5.- Killua Zoldyck

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Sí, definitivamente lo sentí y él se dió cuenta, no puedo seguir más aquí, ¡quiero irme lejos!

No era capaz ni de abrir los ojos, los labios delgados y húmedos del sádico torturador habían hecho contacto con los míos, era cálido y una de sus manos se había entrelazado en mi cabello, empuñándolo para obligarme a mantener el beso durante más tiempo.

Me iba a estallar el alma. No resistía esa sensación, era demasiado, no me desagradaba, pero me preocupaba perder el control de la situación.

Pasados algunos segundos, sentí que se detuvo, que su cercanía simplemente se esfumó y pude mover mis manos para notar una superficie distinta con un viento fresco.

—¿Qué es ésto? ¿dónde estoy? —me pregunté al abrir los ojos y observar el medio día entre árboles enormes y un silencio tranquilizador — ¿otro bosque? pensé que era de noche, ¿porqué está lloviendo dinero?

Ay no, ya recuerdo esto...

Una mayordomo de los Zoldyck le pidió este deseo a Nanika. Eso quiere decir que estoy en la montaña Kukuru, hogar de... ¡¡Killua Zoldyck!!

Ay ya, debo dejar de fangirlear.

Antes de que pensara en buscarlo, el pequeño de 6 años ya me había encontrado a mí.

—¿Quién eres? —me interrogó con cierto tono amistoso.

No me equivoqué, es tan tierno, parece un bebé, dios...

Tiene una mirada curiosa, posiblemente aún no tiene la aguja de Illumi, ni ha ido al coliseo, no es como su familia, así que debo guardar la calma.

—Algo me trajo aquí por error, por favor, no le digas a nadie que me has visto. Yo me iré de inmediato. —le pedí confiando en que me guardaría el secreto.

—¿Eres un hada?

— Talvez. — En realidad, ni yo sabía lo que era en ese mundo.

—Alluka, ¡mira esto! —llamó Killua a su pequeña hermana, ¿o hermano?

Sé que Alluka tiene a Nanika dentro, debería sentirme segura sabiendo de que debo prevenirme, pero si empieza a pedirme cosas, quizás muera.

—Amo Killua, su padre los llama, deben ir de inmediato. —dijo una mayordomo acercándose a nuestra dirección, si me descubría seguramente me mataban —¿Estaban hablando con alguien?

—¿Ah? no. —respondió Killua después de haberme empujado dentro del hueco de un árbol — Sólo eramos nosotros. Vamos Alluka.

—Pero... —dudó Alluka mirando hacia el árbol.

—No te preocupes, vendremos después, ¿sí? —Killua le guiñó el ojo y Alluka entendió.

—¡Muy bien!

Killua me cubrió, de no ser así estaría metida en problemas, no salí de una sala de tortura para entrar a otra.

Me daba mucha pena no agradecerle, pero de momento no podría quedarme, nuestro encuentro fué muy corto y quería volver a verlo pronto, cuando fuera un asesino profesional, cuídate pequeño.

Lo ví alejarse, y de repente hizo una señal como si me indicara tener cuidado, creo que sabía a lo que se refería.

Mike, su perro guardian gigante, estaba detrás de mi.

DIVINA FAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora