13.- Biscuit Krueger y la araña

3.6K 513 86
                                    

Vagando por una ciudad random, entré a un almacén de ropa para cambiarme y desaparecer.

Lamento que tengan que descontarles a los empleados por mi culpa, pero no tengo dinero.

Mientras me probaba algunos atuendos, me crucé con un personaje que no pensé ver hasta el arco de Greed Island.

—¡Qué lindo se te ve ese conjunto! combina perfectamente bien con tu rostro, ¿eres modelo?

Esa cara de loli, esa voz, esos ojos brilantes enérgicos, ese cabello rubio de peinado extravagante, quién lo diría. La maestra de nen, Biscuit Krueger.

—¡Oh, gracias! y... no, no soy modelo.

—Deberías, tienes una cara bonita, no pareces ser de por aquí, ¡¿entonces eres una actriz extranjera?! dímelo, ¡no le cuento a nadie!

—Es igualita que en Greed Island. —dije sin querer, otra vez.

—Qué raro que sepas de ese juego, todavía está en desarrollo. —murmuró para que sólo yo pudiera escuchar— ¿y qué quieres decir con que soy "igualita"?

Yo y mis ganas de meterme en lo que no me importa somos el conjunto ideal para hacer estallar este mundo.

—Biscuit Krueger... —mencioné su nombre para confundirla más —tú no viste nada.

Me oculté detrás de la cortina del vestidor y desaparecí inmediatamente, no quería tener que someterme al interrogatorio de una maestra nen por muy inofensiva que pareciera.

¿Porqué no puedo tener un momento de tranquilidad en este lugar? todo pasa tan rápido y me encuentro siempre con algún personaje que ya conozco.

¿Será porque el mundo es pequeño en comparación al continente oscuro? ni idea, reprobé geografía en mi vida pasada, en esta estoy frita.

Me dió hambre y ganas de ir al baño, ya se me estaba haciendo costumbre invadir propiedad privada, así que opté por visitar un lugar público, una pizzería restaurante.

Tenía el plan de ordenar y comer hasta hartarme, luego desaparecería, aunque me remordía la conciencia abusar de mi útil habilidad.

Al entrar al local, miré a los indeseados bandidos con los que no creí cruzarme tan pronto.

Pero, ¿qué demonios hacen ellos aquí? ¿me huelen?

—Líder, mire quién acaba de entrar. —me delató Franklin, gracias baboso.

Sabía que podía irme si quería, pero mis pensamientos inmaduros de fanática enamorada me impedían alejarme y no quería seguir huyendo para siempre.

—¿Qué estoy haciendo? ¿acaso soy retrasada? por dios, ¡estoy en mi maldito anime favorito! ¿porqué me preocupa lo que piensen de mi? ni siquiera pueden hacerme daño, soy poderosa, ¡puedo hacer lo que quiera!

Mi automotivación habría sido perfecta si no fuese porque acaba de gritarlo en voz alta.

—¿Ani... qué? —preguntó Phinks, como tiene pinta de maestro de física es normal que no sepa de mangas.

—Oye, no deberías jugar con tu suerte al decir esas cosas en público. —agregó Pakunoda apareciendo detrás de mí, sigilosa y perspicaz, tocando mi hombro. Ustedes saben lo que significa eso. —¿Quién eres tú?

—Espero que no se esté burlando de nosotros. —se ofendió Machi, siendo la única en desacuerdo con mi presencia.

El rostro de la rubia se congeló por la enorme sorpresa que se llevó. Inmediatamente le hizo una señal al líder asintiendo de manera alarmante.

—No lo hace. —calmó Chrollo con su voz serena. —Dense cuenta, ella no es de nuestro mundo.

Maldita sea, Chrollo, eres un puto genio, espera, ¡¿acaban de descubrir mi secreto?!

—¿Me dejan ir al baño primero?— perdón, yo vengo de un mundo donde sí hacemos pipí.

DIVINA FAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora