9.- Illumi Zoldyck

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Gracias a mis extraños poderes por evitarme un momento tan tenso, después de lo que pasó con Feitan he quedado impactada con el comportamiento oculto de estos chicos.

Deseé con toda mi voluntad volver a casa de Killua, pero no llegué precisamente al punto exacto donde se encontraba.

El interior de la mansión Zoldyck era inmenso y confuso, me ví perdida entre un cruce de 4 pasillos, apenas dí un paso adelante y ví de reojo una figura alta a mi lado.

Cualquier otra persona saltaría del susto, pero me pareció tan encantador que en lugar de aterrarme, me enamoré. Por millonésima vez en este día.

¿Qué? no es mi culpa que todos los chicos aquí sean tan atractivos. Illumi Zoldyck no es la excepción.

Su cabello estaba corto pero sus enormes ojos oscuros brillaban como los de un gato negro juguetón, vestía como un chico deportista de preparatoria.

-¿Cómo entraste aquí? -me interrogó con un tono casual como si fuera un invitado sin importancia.

Es hora de irse.

Casi me esfumaba en el momento, pero no se me ocurría a dónde ir, de repente estaba nerviosa y tragué saliva mientras él agitaba su mano frente a mi rostro.

-¿Estás viva? -preguntó apretando ligeramente una de mis mejillas, me dió tanto miedo que no me moví-Menos mal, sería una pena dañar a una chica como tú. -ladeó la cabeza extrañamente aliviado.

¿Como yo? ¿eso fué un cumplido? ¡¿Illumi Zoldyck me hizo un cumplido?!

-Estoy viva, pero no me mates. -supliqué en voz baja.

El chico, cruel y despiadado, me inspeccionó con la mirada como si analizara una pintura en un museo, con detenimiento y sumo interés, tragué saliva esperando que alguien mágicamente apareciera para salvarme.

-Normalmente no asesino a nadie a menos que me paguen por ello. -dijo Illumi, tranquiliándome por un momento, un ínfimo momento- Pero no sería correcto dejarte ir sin interrogarte.

Más veloz que un parpadeo, aquella punzada en mi cuello me alertó de la terrible situación en que me había metido, no pude escapar a tiempo, la aguja que había clavado en mi cuello era tan delgada que no dolía, no se sentía.

Es más, me la quité.

-¿Qué es esto? -saqué la pequeña aguja que me recordaba a los alfileres de mi mamá.

El rostro alarmado de Illumi jamás lo voy a olvidar. Sus agujas no tenían efecto en mi y siendo él un asesino profesional que se vale de su habilidad manipuladora, encontrar a una persona inmanipulable era irónico.

Le explotó la mente.

Sin ninguna discreción, soltó una carcajada maniática que me erizó la piel, intenté darme la vuelta y desaparecer pero su temible rapidez pudo conmigo, atravesándose en mi camino, mirándome con sus ojos hipnóticos a unos centímetros de distancia.

Este tipo me quiere matar de un infarto, no baja la guardia en ningún momento.

-¿Dirás algo en tu defensa? -Me cuestionó como si fuera una orden. El corazón me iba a mil por minuto.

A pesar de su habilidad manipuladora, no sentí ningún efecto, sin embargo, me estaba mareando y quería evitarlo, quitarlo de mi camino, o al menos calmar su hostilidad.

-Me gustas más con el cabello largo. -susurré chillando en voz baja, fué lo único que se me ocurrió.

Su expresión amenazante no cambió, pero se incorporó bajando un poco la guardia.

-¿Qué tan largo? -Siguió el tema rompiendo levemente la tensión.

-Eh... hasta la... ¿cadera? -intenté acordarme de su apariencia en el anime como si fuera un examen.

Con una mano en la cintura y otra en el mentón empezó a reflexionarlo, era tan raro su comportamiento que una parte de mi decía "quédate, igual no te puede matar" y la otra gritaba "¡¿qué estás esperando para irte a la mierda de ahí?! ¡¡¡aaaah!!!".

-¿Ya cenaste? hoy habrá cerdo relleno.

Me convenció, me quedo. Aunque ya había cenado en casa de Gon.

DIVINA FAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora