Capitulo ST 31

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Este capitulo me tiene emocionada... Que lo disfruten!!!!





Capítulo 31

Holly:





Me quede viendo unos segundos la comida que la enfermera había puesto delante de mí. La textura blanda, los colores mixtos y el aroma a fresa sintética me llego primero que nada. Me removí incomoda en la silla, ya no tenía ningún efecto, ni estaba mareada por la sacada de sangre, entonces ¿Por qué no me daban comida real? ¡Esto no es comida! Estaba a segundos de odiar más a Adam por lograr meterme en un puto hospital donde no me daban comida. ¡Diablos! Estaba muy de mal humor, necesitaba comer.

- ¡Quiero comida solida! ¿No sabe que es eso? No quiero gelatina, la odio.

- ¡Holly! -me reprendió mi madre.

-Ahora no mamá, no vez que estoy teniendo una plática seria con esta señorita. Me darán de alta en unas horas. Ya no tengo nada más que tres costillas rotas y me van a quitar los puntos en un par de días. ¡Quiero comida real! Una hamburguesa o unas papas fritas, o quizá un sándwich de cerdo.

Me cruce de brazos viendo a la señora bastante enojada. Me pusieron un suero todo raro en las venas y lo único que lograron es que se me hinchara la mano y me pusiera de peor humor. Hace una hora que mande a papá y a Louis por una hamburguesa, aparecieron aquí antes que me sacaran sangre con unos panes con jamón de cafetería baratos que no se me antojaron para nada, la enfermera no me dejo darles ni una mordida hasta que me sacaran sangre y bien, mi padre y Louis se comieron todo. Ahora mi humor está peor.

La puerta sonó en ese preciso momento. Louis y papá aparecieron al tiempo que la enfermera se iba dejándome con mamá y mi gelatina. Empuje la bandeja molesta ¿Qué tan difícil puede ser entender que necesito comer?

-Veo que alguien está de muy buen humor -dijo papá sentándose cerca de mamá. Más le vale que ni se acerque porque soy capaz de morderlo.

-Sí, claro. Estoy de excelente humor. Así que no me lo jodas papá que me pondrás de malas.

- ¡¿Más?! -preguntó Lou sorprendido.

Me tomé un segundo en ver a mi novio, tenía ojeras bajo los ojos, la camisa blanca de botones estaba arrugada y salida del pantalón formal, tenía el pelo alborotado y se notaba que no durmió absolutamente nada. Aun así estaba guapísimo.

-Tú ni me hables que ahora no te quiero. ¡Te comiste toda la comida!

-Uy -Lou se acercó a mí -, ¿pero que es esto que tengo aquí? -dijo sacando una bolsa de papel café de Rosty Burger -. Pensé que mi princesa necesitaba una hamburguesa doble de...

No lo deje terminar, me tire a la bolsa de comida como una muerta de hambre. La destapé sintiendo el aroma a comida, la grasa mezclada con salsa de tomate, picante y papas fritas era lo que necesitaba, mi estómago gruño con más fuerza y escuche a Louis reír. Ignorándolo, solté un chillido de emoción al tiempo que aplaudía de felicidad. Cualquiera diría que no comía hace más de tres días.

-Compórtate, dirán que nunca te he dado de comer -se queja mi madre.

-Es mi favorita -dije con la boca llena -. Esta taaaan buena, mamá. Gracias amor, me encanta -dije besando a Louis que estaba sentado a mi lado en la cama de hospital. Me disfrute cada mordida de la deliciosa hamburguesa llena de grasa, no le pregunté a nadie si querían probarla y por supuesto, no me despegue de ella. Era mía.

Cuando finalmente acabe con la última papa frita en la bolsa, mamá y papá salieron a comer algo antes de ir a ver a mi hermano. Yo aún no podía creer que Louis, estudiando medicina, no entendiera absolutamente nada de lo que la doctora había dicho. Le pedí detalles y lo único que dijo fue "Esta bien y no va a perder la memoria" que no me joda, necesitaba detalles de lo ocurrido. Por ejemplo si esta deforme, o ya no se parece a mí, yo que sé, quiero saber más.

SIEMPRE TÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora