Capítulo 2: parte 2

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Al cabo de un rato llegamos y aparqué el coche, salí de él y ella no se movió

Lo rodeé y abrí su puerta, pero tampoco lo hizo, entonces noté que el olor a frambuesas era aún más intenso que cuando estábamos en el baño, pero no era tiempo de que pasara el efecto del supresor

-¿Necesitas ayuda?-, digo notando que no podía moverse, esta negó y apretó sus puños, se puso de pie y vi el asiento, totalmente húmedo por sus fluidos, la mano que sostenía la puerta se tenso y la apreté en demasía y respire aspirando el delicioso aroma, debía controlarme, quite mi saco y lo puse al rededor de su cintura, pero cuando intento moverse callo de rodillas, la sostuve, tomé sus piernas y la enrollé en mi cintura para llevarla dentro

-Veo que no eres tan valiente cuando se pasa el efecto de las pastillas-, dije y está guardo silencio, entonces simulé una embestida, provocando que mi entrepierna rosara suavemente con la de ella, -¿No dirás nada pequeña?-, comenzamos a subir las escaleras a mi cuarto y el movimiento hacía que rosáramos cada vez más, estaba más que exitado.

-No te atrevas a tocarme- dijo ella pegada a mi cuello, así que solté aún más mi aroma

-Ya lo hago pequeña-, dije y la sostuve con solo una mano para abrir la puerta de mi cuarto

La habitación estaba a oscuras, la deposité en la cama y desabroché mi corbata, ella me miraba con sus ojos plateados y sus piernas temblaban aunque se encontraba sentada, escuché como tocaban la puerta y salí

-¿Se puede saber qué haces tocando mi puerta en mi noche de bodas?-, digo a Taehyung al otro lado

-Técnicamente es mi noche de bodas, los pétalos de rosas en mi cuarto lo confirman-, dijo el -Algo se presentó, debemos ir donde almacenan las provisiones

-¿Y no puede encargarse uno de ustedes?

-Me temo que no

-Bajare en  2 minutos-, dije y cerré la puerta nuevamente

Cuando volví a verla estaba aún sentada en la cama, parecía tener una lucha interna, me aproxime y alcance un supresor de mi mesa de noche, lo estendí y serví un poco de agua de la jarra que estaba a una lado.

-Debo salir, tómalo, date un baño y si extrañas mi aroma que por lo que veo te encanta puedes tomar una de mis camisas, subiré tus cosas cuando regrese.

Comencé a quitar mi saco y ella habló

-¿No pretenderás dormir aquí?

-Es mi cuarto pequeña, ¿Donde más lo haría?

-Eso no es parte del trato,- dijo poniéndose de pie

-Tampoco esta entre las cosas que no podemos hacer, además ¿no me consideras tu enemigo?-, dije y está asintió, -"Mantén a tu amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca", ¿Que más cerca que dormir juntos?,- coloque mis cosas en un mueble y salí de la habitación sin esperar respuesta

Al bajar las escaleras me encontré con mis hermanos abajo

-¿Espero que sea realmente urgente?

-No es como si fueras a consumar la unión ¿o si?- dijo Jin y sonreí

-Soy un Kim, no deberías ponerlo en duda-, dije y comenzamos a caminar

La noche estaba tranquila y habría logrado avanzar con Raya, no de la forma que en realidad quería, porque no me aprovecharía de su celo, pero al menos si para mantenerme un poco cerca de ella, de no ser por la oportuna interrupción de mis hermanos.

-¿Entonces ella es tu destinada?- dijo Jin mientras nos dirigíamos al lugar

-Si-, respondí

-Hace tiempo no escuchaba de una pareja así, creo que la última que tuvimos fueron los abuelos-, dijo el

-¿Destinados? Y ¿que habría pasado si mi unión con ella se habría llevado a cabo?-, dijo Taehyung

-Tendría que haberte matado hermanito para tomar a mi mujer-, dije y Jin río

-No te rías, ¿crees que lo dijo a broma?, yo estoy seguro de que sería capaz, das miedo-, dijo y reí junto con Jin

Llegamos al lugar y luego de horas de trasladar los alimentos de un lugar a otro en los que por supuesto tuvimos que convertirnos logramos asegurar nuevamente las provisiones para el invierno que se acerca.

Cada año nos encargábamos de juntar alimentos para así no salir de la manada en invierno a no ser una caso de vida o muerte, pero el lugar donde estaba se derrumbó y tuvimos que sacar de los escombros los alimentos que aún servían y trasladarlos a otro lugar.

Eran casi las 6 de la mañana, lo podía ver en el sol, cuando terminamos, y aunque aún debía decidir cómo compensar los alimentos que perdimos debía dormir.

Salimos tomando camino hacia la mansión Kim y luego de ver que mis hermanos se dirigieran a sus respectivos cuartos, pase a la mía

Al entrar la vi dormida sobre mi cama con un suéter mío, el cual llegaba más abajo de sus rodillas y cubría incluso sus manos.

Quite mi ropa y me recosté a su lado, cayendo profundamente dormido a instantes.

Desperté y el sol estaba a la altura que me decía eran las 11 de la mañana, no soy de despertar tarde, pero si tomamos en consideración que me dormí luego de la sies, en realidad no lo hice.

Mire a mi lado y ella no estaba, me sobresalte, pudo haberse ido.

Salí del cuarto corriendo y baje las escaleras y escuches las voces de mis hermanos y la risa de ella en el comedor, así que me dirigí a él.

Cuando entre estaban sentados desayunando

-Buenos días-, digo y ellos dirigen su mirada hacia mí

Ella me mira de arriba a abajo y sus ojos muestran destellos plateados

-Por la Luna, Nam cúbrete-, dice Jin

Entonces dirijo mi mirada a mi cuerpo y ahí recuerdo que solo llevaba unos bóxer, bastantes pequeños por cierto, dejando a la vista mis prominentes muslos y tonificado abdomen, además de mí muy común ereccion mañanera, entonces río con sorna y recuerdo que mí ahora esposa no ha parado de mirarme desde que entre

-¿Te gusta lo que vez pequeña?

La descendencia de los KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora