38.- Coqueteo con Feitan. Sale mal

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—Feitan... ¡hola! veo que estás ocupado, te veré en otro momento, disculpa la interrupción. —dije nerviosa al verlo cubierto de sangre. No quería ser la próxima conejilla de indias.

—¿Ocupado? —observó al hombre atado a la silla, al cuál le arrancó la lengua un minuto antes— ah, él. —Le cortó la garganta usando el filo de sus uñas— Ya terminé, estoy libre.

—Qué rápido. —sonreí falsamente intentando mantener la calma ante la muerte sangrienta que provocó— No me deja irme otra vez. —pensé al tener problemas para desaparecer— Y creo que no llegué en buen momento.

—¡Relájate, Feitan! —entró Shalnark al cuarto, adornando con cierta alegría el tenso ambiente de tortura— ella es parte de nosotros, debes tratarla bien.

—Sólo bromeaba, no iba a hacerle nada.  —dijó Feitan bajando la guardia— A menos que ella quiera.

Ahorita no, gracias. Mi lado caliente se quedó con Killua hace rato.

—Tienes una manera extraña de aparecer, me alegra verte de nuevo. —saludó Shalnark antes de llamarle la atención a Feitan por matar al rehén.

Y ya que no podía irme. Al menos debía intentar hacerles platica.

—¿Qué se supone que hacen? además de matar sin piedad a ese señor.

—Oh, estamos cobrando algunos favores. —explicó Shal —A veces hay personas que piden nuestros servicios en el bajo mundo, como matar, robar, estafar, entre otras cosas. Y de vez en cuando sucede que alguno se pasa de listo al no querer pagar.

—Así que les hacemos un cobro con intereses. —agregó Feitan sacudiendo la lengua cercenada.

—Ya veo... —tragué saliva por lo siniestro que me pareció— bueno, los dejo trabajar. Chao. —volví a despedirme, concentrando mi mente en volver al dirigible y no funcionaba— ¿Pero porqué sigo aquí? ¡trasladame! —grité internamente.

Ya sé qué haré si logro pasar el examen. Definitivamente, aprenderé a manejar este don que hace lo que le da su gana.

—No te vayas tan rápido. —Feitan ladeó la cabeza, quitándose la ropa manchada cuál uniforme de carnicero y poniéndose un saco y pantalón casuales.— Somos algo así como compañeros, ¿no? y ya que has sido testigo de nuestros crímenes, también eres nuestra cómplice.

—Si quieres que te dejemos ir tendrás que ir a tomar un trago con nosotros. —propusó Shalnark sin perder la buena vibra.

—Te lo agradezco, pero no puedo hacer mi examen estando ebria. —Al menos en esto sí era honesta.

—¿Examen? ¿de qué? ¡bah! eso puede esperar. —menospreció Feitan.

—Por favor, sólo será un rato corto —suplicó Shal— de cualquier modo, no hay nada que temer, eres una de nosotros. Te cuidaremos.

Nunca fuí buena tomando cerveza, ni vino, ni nada por el estilo. Aún así, por mi mente pasaba una pregunta curiosa.

¿Cómo sabrá el alcohol en este mundo? creo que tengo un poco de tiempo antes de que el dirigible llegue a esa montaña.

10 minutos después...

—Me estresa ser una diosa, ¿saben? — Después de un par de tragos, empecé a decir más barbaridades que de costumbre— se supone que debo ser fuerte, poderosa y mira, desgraciados poderes son una mierda, mierda de elefante con diarrea.

—Qué vocabulario, cada vez me agradas más. —elogió Feitan, sentado a mi lado derecho frente a una barra en un bar con pocos clientes, mientras Shalnark jugaba con mi cabello en el lado izquierdo.

DIVINA FAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora