19.- Impulso heróico

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Gracias a la predicción que leí, pude comprender algunas cosas.

Que sí había reencarnado en este mundo con habilidades que me protegían de ser asesinada o herida.

Que según mis interpretaciones, cualquier personaje me verá como un ser perfecto, por lo cuál, será normal que se sientan atraídos hacia mí.

Cada uno podría tener una visión distinta de mi apariencia, eso explicaría porqué no puedo reflejarme en ninguna superficie.

Y sobre el último verso, podría significar que debo tener cuidado de no revelar información del anime o básicamente, no decirles a los personajes lo que pasará más adelante.

Maldita sea... y me lo vienen a revelar justo cuando estoy frente a él.

—¡Hola! creí que te habías ido con Kurapika.

—Pairo...

Regresé al clan Kuruta encontrándome con los padres de Kurapika y su pequeño amigo.

Estaba segura de que aún quedaba tiempo para el fatídico día, que podría hacer algo para ayudar. Pero fuí una estúpida.

En el manga nunca se dió una fecha exacta de la masacre. Si no una fecha donde se descubrieron los cuerpos semanas después.

Al escuchar gritos, supe que estaba en el peor lugar, en el peor momento.

Hora de vivir uno de los sucesos que marcó la vida y el destino de uno de mis amados protagonistas.

—Corre. —dije sin pensarlo dos veces, tomando a Pairo de la mano y escapando lo más rápido posible de la aldea.

No puedo hacer que vaya conmigo a otro sitio pero al menos podemos alejarnos lo suficiente para evitar su muerte.

Quisiera salvarlos a todos, pero aún si pudiera, la predicción me pidió no hacerlo y sé que eso cambiaría la posibilidad de que Kurapika se convierta en cazador.

Sólo me queda correr lo más rápido posible.

De lejos podía escuchar los gritos, el llanto, el clamor de auxilio y suplicas, las llamas de fuego envolviendo las chozas, caballos huyendo, animales muriendo. Jamás había tenido tanto miedo.

Pairo cerró sus ojos y trató de seguirme el paso, pero su terrible capacidad visual lo hizo tropezar y se acabó lastimando una pierna.

—¡Te cargaré, abrázame! —tenía que sacarlo de ahí, no se me pasaba por la mente otra cosa.

—No tiene caso, no vale la pena salvarme, vete. —dijo Pairo ocultando su dolor con una sonrisa opacada por lágrimas—cuida a Kurapika, haz que sea felíz, ¿sí?

—No digas eso, ¡vamos, sostente! —fui necia intentando cambiar el tema, mi visión se vió afectada por lágrimas que comenzaban a salir y mis piernas flaqueaban por el camino.

Su cuerpo me parecía cada vez más pesado, me costaba cargarlo. Mi energía se consumía en mis ganas de llorar al ver un par de siluetas frente a mí.

Maldita sea, ¿porqué? ¿porqué no puedo salvar a nadie? ¿porqué tengo que vivir la historia sin poder hacer nada? de verdad harán esto? ¿matarán a un pequeño inocente frente a mí?

—Ladrón que roba a ladrón, ¿has escuchado ese dicho? —preguntó aquél hombre sosteniendo su ya característico libro y de un sólo movimiento logró separarme de Pairo para entregarlo a sus compañeros.

—¡No! ¡déjalo! ¡a él no! —grité desesperada poniendo en riesgo mi vida si era necesario.

—Gracias por tu ayuda, no lo habríamos logrado sin ti. —Chrollo no tuvo reparo en decir aquello en frente de Pairo.

No, cállate, cállate, no es mi culpa, Pairo, no lo escuches, no me mires con esa expresión de asco y decepción, me duele... no...

Caí de rodillas al suelo, fracasando en el segundo intento de cambiar la historia, lo único que hice fué empeorar la situación en que me encontraba.

Me sentí tan mal que sufrí un desmayo repentino, todo a mi alrededor se volvió oscuro y el sonido cada vez más bajo e ininteligible.

Talvez, con un poco de suerte, aparezco en el siguiente arco.

DIVINA FAN [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora