DIVINA FAN [+18]

26.- Prueba del capitán

Estoy fangirleando internamente. Voy en este barco, junto a Gon, Kurapika y Leorio.

No me atrevo a dialogar con ellos, parece que Kurapika sigue siendo reservado, apenas y habla conmigo.

Gon en cambio, habla con el capitán, en unos momentos le dirá que se aproxima una tormenta.

Leorio está por ahí, comiendo manzanas, haciéndose el misterioso, qué adorable.

—Ay, ¡cómo me ruge el estómago! pero le dije a Kurapika que sí comí para que no se preocupara por mi desaparición repentina. —me quejé arrepentida— Es mi culpa por mentirosa.

Esto es curioso. Han pasado un par de horas y no me he trasladado a otra parte.

—La tormenta... es enorme. —susurré al contemplar gigantescas nubes negras con relámpagos— Qué horror, no estoy preparada para esto, no soy una aspirante a cazador, sólo tengo la suerte de no morir.

Siempre le tuve miedo a las tormentas eléctricas en mi vida pasada, los barcos suelen marearme también, seguramente me echarán de este examen, no pensé que iba a ser tan difícil.

Incluso estando adentro, se mueve todo el piso constantemente, ¿cómo hacen ellos para que no les afecte?

Kurapika, te ves tan lindo en esa hamaca leyendo sin darte cuenta de que todo a tu alrededor se cae a pedazos.

Leorio, sabes mantener el equilibrio con todo este ajetreo, debería pedirte un consejo sobre cómo evitar los mareos.

Ay, Gon, usando los barriles para jugar mientras ruedan de lado a lado.

El resto de los hombres vomitan, se desmayan, se golpean con las paredes.

Me estoy sosteniendo de una columna de madera, intento ser fuerte, pero me estoy resbalando, en cualquier momento voy a salir volando de aquí.

Dicho y hecho, no pude aguantar más y me solté.

—¿Estás bien? —preguntó Kurapika atrapándome justo antes de caer al suelo.

—Señorita, beba esto. —Gon también se acercó y me ofreció una hierba medicinal.

—Toma, come una manzana, te hacen falta energías. —Leorio también me ayudó dándome comida, aunque Kurapika lo miró un poco celoso y me sacudió la suciedad de la ropa.

Esto es un paraíso. Tres lindos caballeros que se unieron para ayudarme momentáneamente.

La tormenta bajó de intensidad, fué entonces cuando el capitán entró y nos vió a los 4 intactos.

—Parece que sólo ustedes quedan. —dijo— Díganme sus nombres y porqué quieren ser cazadores.

¡Qué emoción! ¡viviré esto en primera persona!

Por poco me olvidaba que ellos se rehusaban a contestar, y entonces el capitán decía que la prueba ya había comenzado, así que Kurapika será el primero en presentarse, luego Gon y al final Leorio.

—Usted primero, señorita. —dijo Kurapika invitándome a participar.

—¿Qué? ¿yo también? —Me tomó desprevenida, yo no planeaba ser cazadora, aunque tenía sentido que si quería seguirles el paso, debía entrar.

—¿Porqué a ella la llamaste señorita y a mí me tratas de manera informal? no creo que sea tanto problema dirigirte a mí como señor Leorio.—reclamó el mayor.

Ah, cierto, estos dos se peleaban.

Kurapika lo ignoró, pero era evidente que discutirían y tarde o temprano terminarían luchando en el exterior.

Me presenté y después pensé en lo primero que se me vino a la mente como respuesta a su segunda cuestión.

—La razón por la que quiero ser cazadora... ¡es para interactuar lo más que pueda en este mundo! ir a todas partes y conocer a muchas personas, lugares y vivir todas las experiencias que pueda.

Creo que lo dije bien, no sonó tan raro.

—Interesante, una cazadora de aventuras, te aseguro que no te aburrirás de explorar este mundo. —dijo el capitán.

—¡Lo sé! sobre todo el continente oscur... —¡No, no, tonta, cállate! me emocioné tanto que casi revelo algo que los chicos no saben.

El capitán se dió cuenta de lo que iba a decir y guardó silencio, qué estúpida soy, no puedo evitar hacer estos spoilers.

Por suerte, él siguió preguntando a los demás, hasta que Kurapika y Leorio empezaron a discutir.

—Resolvamos esto afuera. —escuché decir a Leorio y luego de que insultara al clan Kurta, intenté detener a Kurapika pero no pude hacer nada, esta pelea era necesaria.

Gon me dijo que no me precupara, honestamente no pude prestar atención a sus palabras, tan sólo ver sus ojos brillando me ponía de buen humor.

Salimos a cubierta para presenciar la pelea, pero yo me alejé un poco porque sabía lo que pasaría, algún baboso se caería del mástil y ellos lo rescatarían.

Quién diría que esa babosa sería yo.

La tormenta aún era fuerte afuera y el suelo estaba resbaloso. Un tambaleo me orilló fuertemente fuera del barco y lo peor fué que nadie me agarró...

Caí al agua, estaba fría, turbia, el fondo era oscuro, tenía mucho miedo, no sabía cómo nadar, jamás estuve en aguas tan salvajes, sentía que cada vez me hundía más.

¿Porqué nadie viene por mí? ¿no me vieron? ¿qué pasa con mis poderes? quiero irme de aquí, no me duele nada, pero no puedo respirar.

Por favor... sálvenme... quien sea...