lo pensé.

Louis me rodeo con los brazos atrayéndome a él, enterrando su cara en mi cuello, inhalando mi aroma. Tenerlo tan cerca era tan rehabilitador, tan lleno de sentimientos, tan profundo que era lo mejor en mi vida. En estos momentos nada podía salir mal, nada. Bailamos un par de piezas con Louis, reímos y a la hora de la cena, nos sentamos en la mesa con mis padres al otro lado. A mi lado estaba Louis y Beth, junto a mí -ahora esposo- estaba Rees y Renny.