La hermana de Potter

Capitulo 15

Salí de la oficina de Dumbuldore y me encamine a la enfermería, tenia que ver qué se podía hacer con mi ojo. Estaba tan centrada en mis pensamientos que no note que me seguían... voy a tener que estar mas atenta, al parecer soy muy fácil de seguir...

-Es mi día de suerte,- escuche la voz de Cristian Brown a mi espalda, por lo que me volteé a ver. Su mirada me mostraban sus malas intenciones, por lo que comencé a retroceder buscando mi varita, que por desgracia deje en la sala común.- Donde quedaron tus guardaespaldas gatita, te he estado observando y hace mucho que no estabas sola.

-Que quieres Brown.- dije cuando choque contra la pared, y me maldecía mentalmente por dejarme acorralar.

-Te quiero a ti gatita, ¿qué opinas?, tu y yo, un cuarto, solos.- me pregunto con una sonrisa cínica

-Lamento decirte que tendré que pasar de esta gran oportunidad, no eres mi tipo.- trate de zafarme, pero él me sujeto, pensé en cómo salir y se me ocurrió golpearlo por lo que mientras él hablaba y me acorralaba en la pared trate de ponerme en alguna posición donde pudiera golpear su entrepierna y salir corriendo.

-Que pena que no exista esa opción. Mira, por tu propio beneficio te recomiendo solo dejarte llevar por la situación, se que no te arrepentirás gatita.- me contesto, este sí que estaba mal de la cabeza.

-Aléjate de ella- dijo Fred apareciendo por nuestro lado muy enojado, yo aproveché la distracción para darle un gran golpe en su entrepierna. Por la mirada de Fred y George supe que hasta a ellos les dolió con solo verlo.

-Vámonos de acá Lily.- me dijo George, mientras dejábamos a Cristian tirado en el piso maldiciendo.

-Ese fue un gran golpe Lily, creo que acabaste con la descendencia de la familia Brown.- me felicito Fred tomándome del brazo derecho, mientras que George repetía su acción pero a mi lado izquierdo.

-Mejor así, ese idiota no merece reproducirse.- dije muy enojada mientras comenzaba a caminar a la enfermería.

-Yo vuelvo a decir que eres una experta en golpear a lo muggles.- comento George logrando sacarme una sonrisa.

-De ahora en adelante...-comenzó a decir Fred.

-Siempre iras con nosotros...- lo apoyo George.

-Ni se te ocurra salir sola entendiste.- termino Fred.

-Se los juro...- dije algo cansada cuando llegamos a las grandes puertas de la enfermería.

-Buena la pelea de hoy...- dijo Fred mientras abría la puerta.

-Pero para la próxima avísanos con tiempo.- siguió George

-Para tener preparadas las apuestas...- concluyo Fred

-Creanme no creo que se repita.- me separe del par y camine donde estaba la enfermera, y lo que vi me sorprendió, Cedric sin camiseta y con alguno golpes marcados en su abdomen. Ahí que decir el chico estas muy bien tenido, gracias al maravilloso quidditch por tenerlo en esta manera.

-Lily, estas bien?- me pregunto a penas me vio logrando que Madam Pomfrei, que estaba junto con él, me mirara.

-Mira ese ojo querida, ven y te pongo algo...- rápidamente me dio una poción y me la bebí.- lograra bajar la inflamación, pero el color se quedar hasta mañana creo. Descansa un poco hasta que tu ojo vuelva a su tamaño normal, luego te puedes ir. Y usted señor Diggory ya puede retirarse.

-Le molesta sí la espero?

-Esta bien.- cedió Madam Pomfrei para luego alejarse de nosotros.

-Dumbuldore te regaño?- me pregunto Ced preocupado.

-Solo quería cotillear un rato, nada del otro mundo.- lo tranquílese sin saber mucho dónde mirar, estoy segura de que estaba algo sonrojada.

-Me das mi camisa?- me pregunto divertido, de seguro sabia que estaba nerviosa por la situación.- a menos de que prefieras que me quede sin ella, yo no tengo problema...

-Aaaa, la camisa.- comente cuando reaccione y se la tire en el rostro.

-Gracias.- dijo mientras se la ponía.- No estas enojada verdad?

-Debería, pero no... Yo podía con la situación de igual manera, no debiste intervenir ni decir esos comentarios.

-Lo sé, pero cuando vi que te tenia a la fuerza, no pude pensar con claridad, solo podía pensar en golpearlo y llevarte lejos de el.

-Eso es muy dulce, pero como ya dije puedo pelear mis propias batallas, y si me veo complicada te pediré ayuda.

-Es un trato. - me dijo sonriente mientras nos parábamos y salíamos de la enfermería hablando como si nada hubiera pasado.

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