IX

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IX
Advertencia: En este capítulo habrá mucha Homofobia y violencia

Al día siguiente el ruso se había largado de mi casa.

Mentiría si les dijera que no me gustó lo que sucedió esa noche, pero al amanecer no lo encontré y Zaid me dijo que se había ido al amanecer.

Después me fui a la casa de mi madre y me quedé ahí, leí varias veces la carta y vi las cosas que llevaba resueltas pero nada tenía sentido.

La carta había acertado a dos cosas, sí, pero no me había llevado a nada.

-Voy a salir, regreso en un rato.- Dijo mi madre en la puerta.

-Cuídate, te quiero.

Ella sonrió y unas ligeras arrugas se le formaron alrededor de los ojos azules, asintió antes de salir y cerrad tras ella.

Por la ventana la vi irse en las camionetas y me llamó la atención que Dexter saliera a los minutos mirando a ambos lados.

-¿Qué haces mocoso?- Pregunté al aire.

Los escoltas de la entrada no lo miraban, tenía la cierta sospecha que mi madre se los había prohibido por respeto a mi padre, eran iguales, literalmente.

La gran reja negra se abrió y un chico rubio entró, supongo algún amigo, mi hermano lo miró y después entraron a la casa.

Cerré la cortina al mismo tiempo que soltaba un bufido.

Puse música y me quité la ropa antes de acostarme en mi cama, cerré los ojos al compás del violín y me deleité con la música y el sonido de los instrumentos.

Me quedé dormida.

Un rato después me desperté con la cara entumecida y tapada por una cobija blanca con la "I" bordada en la esquina.

Era el logo familiar.

Me puse las bragas y una bata negra antes de salir, caminé hasta la puerta de Dexter y la miré antes de entrar.

Bendita sorpresa me fui a llevar cuando vi a mi hermano entre las sábanas...con el otro chico abajo de él y ambos jadeando.

-Oh mierda..

Mi hermano me miró antes de que me girara y me tropezara con la pared.

-Lárgate Arlette!- La vergüenza inundaba su voz.

-Sí..ya voy..sólo estaba...

-Lárgate!

-Sí!

Salí a gatas del cuarto y de un portazo cerré antes de suspirar.

¿Acaso ellos estaban...?

No.

Quité ese pensamiento.

Mi hermano no podía ser gay.

Siempre fue tan varonil y serio.

No podía serlo.

ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora