XIII
*Este capítulo contiene temas sensibles y crudos*
-¿Qué?
Mi madre apareció y me dio una mirad de reproche por mi ropa.
-Así es hija, ayer tuvo un paro cardíaco y lo pudieron hacer nada.- Explicó.
Mordí mi labio y miré de nuevo a todos.
-¿Y qué se hace en estos casos?- Dudé.
Daniel carraspeó y se posó frente a mi, él manejaba la contratación de empleados y se encargaba de hacer las visitas y limpiezas.
-Cuando el Padrino muere, el señor se tiene que conseguir a otro, en este caso, cuando Isla cambió las reglas a que las mujeres también podían gobernar la pirámide, también quitó al padrino de las listas.
-O sea que no necesito a otro.
-Exacto.
Asentí al entender las palabras.
-El entierro lo haremos el sábado a las 6 de la tarde.- La voz de mi madre fue seria.
-Claro, señora Morningstar.
-Pueden retirarse.- Dijo.
Cuando la sala estuvo vacía ella carcajeó y me miró.
-Eso viejo era un idiota, que bueno que se murió. Quería traicionarnos.- Su voz era graciosa.
Se fue sin que me pudiera decir nada y miré a Dexter.
-Qué locura.
...
Ya era sábado y hoy sería el entierro.
Me puse un vestido negro, unos lentes y un sombrero del mismo tono.
Mamá también iba de negro, y Dexter también.
Nos subimos a la camioneta con un ramo de flores blancas y al llegar al cementerio los ojos me picaron porque era el cementerio familiar, donde todos nuestros ancestros habían sido enterrados incluido mi padre.
Noté que mamá esbozó una sonrisa triste y nos bajamos.
Todos nos miraron al llegar.
Había una mesa con toda las rosas, habían tarjetas de diferentes familias, de los enemigos y los no enemigos dándonos unas palabras de apoyo por la muerte del padrino.
Adler también había enviado una, decía que lamentaba nuestra pérdida y mierda y media.
Cuando la misa comenzó no le presté atención, solo puse una rosa sobre el ataúd y todos lo hicieron antes de bajarlo al hoyo y volver a taparlo.
-Mi más sentido pésame.- Le dije a Kisuki.
-Gracias, Arlette.
Dejó un beso en mi mejilla y me volví a subir a la camioneta, mi mamá y Dexter ya estaban ahí.
Nos fuimos y regresamos a la casa, cada quien se fue a su habitación y mi teléfono sonó cuando me bajé de la camioneta.
-¿Aló?
-Nos robaron los cargamentos que estaban llevando.
-¿Qué? Eso no es posible, ¿¡no se supone que tú los cuidarías y te encargarías!?
-Sí, muñeca, sí! Pero me traicionaron y se robaron un camión mío y uno tuyo!
-Maldita sea! Mándame un jet ahora mismo.

ESTÁS LEYENDO
Prohibido
حركة (أكشن)Duología Mafia Libro 2 "Fumar es indispensable si uno no tiene nada que besar" -Sigmund Freud •Obra original •Di NO al plagio