Capítulo 31 Parte 1

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-¿Donde está?- preguntaba mientras su puño se encajaba en su deformada mandíbula.

Cuando por miedo como el cobarde que es, soltó la cachorra para que lo dejáramos ir, Taehyung se encargó de golpearlo hasta él cansancio.

Yo tenía a la cachorra en manos, tan pequeña, hermosa, era igual a su madre, mi pequeña alpha. Su pelaje era largo y frondoso, además de los mismos colores, blanco y negro.

-Muerta-, dijo y mi vista se nubló, entregue la cachorra a Jin mi dejé salir mis garras para desgarrar su cuello de un solo movimiento.

No lo está, ella está bien.

Me transformé y volví con mi pequeña, la tomé con mi hocico comencé a correr seguido de mis hermanos y algunos de los alphas de las manadas para ir con su madre.

-Dame la cachorra, yo la cuidare-, dijo Taehyung a mi lado, sin protestar se la entregue cuando nos vimos en la que fue la entrada algunas vez de los Han, dándole una clara mirada que que era mi vida la que tenía en sus manos.

Enfoque mi vista al frente y comenzamos a adentrarnos para encontrarme con varios lobos muertos.

El olor a sangre que había no era nada para las vistas, era una masacre, todos muertos violentamente, lo merecían.

Ella debía estar bien. No podía habernos dejado.

De los cuerpos que se encontraban tirados sin ningún cuidado en las marcas de garras en sus cuellos y mordidas en sus caras aún brotaba sangre, era reciente.

Su olor

Comencé a guiarme por este y la encontré detrás de unos escombros escondida, podía ver sus ojos llenos de furia.

Al parecer desconocía que era yo porque comenzó a gruñir con solo acercarme.

-Pequeña, soy yo- dije pero cuando trataba de acercarme volvía a gruñir.

-Dale la cachorra-, dijo Taehyung luego de verme tratar de acercarme sin ningún progreso, este se acercó a mi y me la entregó.

-Asegúrense de que no haya quedado nadie vivo. Yo me quedaré con ellas-, dije y asintió retirándose con los demás.

Me acerqué, esta se encontraba en su forma lobuna con ojos tristes y apagados, la cachorra estaba en mis manos y cuando la vió se levantó apresuradamente y la tomó en su hocico.

Desvíe mi vista de donde se había levantado encontrando a otro cachorro ahí, no logré verlo bien cuando esta ya se había colocado sobre él con la cachorra, cubriendo a ambos con su cuerpo.

La alegría que sentí en ese momento solo era empañada por todo lo que debió haber pasado mi pequeña, la parte blanca de su pelaje se encontraba manchado de sangre y supongo que la negra también.

Me transformé y me acerqué a ella.

-"lo siento pequeña, debí protegerlos, lo siento tanto"- le comuniqué logrando así que me permitiera acercarme.

Me recosté frente a ella y acaricié su rostro con mi hocico, esta lamió mi cara.

-"Son hermosas"- dijo

-"¿Puedo verlas?" Asintió corriéndose a un lado para permitirme apreciarlas.

Tan pequeñas, eran exactamente iguales, sus ojos estaban cerrados aún y se encontraban una sobre la otra.

-"ambas son alphas"- dijo para luego acercarme las con su hocico para que las tocara.

Lamía sus pequeños rostros para recibir pequeños gestos de inconformidad por parte de estas, interrumpía su sueño.

Eso me hizo sonreír, eran igual a su madre.

Mire los ojos de mi alpha, encontrándola mirando con adoración a las pequeñas.

-"Son nuestras, mi amor"- dijo y algunas lágrimas se deslizaban por su rostro.

-"Lo son"- cuando iba a acercarme más a ellas el sonido de neumáticos llegó a mis oídos, Raya se puso de pie para salir, pero la detuve pidiéndole que se quedara con las cachorras.

Cuando salí del escondite se encontraban los demás reunidos alrededor del auto, lo había traído Jungkook.

-¿Que descubrieron?- dije luego de haberme transformado.

-Estaba implicado, confesó- dijo respondiendo a mi pregunta, tomando de la parte trasera de la camioneta mis pantalones y mi camisa para que me vista.

-¿Donde está?, quiero hablarle- dije colocando mis pantalones sobre mi cuerpo.

-Yoongi lo mató, descuida nos dijo todo, no era muy valiente que digamos.-, dijo y asentí. -¿Ustedes mataron a todos?, debieron dejar a algunos para ver que querían- siguió

-Ya estaban así cuando llegamos- dijo Jin

-Yo los mate- escuché su voz y cuando giré mi cuerpo ahí estaba ella, se encontraba en su forma humana con ambas cachorras en sus manos, tenía varios cortes en sus pies, brazos y rostro que no se veían por su pelaje, cubierta de sangre hasta el pelo y totalmente desnuda.

-¿Que esperan para girarse?- reclame y así lo hicieron, me acerqué a ella y coloque sobre sus hombros la camisa que aún tenía en mi manos para luego tomar las cachorras y permitir que se la colocara.

Sus dedos temblaban, se encontraba débil, cuando terminó le entregue las cachorras y la tomé en brazos para llevarla dentro de la camioneta.

-Regresaremos primero, entierren a todos o quémenlos, no me importa, mandaré por ustedes en una hora-, dijo Jin a mis espaldas.

Se subió al asiento del conductor y yo me coloqué detrás con Raya.

-¿Que les pasa?- dije cuando las vi removerse inquietas.

-Están hambrientas-, dijo sonriendo y sacó sus senos para darle de comer.

No sabía que podía amamantarlas ella en su forma humana, pero al parecer era posible, porque estas comían con hambre. Cute.

-Más te vale que veas al frente Jin-, dije aún viendo mis pequeñas.

-Eso hago, solo quería ver mis sobrinas-, se excusó.

La descendencia de los KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora