XXVIII
Arlette
Soltó un gruñido y quiso tirar de mi pero me solté.
-¿Sabes? Un apellido no define mi personalidad -lo miré y empecé a caminar por el lugar hasta estar frente a un tablero de ajedrez, la Reina había perdido y el Rey había ganado.- Soy mala y siempre lo seré, sea Morningstar, Russell, Zhukov o el apellido que quieras -levanté a la Reina y con ella tiré un peón del Rey,- siempre seré la hija de puta que soy y podré amarte, pero no debo rebajarme al punto en que lo hice -tiré un caballo y avancé un poco, haciendo resonar mis tacones de aguja negros,- mi nombre es Arlette Morningstar Russell, hija del mafioso que fue el más buscado de Europa e hija de la esposa de ese mafioso -quedé del otro lado del tablero, mirando a Adler fijamente, los azules chocando,- y yo soy una Reina -tiré al Rey- y yo siempre gano.- murmuré finalmente, para después poner a la Reina en el lugar del Rey, declarándose ganadora a pesar de la trampa.
Saboreó mis palabras y me enderecé, alcé la barbilla y chasqueé la lengua.
-¿Y tú, quien eres aparte de un idiota?- Pregunté con burla.
Una sonrisa mala inundó su rostro y caminó hasta estar frente a mi, en el otro lado del tablero y agarró al Rey el cual estaba tirado.
-Yo soy un maldito hijo de puta, asesino, cometo crímenes, vendo a mujeres y vendo droga -dijo simple.- Yo soy el Rey, y un Rey nunca pierde- Empujó a la Reina y puso al Rey.
-Un Rey no puede gobernar sin una Reina.- Siseé, quitando al Rey y poniendo de nuevo a la Reina.
-Y una Reina no puede gobernar sin un Rey.- Volvió a quitar a la Reina y poner al Rey.
-No, no puede -aseguré,- pero un Rey tampoco.
Extendió la mano a su escritorio y agarró dos vasos pequeños de cristal y me extendió uno, después agarró una botella y los llenó hasta la mitad.
-Por los Reyes que somos, Arlette.
-¿Cual es el truco?
-No hay truco.
-Contigo siempre hay truco.
-Entonces corre y descúbrelo.
Chocó su vaso con el mío y me tragué la rabia al verlo sonreír de manera diferente, me tragué el líquido y él también.
-El truco está ahí mismo, el truco es el truco.- Dijo.
-No tienes ningún truco Adler, tu único truco es April.- Me burlé.
-Solo no la mates cuando me case con ella -se burló, dándome donde me dolía- No podría soportar ver a mi esposa muerta.- Fingió tristeza.
-La matarán.
-¿Quién?
-Yo.
Caminé hasta estar frente a él y con la uña de mi dedo índice acaricié toda su mandíbula y su pecho hasta llegar a su polla y apretarla.
-Te pusiste así sólo con palabras, Adler, no me quiero imaginar que harías si estuviera desnuda.
-Creo que lo sabes bien.
-¿Intuición de primos? Creo que me follarías.
-Lo haré.- Aseguró.
-No lo creo, ya tuviste suficiente de mí.- Murmuré con odio.
Di un paso atrás y me miró cuando pasé por su lado, era de esperarse que me agarrara y me estampara contra la pared, pegando su rostro al mío, habló:
-Lo que no sabes es que una Reina sin Rey no es Reina, y es una pena, porque yo soy Rey y tú un peón.
Giré el rostro y aún así beso mi mejilla.
-No me interesa, cásate con esa puta y verás de lo que soy capaz.- Amenacé.
-Vas a matarla, qué más.- Quiso saber.
-Mataré a la que quiera quedarse contigo, es simple, tú eres mío y punto.- Susurré con perversidad.
Esto era un asqueroso infierno, donde ambos éramos los reyes y ninguno quería ceder el poder, aún sabiendo que necesitábamos dejarlo.
Sabía que era un peón en este tablero y él era el Rey, era obvio, pero necesitaba poder para regresar a ser la Reina.
Solté un gemido ahogado cuando sentí el filo de la navaja rozar mi cuello, miré a Adler de reojo y tragué saliva.
-En lo que te conviertes en Reina de nuevo, déjame jugar contigo, al fin y al cabo eres un simple peón.
Un simple peón que tiene la atención del Rey.
No lo dije, pero solté otro jadeo y esa fue su respuesta.
Se paró frente a mí y con la navaja rasgó desde mi escote hasta mi muslo, que era adonde llegaba el vestido negro.
Me dejó desnuda y solo con la ropa interior, cosa que también rasgó y después chasqueó la lengua, me tomó bruscamente del brazo y salimos de la oficina, empezamos a caminar hasta que entramos a su habitación.
-Acuéstate.- Ordenó.
Enarqué una ceja en su dirección.
-¿Es una orden?- Pregunté, mirándolo y mordiendo mi labio.
-Lo es, muñeca. Así que haz caso y acuéstate en el borde de la puta cama.- Siseó.
Hice lo que me pidió y rasgó mi ropa interior hasta dejarme desnuda y a su merced otra vez, mi cabeza quedó fuera del colchón y me quitó los tacones, se paró frente a mi y bruscamente metió su verga en mi boca, haciendo jadear de dolor y placer por la rudeza.
Él no se mueve, lo que mueve es mi cabeza como loca y a su ritmo, la saliva se me escurría y las arcadas no lo detenían, tampoco cuando el aire me empezaba a faltar y agarré sus muslos.
-Manos en tus tetas, muñecas.- Siseó y a pesar de todo, hice caso.
Agarré una bocanada de aire cuando sacó su polla de mi boca y empezó a masturbarse hasta que su semen cayó en mi cara, sonreí perversa y con mi dedo lo recogí y lo lamí.
-¿Eres una pequeña puta, Arlette? Sí, sí lo eres.
Me dio una bofetada que solo hizo que mi coño ardiera en placer y se lo dejé en claro cuando lo empujé a la cama hasta que su espalda chocó con el colchón.
-Ahora es el turno de la Reina.
Me senté sobre su cara, ahogándolo cuando me movía y él me tomó por los muslos, para chuparme y llevarme al cielo.
-Ah...sí...sí...Ahhh Adler!..
Gimoteaba como loca con su lengua haciendo maravillas en mi coño, lo tomé del cabello y me restregué contra su nariz y su boca, su lengua hizo círculos en mi clítoris y me corrí con fuerza, gimiendo como loca y con él tragándose todo.
Caí a un lado cuando me empujó y me dio otra bofetada, palmeó mis tetas y pellizcó de manera brusca mis pezones, palmeó mi coño y gemí cuando me penetró.
No estaba siendo suave, sus pelotas chocando con mi culo cada que salía y entraba, su verga buscando los lugares que más placer me daban y sus manos apretando mis pechos.
-Ah mierda...Adler!
El placer me inundaba cada vez más, él jadeaba y soltaba groserías en ruso y yo en italiano, ambos nos corrimos al mismo tiempo y chillé cuando lo hice, él solo gruñó y soltó el aire de manera brusca.
Pero, ¿esto que había sido? ¿Una pelea por el poder?
Y lo más importante, ¿Qué significaba?

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Prohibido
ActionDuología Mafia Libro 2 "Fumar es indispensable si uno no tiene nada que besar" -Sigmund Freud •Obra original •Di NO al plagio