Capitulo ST 32

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Ya hice los vídeos, hice tres, los voy a ir subiendo poco a poco aunque ya los pueden encontrar en mi Facebook.

Saludos,


Capítulo 32

Holly:


Me restregué los ojos unos segundos antes de removerme en el sillón, me quede viendo como Rees intentaba quitarse el suero de la mano y papá le llamaba la atención. En cierto punto lo entendía, esa cosa no hacía nada más lastimar la mano. Sentándome correctamente, me cruce con la mirada azul de Rees, era un alivio que estuviera vivo.

-¡Que pelón Sisi! - dijo bastante entusiasta.

-Cállate idiota, si supieras manejar moto no estaría durmiendo en un sillón preocupada por ti, estaría en casa disfrutando de una película con mi novio -sabía que no tenía que quejarme, pero Rees sacaba lo peor de mí en su mayoría de veces.

-Si tu no tuvieras un ex novio esquizofrénico, loco, medio matón, una hermana que me ocultara la verdad y sedujera a mi mejor amigo para que me mintiera y para ponerle la guinda al pastel le añadimos que no soy nadie que valga la pena para que te salve... -Rees se rasco la barbilla -sí tienes razón, soy un idiota.

- ¡Imbécil!

- ¡Ya basta! -mi madre nos calló sobándose las entradas de la cabeza. Tenía un dolor insoportable desde hace unas horas.

Me acomode el cabello en un moño alto, me acomode la playera y observe a mi hermano aun perdido en sus pensamientos. Hace más de dos horas que lo veo pensando y pensando. Es algo estúpido, porque no tengo ni idea que pasa en su cabeza. Estaba emocionada porque ya hoy podríamos ir a casa, todos juntos como familia. Papá no había querido dormir ni un poco, incluso cancelo todas sus reuniones del día, para que no, esto fue una pesadilla, en cierto punto me siento culpable. Quizá si hubiera dicho lo que pasaba con Adam, ninguno estaría aquí, quizá tampoco me hubiera cruzado en el destino de Louis de ser de ese modo. La vida es incierta, en todos los puntos posibles. Me gustaría creer en los cuentos de hadas, historias de amor, como la de mamá y papá, pero no todo era color de rosas o pastel. ¡Que miel más mierda!

-Iremos a pagar todo, ahora regresamos, la enfermera no tardara en venir a hacer el último chequeo -anuncio mamá. Los dos asentimos con la cabeza regresando a nuestro silencio total. Papá y mamá desaparecieron por la puerta dejándome con mi idiota. Él era mi otra mitad, mi complemento puro.

Imaginarme una vida sin él, es como no respirar, ese es el gran equivalente. Louis finalmente había accedido ir a casa, estaba descansando un poco, si no fuera por Mary, que literalmente lo vino a traer, seguiría aquí. Lo persuadí diciéndole que cuando llegara a casa, quería que él estuviera ahí, que comiéramos algo rico y viéramos una película. Mis intenciones eran besarlo toda la película, pero no iba a contárselo aun, de ser así, me hubiera llevado con él.

Sacando una revista de modas, empecé a hojearla. Estaba interesada en el desfile de fin de verano, no sabría si podría asistir o si estaría preparada, de seguro, con este ojo, la costilla y la poca fuerza de voluntad para hacer la dieta, no iba a llegar pero ni a tercera en la lista de espera. La puerta se abrió bastante lento, tanto Rees como yo levantamos la mirada para ver a una chica bastante pequeña entrar.

Tenía una camisa verde de manga corta, pantalones cargo, zapatos grandes y pesados. Llevaba las manos metidas en los bolsillos, la cabeza roja baja. Vi como la mirada de mi hermano se abrió al verla, ella no encajaba en ninguna amistad que tuviera, lo cual era bastante extraño. Me quede viendo a la chica acercarse a la camilla donde estaba Rees sentado de piernas cruzadas. Inmediatamente este se tapó las piernas peludas. No pude evitar reírme internamente por esa reacción, le daba vergüenza que lo vieran, otra novedad.

SIEMPRE TÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora