Caería mil veces por tí

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Pov Callie

Jamás hubiera imaginado que me daría un golpe y si le dije lo que le dije fue porque se lo merecía, después de haberme levantado aquella calumnia ¿Quien se creía? No me lo esperaba de ella.
Y con la cachetada me sentí aún peor. Pero creo que por el mismo impacto no pude reaccionar.
Solo me quedé tomándome la cara con la mano, la observé con los ojos llenos de lágrimas, las cuales no pude contener y con rabia realmente me había dolido lo que me dijo y aquella inesperada bofetada igual.
Ella me miró arrepentida, lo noté en su mirada y trato de decirme.

Arizona: Callie, lo siento, yo no quise (yo di media vuelta y sin decir una palabra me fui corriendo de allí) espera Callie, Calliope (la oí decir, pero no me detuve, necesitaba volver a mi cuarto y llorar)

Allí obviamente estaban las chicas, quienes se sorprendieron de verme llegar tan pronto, pero más aún cuando me vieron llorando.

Cristina: callie, hey (dijo acercándose a mí) ¿Que es lo que ha pasado? (Pregunto preocupada)
Amelia: ¿la coordinadora esa te ha hecho algo? (Dijo confundida)
Callie: no, no es ella (dije mientras continuaba llorando)
Mer: ¿Y entonces? (Pregunto)
Callie: Arizona, eso ha pasado (entre sollozos)
Amelia: ay no ¿Que paso con la secretaria ahora? (Dijo intrigada)

Trate se parar de llorar, me incorporé en la cama, saque mis lágrimas y comencé a contarles lo que había ocurrido. Ellas se quedaron atentas escuchandome, luego me abrazaron y dijieron que no debía preocuparme, ni tampoco llorar y estar mal. Que todo se solucionaría y que no creían que Arizona me hubiera dicho lo que me dijo y me hubiera golpeado aproposito, solo perdió el eje según Amelia.
Decidí hacerles caso y me calme, pero aún seguía sintiendo tanta rabia, que ni siquiera puedo explicar en palabras.
Luego de aquello quedamos hablando de distintos temas un momento más, hasta que se hicieron las 2am y decidimos descansar, ya que al otro día no nos levantarían ni con una grúa.

Ya era de mañana, nos levantaron a las 9am como todos los días, aunque estaba más calmada que la noche anterior, me sentía perezosa y sin ganas de comenzar con las actividades del día. Pero antes que quedarme encerrada maquinandome la cabeza, preferí salir y distraerme, quizás así me cambiaba este humor.
Me cambié y salimos al parque con Cristina y Amelia, la que le estaba sacando provecho a este campamento era Mer junto a la profesora Addison, la que puede, puede ¿Verdad?.
Esperamos un momento y allí estaban, junto a ellos Penny quien me miró y me dedico una sonrisa, la cual le devolví con gusto.

Mark: muy buenos días chicas, espero que hayan descansado mucho, hoy vamos hacer algo muy divertido que de seguro les encantará, vamos a jugar a la búsqueda del tesoro. Y la que lo encuentre recibirá un premio (todas se emocionaron por ello)

Mark comenzó a explicar las reglas del juego y algunas de las indicaciones, luego nos dividieron en grupos. Éramos 4 grupos de 12 integrantes cada uno. A Cristina, Amelia y a mí nos pusieron juntas por suerte. Luego habían algunas chicas del otro curso y compañeras nuestras con las que nos llevábamos muy bien. En uno de los otros grupos se encontraba la imbécil de Leah, junto a Heather, a la que no había visto desde que llegamos. No sé por qué esa chica es tan misteriosa, casi nunca aparece.
En fin, luego de dividirnos en grupos nos asignaron una secretaria y profesoras a cada grupo, ya que ellas también participarían, pusieron a 2 en cada grupo.
Para mí desgracia asignaron a Arizona en el grupo donde se encontraba Leah, por lo cual me observó sonriendo y burlándose de lo que sucedía y a mi me entraron tan ganas de golpearla que no sé cómo me contuve.
A nuestro grupo nos asignaron a la profesora Teddy a otra preceptora y a Miranda.

Nada puede ser peor ¿No?

Por último nos dieron un papel sobre las cosas que deberíamos encontrar y el lugar donde encontraríamos la primer pista, con la cual encontraríamos las demás.
Así que leímos el papel y a la cuenta de 3 todas salimos corriendo al primer lugar, ya que era por tiempo.
Antes de salir corriendo pude ver a Arizona observándome, con su mirada triste, como si quisiera decirme algo. Pero la ignore, no quería saber nada de ella después de lo que hizo. Ella obviamente noto que evite mirarla, pero no dijo nada.
Comenzó el juego, la tarjeta decía que debíamos buscar la primer pista al lado del río, ¿Un río? Ni siquiera sabía que había un río por aquí, pero tuvimos que ir a buscarlo.
Llegamos al río, todas empezamos a buscar la pista como locas, debíamos hacerlo rápido, hasta que yo la encontré adentro del río debajo de una roca.
La primer pista decía "soy productiva, marrón y con el agua me pongo pegajosa y sucia, encuentrame" nos quedamos pensando un momento, hasta que April, dijo que era tierra.
Seguimos jugando y encontrando las pistas, hasta que en un momento se empezó a complicar, debíamos buscar entre las rocas y estábamos rodeadas de ellas, asíque podía ser cualquiera de las tantas que hay.
Cómo no lo encontramos nos dividimos, quizás así la encontraríamos más rápido.
Yo tomé camino hacia la subida del cerro, así iba revisando cada roca que veía, las levantaba para ver si la pista se hallaba debajo, pero nada, seguíamos sin encontrarla y estábamos perdiendo tiempo. Tenía que apresurarme.
Continúe buscando, ya me dolía la espalda de tanto caminar agachada buscando rocas como una imbécil, pero seguía, ya que era solo un juego y la verdad que quería ganar.
En un momento estaba agachada levantando algunas rocas y mientras con la mirada gacha choque con alguien, y al parecer estar en aquella posición el choque hizo que cayera de rodillas, lo cual entre las piedras pequeñas que habían hicieron que me doliera bastante.
Solo quería saber quién había Sido la imbécil que me había hecho caer.

Callie: oye ¿Por qué no te fijas por dónde (quedé muda al levantar la vista y encontrarme con Arizona)

Rayos, rayos, rayos.

Callie: ah, eres tú (dije cambiando la mirada completamente, ella lo noto)
Arizona: lo siento mucho ¿Te encuentras bien? (Pregunto tratando de ayudarme, lo que rechacé por completo)
Callie: déjame, puedo sola (dije levantándome bruscamente, sin darme cuenta que tenía un corte en la rodilla que no me permitía caminar con facilidad, parecía un corte estúpido pero la verdad es que me dolía bastante y me estaba sangrando).
Arizona: tienes un corte en la rodilla, está sangrando (dijo señalando mí rodilla)
Callie: ya lo sé (dije rebajandola con la mirada, sentía tanto enojo hacía ella que no podía ocultarlo)
Arizona: déjame ayudarte con eso (dijo acercándose mientras intentaba sostenerme para poder ayudarme a caminar, pero la aparte de inmediato)
Callie: ¿puedes dejarme en paz? Yo puedo sola ¿Ok? (Ante la mirada atenta de Arizona)
Arizona: ¿Por qué no me dejas ayudarte? (Dijo observándome)
Callie: ¿Por qué no te vas a la mierda con Leah? (Dije llena de ira, mis ojos parecían dos puñales).

Ella solo se sorprendió al escuchar aquello y luego me miró seria, como con enojo. Obviamente no le gustó para nada lo que le dije.

Callie: que ¿Me vas a golpear? (Dije rematandola, Pude notar que le dolió lo que le dije, pero aún así se quedó) déjame en paz (dije tratando de irme de allí, pero la rodilla herida me jugo una mala pasada haciéndome perder el equilibrio)

Casi vuelvo a caer, hasta que sentí unos brazos rodeando mi cintura que me mantuvieron firme y no me dejaron caer. Si, eran los brazos de Arizona que me pegaban a su cuerpo sosteniendome como si estuviera a punto de caer a un mismísimo abismo.

Caería mil veces por tí Arizona Robbins...

Cuando Amarte no sea PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora